Capítulo 9

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El sonido de unos pajaritos cantar me despiertan. En un bostezo me incorporó en la cama y con unos cuantos parpadeos recuerdo en donde estoy. Una sonrisa surge en mi rostro al acordarme de lo que pasó anoche. Estuvo muy bien para haber sido mi primera vez, obviamente me dolió algo,pero el amor se sentía, en verdad sentí que hacíamos el amor.
Dirijo mi mirada hacia el lugar vacío de la cama en el que se supone que Ryan tendría que estar, ni siquiera me di cuenta de que no estabá conmigo, y yo esperaba amanecer con el. Doy un profundo suspiro y me dejo caer en el colchón, es imposible no soltar risitas estúpidas. Recuerdos rápidos de nuestros besos y de sus caricias pasan por mi mente y sólo quiero volver a experimentar esos recuerdos; así que sin pensarlo me levanto de la cama para buscar a mi novio. Apenas estando de pie, me doy cuenta de que estoy desnuda y me ruborizo. Jalo una sabana para cubrirme y me dirijo hacia el armario de la habitación en busca de una bata o al menos una toalla. Comienzo buscando en un mueble con cajones y abriendo cajón por cajón; sólo encuentro unos papeles, unas envolturas, y unas cuantas fotos de la familia de Ryan. Ya diendome por vencida abro un último cajón, y en el, encuentro varias cajitas como la que tomo Ryan anoche, y algunas cartas escritas por una tal -J . Eso me desconcierta, sin embargo lo único que hago es guardarme una carta. Okay ,en los cajones no hay nada, así que mi búsqueda por una maldita bata se mueve hacia el closet. Con mucha suerte, por fin encuentro una bata color rojo y salgo de la habitación.

Suspiro; Ryan no esta aquí adentro, probablemente este afuera. Pero mis ganas de más se han ido, y ahora mi estómago es el que ruega que lo alimenten. Me encaminó a la cocina para preparar unos hot-cakes o al menos servirme unos froot-loops, y apuesto a que mi estómago baila de felicidad, pero en eso suena mi célular, y en menos de cinco segundos regreso a la habitación en busca de el. No recuerdo donde lo deje y con toda nuestra ropa tirada en el suelo es más difícil hallarlo sin mencionar que mi estómago ruge más fuerte que un leon.

El célular ha dejado de sonar pero aún así lo sigo buscando, me preocupa que la llamada haya sido de mi mamá; le prometí no llegar muuuy tarde y pues creo que no supe cumplir esa promesa. Me agachó en el piso y busco debajo de la cama, y por fin aparece. Reviso el registro de llamadas y para mi salvación no hay ninguna de mi mamá, pero hay dos de Jess. Oprimo el botón para regresar la llamada, me lo coloco entre el hombro y la mejilla y comienzo a recoger toda la ropa tirada.

-¿Hola?-contesta Jess.

-¡Hola!-le digo con entusiasmo.-¿Pasa algo? ¿Por que me llamaste tan temprano? ¿Sabes algo de mi mamá?-comienzo a preguntar rápidamente.

-¡Oye,oye, oye! Espera, no hagas preguntas tan rápido .-me dice.-Okay... Pues primero sí, si pasa algo, hoy habíamos dicho que entrenariamos todo el día y pues ya pasó medio día, segundo...-sigue diciendo.

-¡¿Que?! No puede ser tan tarde.-la interrumpo.

-Emmm...sí. Es la una de la tarde y tu mamá se la pasó viendo un maratón de NCIS:LOS ÁNGELES hasta que se quedo dormida y en la mañana cuando pregunto por ti, le dije que te habías ido a comprar un jugo de mango y luego se fue a trabajar. ¡Ah! Y tu papá si se dio cuenta de que no llegaste, pero solo me dijo que te dijera que estarías en problemas me informa Jess.

-Bien, gracias por cubrirme y ya voy para allá.-le digo. No me importa mucho lo que me vaya a decir mi papá en este momento, de seguro y cuando me vea se le olvida.

-Si, no hay de que. Date prisa tienes que contarme todo lo que pasó y yo también tengo noticias. Besos Ar.-dice y cuelga.

Con el célular en mano, corro hacia la cocina y allí lo veo.

-¡Amor! ¿Donde estabas?-le pregunto acercandome a él.

-Buenos días preciosa, fui al lago un rato para refrescarme.-me responde y me muerdo el labio. Me hubiera encantado ir con el, nadar juntos y así como de película.

-Me hubieras llevado contigo.-le digo y lo beso, lo beso con deseo, el lo recibe con más entusiasmo y con sus manos en mi trasero me atrae más a él. Más recuerdos de anoche llegan, y suspiro. El solo sonríe.

-Estabás dormidas, no quería molestarte.-dice con un beso más y yo se lo devuelvo.-¿De donde tomaste esa bata?-me pregunta con el ceño fruncido.

-Del closet. Se supone que tendría que traer puesta una playera o camisa tuya, pero me dejaste desnuda.-le digo.

-Talvez me gusta verte así.-dice acercando mas mi cuerpo al suyo y yo sólo me ruborizo.-¿Encontraste algo más? No se, talvez unas cartas o algo así.-me pregunta y se rasca la nuca.

-No.-le miento de manera rápida y cortante.-Amor, necesito ir al centro de entrenamiento; Jess me espera.-digo de manera rápida para cambiar de tema, porque no soy buena mintiendo.

-Si, esta bien, pero primero date un baño y deja te doy algo de ropa de Grace.-me dice y se dirige al cuarto de Grace, su hermana menor. Yo lo sigo. De espaldas se ve más grande, y más por sus músculos sin una camisa cubriendolos.

Al momento de entrar a la habitación de Grace, recuerdo que tengo hambre por el olor a café que se respira. Ryan entra al baño para abrir la regadera y al closet para darme ropa, y en eso suena el vibrador de su celular. El no se da cuenta y de inmediato checo que es lo que pasa. Desbloqueo su célular para encontrar una foto mía dándole un beso de fondo de pantalla y en su registro no aparece ninguna llamada perdida, por lo que se que se trata de un mensaje:
Te veo a las diez.
Han pasado muchas cosas.
Necesito consuelo.
-J

¿Quien es -J?

-¿Pasa algo?-me pregunta Ryan y me sobresalto.

-No, nada. Sólo veía la hora.-le respondo y le doy el célular de vuelta. El se detiene a leer el mensaje y frunce el ceño.

-Ari, no te puedo llevar de vuelta, tengo cosas que arreglar aquí. Te daré las llaves ¿Okay?-me dice nervioso.

-¿Cosas que arreglar? ¿Para que?-le pregunto enarcando una ceja.

-Es que esta noche tengo que ver a alguien y..-me responde.

-¿Tienes que ver a J?-le espeto.

Su expresión cambia a un estado serio y aprieta los puños. Le arrebato la ropa que tiene entre sus brazos y me encierro en el baño.

¿Quien carajos es J?

Mi novio imaginarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora