ᔕOᗷᖇᗩᑎ ᑭᗩᒪᗩᗷᖇᗩᔕ [ᖴIᑎᗩᒪIᘔᗩᗪᗩ]

Eᑎ Eᒪ ᗩIᖇE.

No puede evitar fruncir el ceño al observar a la chica del piso tercero. Hace una seña con su mano para indicarle que baje a su encuentro.

(...)
-B-bueno... -dice a sus espaldas-. Puedo acompañarte si quieres.
-No sé cuánto tiempo pasaré. -aclara él, utilizando la sección de notas en su teléfono.
-Pudiera ayudarte. Así puedes regresar más rápido. -propone cohibida.
-¿Estás bromeando? -teclea desconfiado.
-¡Claro que no!
-No lo creeré hasta que te vea encima del avión.
-¿Vas a empezar? -bufa.
-¡Perfecto! Nos vamos a mitad de semana.
-¿Tan pronto? ¿Qué haremos con el trabajo?
-Trataremos de convencer al encargado en los días que quedan.
-¿Qué necesidad tengo de esto? -comenta por lo bajo.
-¡Tú te brindaste! Ahora no te quejes.
-Nunca he subido a un avión. -confiesa.
-¿Por qué vía viajas? ¿Nadando o qué?
-No he salido nunca de aquí. Además, tengo miedo a las alturas.
-¿Sabes que son dieciocho horas de vuelo?
-¿No hacen transbordo?-pregunta esperanzada. Él asiente con obviedad-. ¡Qué alivio!
-Es probable que para el miércoles estemos volando.
-Uf, entendido. Te compras tu boleto, yo me compro el mío.
-Trato hecho mujer independiente.
-Nos vemos mañana.
-Se da la vuelta sin espersr una despedida y entra con premura al edificio.

¡Tantas cosas por preparar! La más importante: llevar a Jeremy al veterinario.
Es necesario entregar un certificado de salud para que pueda viajar. Además, debe buscar un transportador que cumpla con los parámetros de la aerolínea.

Después de unos minutos de espera en la clínica, Jeremy, finalmente es atendido. El amigo porcino está en óptimas condiciones para viajar.

Ya en casa, Lachlan se dedica a navegar por la página web donde siempre reserva billetes de avión.
¡Transportar a Jeremy es demasiado caro!
Por lo que estudia las variadas ofertas y busca la más económica.

Envía un mensaje a July acompañado con el enlace de la página dónde acaba de reservar. Unos minutos después ella envía una captura de pantalla mostrando la confirmación de la compra de su boleto.

(...)

-Señor Gregor solo serán dos semanas. Le pedimos de favor que conserve nuestros lugares. -explica la chica.
-No hay problema. En esta vieja biblioteca no hay mucho por hacer. -tranquiliza el mayor.
-Es una persona excelente. Muchas gracias.
-Chicos si deciden quedarse avisen cuando antes. -recalca.
-No que va. Lo acompañaré nada más por unas semanas. Me rogó que fuese con e. -miente con descaro.
-No tienen que mentir, chicos. Aquí no existen esas reglas de empresas prestigiosas. Pueden tener sus amoríos con libertad.
-Eh... Seguro entendió mal. Lachlan y yo únicamente somos compañeros de trabajo. -habla incómoda.
-Creí que eran algo más al verlos salir del baño en aquella ocasión.

¡Este ancianito es la onda! Decreta el chico en su interior. Guardando la posición de siempre.

-No se preocupe, señorita. No tiene que aclarar nada. Estaba bromeando.
-Ah entiendo. Le agradecemos mucho su comprensión. En lo que queda de semana adelantaremos el mayor trabajo posible.

Sonríe agradecido, para después estrechar sus manos con el señor Gregor.

Antes de que July pueda alejarse el chico la captura con uno de sus ágiles brazos. Lo pasa por detrás de su cuello a continuación.
Gregor sonríe, ella abre los ojos llenos de sorpresa.

Pone algo de fuerza para alejarse, él no se lo permite. La obliga a que camine a su lado. Gira para encontrarse con el rostro del mayor.
De inmediato Gregor, responde a la seña que hace con un divertido guiño.

(...)
-¿Qué hotel me recomiendas? -Da vuelta a su silla.
-¿Hotel? ¿Para qué? -dice la herramienta confiable.
-¿Cómo qué para qué? ¡Para alojarme mientras esté allá!
-No irás a un hotel. -decreta.
-¿No? ¿Dónde me quedo? ¿En el establo? ¿O en el granero?

Sarcasmo uno; Lachlan cero.

-Tengo una casa por si no sabías.

Ironía uno; July cero.

-No conozco a nadie de tu familia. No voy a llegar de sopetón y hospedarme así como así en tu casa.
-Irás para conocerles. Hay lugar para ti. No debes preocuparte por eso.
-Desde el fondo de mi corazón te pido que no me hagas pasar vergüenza delante de ellos. -ruega juntado sus manos-. Además, explica antes de llegar que no soy tu novia ni nada parecido.

(...)

Baja la maleta junto con el transportador de Jeremy. Un poco de trabajo le costó cargar con todo. En breve July pasará por ellos.

-Dame a Jeremy. Lo llevo yo. -grita detrás de la ventanilla del taxi.

Coloca la maleta en la cajuela del vehículo. Después, entra sudoroso en él bajo la extraña mirada del conductor.

¿Qué? ¿No ha visto a nadie transportar a un cerdo?

(...)
-¿Cómo que no es el peso correcto? -vocifera July.
-El peso correcto para la transportación de mascotas es este. -El trabajador señala la cifra en un monitor.
-¿No revisaste eso antes? ¿Lo pusiste a dieta? -Lachlan niega-. ¡Amigo, eso está mal!
-Estamos perdiendo tiempo. Si no entienden vayan a la sección de quejas. -dice el hombre de mala gana.

Si es por la lengua de July, nos quedamos puede que todos.

-Por favor. Pese al cerdito de nuevo. Todo está en orden, se lo aseguro. -El paciente chico coloca el teléfono en manos del trabajador.
-Haré eso porque usted me lo pidió con amabilidad. Si es por esa señorita, no haría nada. -July, suelta un bufido.

(...)

Gotitas de sudor en su frente y rostro delatan sus nervios. Sus pequeños ojitos le miran rogando ayuda. Aunque le da un poco de gracia verla así, no puede evitar sentirse culpable.

-Tengo que ir al baño. No puedo aguantar. -Intenta zafarse el cinturón de seguridad.

Lachlan no tiene forma de explicarle. Es imposible utilizar el móvil en pleno despegue.
Sin muchas opciones, aprieta sus manos. La anima con gestos a que inspire y expire. Trata de distraerla haciendo muecas con su rostro, pero desiste cuando la ve ponerse peor. Los minutos pasan y logra que su compañera no se desate el cinturón.

-¿Ahora sí puedo, verdad?

Se levanta en un santiamén. Con la parte trasera de su pantalón levemente manchando de pis. Él la sigue para auxiliarla.

-Espera. Acabo de hacer un desastre en mi pantalón. -La escucha decir.

Ve cómo cambia el cartel en la puerta de "Ocupado" a "Desocupado". El espacio es reducido por lo que se aleja un tanto para que ella pueda salir.

-Sabía que no era buena idea. ¿Ahora cómo camino por el pasillo? No tengo ropa aquí. Están en las maletas.

De inmediato, Lachlan se despoja de su abrigo. Lo coloca alrededor de su cintura. Ella se encarga de hacer un nudo con las mangas en la parte delantera.

-¿Qué hago? ¡Está mojado el asiento también! -Se fija ella de regreso a sus asientos.
-Siéntate antes que venga la azafata y pregunte. -Escribe en las notas.
-¡Qué inicio de viaje tan aguado! ¡Todo, todo me pasa! -Se queja.

(...)

-¡Hijo! ¡Aquí estoy!

Lachlan ubica la voz de su progenitor. July le sigue mientras sostiene a Jeremy en su transportador.

-¡Qué bueno verte hijo mío! -Se funden en un abrazo-. ¿Dónde está el bebé y quién es esta mujer?

¿Bebé? ¿Esta mujer?

Mal comienzo...