Capítulo 7

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-Estoy segura que esta temporada haremos llorar a las creídas de Seattle.-le digo a Ryan. Después de la cena, salimos a caminar hasta llegar a los condominios donde está su casita del lago. Justo ahora estamos a la orilla del lago tomados de la mano.

Llevamos unos diez minutos hablando de las competencias que nos esperan en unos días. El equipo de basketball en el que esta Ryan siempre ha ganado el primer lugar, mientras que en el equipo de tennis, en el que estamos Jess y yo, llegamos al segundo o tercer lugar. Lo se, son deportes diferentes, pero se que nuestros esfuerzos son los mismos. Así que nuestro equipo esta decidido a ganar.

-Asi se habla, preciosa.-me dice el.

-¿Que hay de ti? ¿Qué ha pasado con el equipo?-le pregunto. Lo noto un poco callado, algo pensativo. Los diez minutos que llevamos hablando, realmente sólo yo he hablado y el escucha. Y eso me inquieta un poco, el recuerdo de lo que me dijo Jess en el carro llega a mi mente y eriza mi piel ¿Que estará pasando? ¿En que estara pensando?                                                  

-Ya sabes. Lo de siempre: demasiado entrenamiento y el coach quiere volver a ganar, pero la verdad a nosotros no nos interesa mucho si ganamos o no.-me responde. Bueno al menos habló y no fue cortante. Aun así su actitud me tiene nerviosa, todo iba bien en la cena. Pero en cuanto salimos se puso raro.

-¿Te pasa algo?-decido preguntarle.

-No, no pasa nada solo que no quiero hablar.-me dice. No fue grosero ni sono enojado, pero por instinto mi mano se separa de la suya y mis pies comienzan a caminar hacia adelante. El me alcanza y jala de mi muñeca, me volteo y nuestros ojos se encuentran.-No te enojes, solo no quiero hablar.-termina de decir.

-Okay, bueno pues si no quieres hablar ¿Que quieres hacer? no haces nada, no estoy enojada solo me molesta un poco tu actitud ¿Me trajiste hasta aqui solo para cenar y caminar a la orilla del lago?-le reclamo. Me arrepiento un poco de haber hecho y dicho lo que hice y dije. La cena me ha encantado y siento que es hermoso caminar de la mano con tu novio a la orilla del lago a la luz de la luna, pero me molesta demasiado que de repente se ponga así, aparte de que aunque ya estoy más tranquila, sigo algo nerviosa por saber si al fin lo haremos.

El suspira y me acerca mas a el; nuetros cuerpos vuelven a estar igual de juntos que cuando nos besamos antes de entrar al restaurante y mi corazon se altera.

-Quiero bailar.-me susurra al oido. Y mis piernas comienzan a temblar. Me encanta bailar, pero no soy muy buena.

-Sabes que no se bailar, y ademas no hay musica.-le respondo.

-Ya me he acostumbrado a tus pisadas, y de la musica no te preocupes para eso tenemos a la naturaleza.-me dice y no me da tiempo de decir ni una palabra porque el ha comenzado a moverse. Sus manos estan en mi cintura y mis brazos alrededor de su cuello. Ryan se mueve al ritmo del sonido del viento, del agua y de algunos grillos, pero yo escucho la cancion Like I'm gonna lose you de Meghan Trainor en mi mente para poder guiarme. No hay palabras, nuestros ojos lo dicen todo y lo unico que se escucha es el rugir de la naturaleza. Sus pies se mueven agilmente mientras que los míos tratan de seguirlos torpemente. Me rio al ver a mis pies, mis pequeñas plataformas se han ensuciado por el lodo que hay en donde estamos y mis piernas se doblan de vez en cuando.

-No es justo que no dejes que me enoje contigo.-le digo luego de un rato.

-Eres demasiado buena, por eso no te enojas conmigo. Creeme que hay muchas cosas por las que te deberias de enojar.-me dice. ¿Que significa eso? Sólo me enojo con el cuando tiene actitudes como estas, pero en menos de unos diez minutos ya estoy bien con el ¿Me estará queriendo decir algo? ¿Es una indirecta? Dios, me estoy volviendo paranoica.

-Pues no lo creo.-es lo único que digo. El sonríe y me da una vuelta y luego otra y otra. Con cada paso y vuelta que hemos dado, mi cuerpo se encuentra adelante del tronco de un árbol y Ryan esta adelante de mi. Ya no me muevo y sin saber por que me pongo rígida, el lo siente y también se deja de mover. Sonríe. Sonrió. Sus ojos lo dicen todo y en un sólo movimiento nuestros labios se encuentran. Sus labios saben al chocolate del suffle que cenamos de postre, y al principio sus besos son suaves y tiernos, pero de repente su cuerpo empuja al mío haciendome quedar apretada entre el tronco y el. Sus besos cada vez son más fuertes y rápidos, como si tuviera prisa de besarme, como si me fuera a ir.

-Tranquilo, aquí estoy.-le susurro. Todo esta yendo muy rápido, hace unos segundos estábamos bailando y antes de eso estábamos discutiendo, bueno si a eso se le puede llamar discusión.

En un segundo sus labios comenzaron a besar mi cuello y dejaron a los míos con ganas de más. Sus besos son intensos, llenos de fuerza y pasión. Sus manos juguetean con mi falda, y en un abrir y cerrar de ojos, estas ya estan acariciando mis muslos y jugando con el elástico de mis panties. Eso me toma por sorpresa, no me lo esperaba. Me pongo nerviosa y mis pies pierden control. Me he resbalado. Torpe. Soy torpe. Muy torpe.

Estoy en el lodo del suelo soltando carcajadas. Esta situación es rara, vergonzosa y divertida. Veo desde abajo que Ryan se ha ruborizado y se agacha para ayudar a levantarme.

-Lo siento, no quería ponerte nerviosa o hacerte sentir incomoda. Es sólo que...-me dice.

-Shhh, tranquilo. Estoy bien, no pasa nada. La verdad es que disfruté mucho de esos besos y esas caricias.-lo interrumpo. El se ha ruborizado más y eso hace que me sienta orgullosa de mi misma. Ya estoy lista; estoy decidida a llegar muuuy tarde.-Vamonos de aquí.-le susurro en el oído y en su rostro aparece una sonrisa pícara y seductora. Me levanto y de la mano comenzamos a correr hacia las casitas.

¿Son nervios? ¿Adrenalina? ¿Las famosas mariposas? No lo se pero un nudo en mi estómago se ha formado.

Mi novio imaginarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora