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Time stands still
Beauty in all she is
Every breath
Every hour has come to this
One step closer

I have died everyday waiting for you
Darling, don't be afraid
I have loved you
For a thousand years
I'll love you for a thousand more

I have died everyday waiting for youDarling, don't be afraidI have loved youFor a thousand yearsI'll love you for a thousand more

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Al ver el techo, pensó que quizá se encontraba en la habitación de BangChan. Recordó la vez que se quedó a dormir allí, la noche anterior que se fueran de campamento. Una de sus manos viajó a su cabeza, sentía sus extremidades dormidas, seguramente por haber estado acostado en la misma posición durante... en realidad no sabía cuánto tiempo había estado ahí. Al sentirse tan bien, le parecía irreal todo lo vivido durante el embarazo.

¿De verdad ahora tenía un hijo? ¿Es papá?

Se sentó en la cama, percatándose de la grandiosa mejora en su visión. Podía ver con detalle cada objeto, el polvo viajando con la corriente de aire, las pequeñas letras de los lomos de unos pocos libros que habían sobre un estante. Primero puso un pie en el suelo, sintiendo un escalofrío, después bajó el otro hasta levantarse. Escuchó un ruido proveniente de la entrada a la habitación, por lo cual se volteó inmediatamente, topando con su esposo, quien le miraba entre feliz y asombrado.

BangChan se adentró en la habitación, en lo que el rubio levantaba una de sus manos en su dirección, solo ahí se percato de que su tono natural había regresado. Su mano ya no se veía esquelética, según como la recordaba. Al volver a concentrarse en el pelinegro, esbozó una sonrisa. Había extrañado poder sentirlo cerca suyo, tocarle con sus propias manos.

—Te extrañé. —dijo su esposo casi en un susurro. Estaban tan cerca que no necesitaban hablar en un tono fuerte. —Ahora tenemos la misma temperatura. —había puesto una de sus manos sobre la mejilla de Felix, a la vez que este le miraba directo a los ojos. Por un segundo, BangChan se perdió en el rojo intenso de esos ojos, admitía internamente que los ojos de ese color le sentaban bastante bien a su esposo. —Y parece ser que también somos de la misma estatura.

Y era verdad. Cuando Felix aún era un humano, había una diferencia de pocos centímetros respecto a Chan, ahora estaban en la misma estatura. Para el vampiro, era sorprendente ver el claro aspecto varonil que había tomado su esposo con la transformación; y no quería decir que antes no se viera así, pero sí tuvo características que lo evidenciaban como doncel. Ahora, nadie sospecharía que lo es. Se había convertido en un hombre bastante apuesto, y agradecía que ya estuvieran casados.

Sin medir la fuerza con la que ahora contaba, Felix tomó a su esposo y lo envolvió con sus brazos, ignorando el quejido que este emitió cuando el aire salió de sus pulmones sin cuidado alguno. Al soltarlo, no pudo evitar sonreírle, simplemente estaba encantado de poder ver a BangChan, pero...

Eternidad contigo (ChanLix)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora