Lee Felix se va a vivir con su padre a un pequeño pueblo, donde conoce a Christopher Bang, un atractivo y misterioso chico del cual se enamora y quién esconde un gran secreto: Es un vampiro. Pero la familia del chico guarda una gran peculiaridad y e...
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-¡Déjame en paz!
-No, espera ¡Felix!
Peniel que estaba sentado en uno de los sofás, se levantó al escuchar el pleito de los dos muchachos. Estaba esperando a Felix, pero no pensó que llegaría en ese estado. Lo siguió escaleras arriba.
-Felix, ¿Qué pasa?
-¡Nada! Solo que quiero irme de aquí-se encerró en su habitación donde BangChan ya estaba empacando unas cosas. Se jalo suavemente el cabello, estresado cuando su padre toco la puerta.-No quiero decirle todo eso.
-Tendrás que hacerlo.-el pelinegro le sonrió tratando de darle ánimos.-te estaré esperando
Escucho nuevamente los toques en su puerta, tomo suficiente aire para tratar de armarse se valor. Debía mantenerse firme y recordar siempre que todo lo haría por la seguridad de su padre. Aparentando estar enojado, salió de la habitación, pasando de largo a Peniel.
-¿Te hizo algo o terminaron?
-¡Yo termine con el!-respondió, sacando un par de camisas y pantalones del armario. Toda su ropa estaba en la habitación de al lado.
-Pero creía que te gustaba, hijo.-solo lo miraba pasar de un lado a otro, sin saber exactamente que decirle, pues su madre era mejor en eso y lo reconocía...
-Precisamente por eso me quiero ir a casa
-¿A casa? Tu mama no esta ahí, sabes que esta de viaje.
-La llamare de amino, regresara.
-¿Por que no te esperas a mañana? Puedes pensarlo en la noche y si aun quieres irte en la mañana yo puedo llevarte.
-Lo pensare en el camino.
Felix tomo su mochila y fue bajando por las escaleras, sintiendo los pasos detrás de el. Solo deseaba poder salir de esa casa y evitar una conversación tan incomoda.
-Escucha, Felix-le detuvo en la puerta, el menor le miro ocultando su nerviosismo. Ver a su padre de frente le quitaba toda la valentía.-Se que no es divertido estar conmigo, pero podríamos hacer mas cosas juntos.
Felix sintió como se le estrujaba el pecho, miro a otra dirección para ocultar su mirada, no quería que su padre se percatara de que lago mal anbada con el. Lo miro de frente, armándose de valor.
-¿Como que?, ¿Ver baseball en la televisión? ¿Cenar a diario en la cafetería?-suspiro, tomando la perilla de la puerta y abriendo.-Eso es lo tuyo, pa, no lo mío.
-Por favor, hijo, te acabo de recuperar.
-Sabes que si no me voy ahora, me quedare estancado igual mi madre.
Salió de la casa respirando hondo para mantenerse fuerte. Camino hacia la camioneta, dejando sus cosas en la batea y subiendo para irse lo antes posible. Debía de mantener siempre en su mente que eso era por el bienestar de su padre.
