EᔕᑕᖇITO ᖴᗩᑎGOᔕO.

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El sonido que molesta sus oídos es inaguantable

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El sonido que molesta sus oídos es inaguantable. Cómo resorte se levanta de la cama no sin antes limpiar con alta molestia los rastros de baba esparcidos sobre el colchón.

Mal inicio de día, mala conclusión. No falla.

Camina por la habitación en búsqueda del molesto perpetrador. Divisa parte de la tela de su pijama sobrepasar los límites del escondite sub camero.
Sabiendo de quién se trata, jala con fuerza una de las extremidades del simpático madrugador.

-¡Te las verás conmigo! Sal de ahí cobarde. -Concentra todos sus sentidos para poder sacarlo del escondite.

-¿Qué escándalo es este? -irrumpe el señor Richard en la habitación.
-A su hijo le pareció buena idea despertarme utilizando como tambor, un caldero de metal.
-¡Lachlan! Déjate de juegos. -Le regaña su padre. Al instante cesa el bombardeo acústico.
-Acaba de salir de ahí. -continúa jalando su pijama.
-Yo que tú no seguiría con eso. -señala la acción que July se encuentra haciendo-. Desde niño tiene la costumbre de dormir sin ropa interior.

De inmediato la chica aparta sus manos cómo si se tratase de un objeto maldito.

Antes de salir, Lachlan proyecta su cabeza con la madera de la cama. Se rasca el lugar afectado aún sosteniendo una de las herramientas delictivas. Su mano derecha porta un cucharón; la otra sostiene una olla de cocer arroz.

-En dos horas empieza la feria. No lleguen tarde. -Después de lo dicho Richard abandona el paraje.
-¿No se te ocurrió una idea más romántica para hacerme despertar?
-¿No recuerdas ayer en la noche que me lanzaste al suelo como si se tratase de un costal de papas?
-¿Esperabas que durmiese en el suelo?
-Iba a subirte a la cama cuándo te quedarás dormida.
-¡Pervertido! -escandaliza ella.
-Babosa. Mira cómo dejaste mis pulcras sábanas. ¡Llenas de baba!
-¿En serio duermes sin ropa interior?
-No le hagas caso a papá. Es un bromista de primera.
-Voy a dormir. Despiértame cuando sea la hora. -La muchacha cubre su cuerpo con la manta más próxima a sí misma.

Lachlan se recuesta a su lado y comienza a juguetear con algunos mechones de su cabello. Soñolienta y embobada por su contacto, sus ojos van perdiendo fuerzas.
Lo último que contempla, es el travieso lunar que bordea los labios del masculino.

(...)

En su segundo amanecer, el frío pie de Lachlan aplasta la zona de su frente. Logrando escabullirse sale de la cama. Sintiendo algo que aprieta su cabeza camina de puntitas hacia el espejo.

-¿Qué le ha pasado a mi cabello? -Chilla al ver el reflejo de su rostro.

Lachlan se dedicó toda una hora a trenzar su cabello, con diminutos y apretados surcos que llenan toda su cabeza.

Ahora él le observa con diversión.

-¿Dónde aprendiste a hacer esto? -pregunta curiosa.
-Campamento de verano. -reproduce el teléfono.
-Normalmente en los campamentos de verano los chicos aprenden sobre nudos, fogatas y tiendas de campañas. Tú aprendes diferentes manualidades de trenzados... ¡Increíble!
-Sí. Ya me has dicho que te encanto. No tienes que repetirlo -Resta importancia con un toque de orgullo en su rostro.

Quesos, quesos y más quesos pasan frente a sus pupilas. No le desagradan, pero verlos en demasía provocan un poco de repulsión.
A su lado su compañero degusta un pedazo de queso con total tranquilidad. En más de dos ocasiones le ha brindado, ella se ha negado terminantemente.

-¿Y ahora que sigue? -cuestiona con cansancio.
-Los jueces tienen que seleccionar el mejor queso. Después darán los resultados. -explica Richard a su lado.
-Entiendo. -Se limita a decir.

Pasan alrededor de veinte minutos y tres personas siguen probando trocitos de queso. July mientras, intenta distraer su mente para superar la fatiga. El color pálido que adquiere su cara preocupa al muchacho.

Tengo que sacarla de aquí. Medita Lachlan.

Logran escabullirse del gentío para adentrarse a un tupido sendero. Lachlan lanza a un lado del camino el pedazo de queso que sostiene. Luego de limpiar su mano sobre su overol azul, toma la mano de la chica más próxima a él

Luce tan infantil con el trajecito que lleva puesto.
Los ojos de July han hecho una especie de pacto con su anatomía. Como resultado, no puede apartar su vista de él.

Un pequeño riachuelo permite ser apreciado cuando recorre su camino. Caminan un poco hasta la orilla. La tierra es fangosa por lo que buscan un sitio seco para sentarse. Una cascada cercana es la única causante del sonido en el lugar.
El caballero se posiciona detrás del cuerpo de la chica. Toca sus cabellos con delicadeza y comienza a desatar una por una de las trenzas que tejió en la mañana. Cuando finaliza el trabajo su boca toma forma de O.

El grosor del pelo de July ha crecido, y mucho. Trata de capturar todas las greñas, pero algunas de ellas insisten en tener libertad.

Un trocito pequeño de rama en la mano de Lachlan escribe algo en la tierra semi mojada. Ella pasa una vista fugaz sobre lo escrito.

-¡Qué feo escribes! -exclama July.

Relee lo escrito por segunda vez. En esta ocasión prestando verdadera atención.
Junta las cejas dubitativa. Piensa que puede tratarse de otra broma, pero le causa asombro escrutar el semblante serio que tiene su acompañante.

ᔕOᗷᖇᗩᑎ ᑭᗩᒪᗩᗷᖇᗩᔕ [ᖴIᑎᗩᒪIᘔᗩᗪᗩ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora