Capítulo 11.

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Después de un largo y pensativo camino, he llegado a Ice Yog. Me da vergüenza bajar del carro porque estoy descalza y estoy hecha un desastre o como diría mi abuela, estoy toda fachuda. Me paso la mano por mi cabello y pienso en que hacer. Podría bajar e ignorar a las miradas de la gente, podría bajar y dar explicaciones o excusas por mi aspecto, cosa que realmente no tendría que hacer, o podría llamar a Jess y pasar por el drive thru; si esa es la mejor opción.
Jess, estoy afuera. Estas adentro? Comamos en el carro.
Le envío por mensaje. Y al instante ella me responde:
Okay, deja salgo. Jackson, esta trabajando aquí.
Pongo los ojos en blanco y me rió.
-¡Hey Ar!-me grita Jess que esta caminando hacia la puerta del copiloto vestida con unos leggins negros, una blusa con olanes, unos tomms del mismo color y con su rubio cabello se ha hecho un moño.
-¡Hola Jess!-le respondo el saludo. Ella abre la puerta y entra al carro con una sonrisa que hace tiempo que no veía, y se que se trata de Logan. Mi amiga esta feliz y yo sólo la voy a preocupar. Eso no es justo.
-Y dime ¿Como estuvo la noche de anoche?-me pregunta y me guiña un ojo.
-Si quieres que te la describa en una palabra yo diría que estuvo extraña.-le contesto y me muerdo el labio.
-¿Extraña? Wow, yo me esperaba algo como, no lo se ¿Mágica?-me dice y hace una mueca.
-Si, bueno yo también esperaba algo como mágica, pero toda la noche Ryan estuvo raro.-le digo.
-¿Eso te extraña?-me pregunta y se ríe.
-Hablo enserio, Jess. Ryan me oculta algo.-le digo y comienzo a encender el carro.
-¿Ocultar algo?-me pregunta y suspira. Yo sólo manejo en dirección hacía el Drive thru y me muerdo el labio con más fuerza.
-Si, Jess. Me oculta algo.-le digo un poco desesperada. Que Jess este feliz aveces desespera. Ella es de esas chicas que son mejores cuando no tienen una sonrisa de oreja a oreja.
No hay fila así que pasamos directo a la ventanilla.
-Oye, por cierto ¿Por que estamos en el carro?-me pregunta como si no hubiera escuchado nada de lo que dije.
-¿Acaso no me ves?-le pregunto.
-Ah, ya entiendo.-me dice.
Un chico de ojos verdes y cabello rubio nos atiende y Jess sonríe todavía más. ¿Como es posible que pueda sonreír más? Y en eso entiendo que el chico es Jackson. Y Jackson es un amigo gay de ella.
-Buenas tardes, ¿Que desean ordenar?-nos pregunta.
-Yo un jugo de mango-le digo.
-Y yo una malteada de fresa con crema batida y almendras encima, y que la leche sea light porfavor.-dice Jess.
-Enseguida.-dice Jackson y le grita nuestra orden a una chica, mientras el reposa sus brazos en la ventanilla.
-¿Entonces no hubo acción?-me pregunta Jess.
-¡Jessica! No seas tonta, si no hubiera habido acción, Ari no hubiera descrito a la noche como extraña, la hubiera descrito como horrible.-dice Jackson y me quedo boquiabierta. Ya se como Jess sabe tanto de estas cosas. No hablo mucho con Jackson, porque a Ryan no le agrada casi nada, pero Jess y el son muy unidos, aunque últimamente no se han visto tanto. De repente me llega la duda de como escuchó nuestra charla si todavía no estábamos aquí, pero no le doy importancia.
-¿Entonces? Amiga dinos ¿Por que todo esta raro?-me dice Jess.
Yo miro hacia arriba y me cruzo de brazos.
-Pues, durante la venta estuvo muy romántico, y antes de tener relaciones tuvimos una mini discusión. El no hablaba, y lo que decía sólo me confundía. Después cada vez que me besaba, sentía como si tuviera prisa en hacerlo, y en la mañana encontré mensajes y cartas de una tal J.-digo con rapidez.
-¿Y leíste alguna carta?-me pregunta Jackson.
-No. Mira, yo las encontré en un cajón junto con unas cajitas de condones por accidente en el armario de Ryan y luego tome una precisamente para leerla, pero después al encontrar un mensaje de la tal J en el célular de Ryan, nos enojamos, me bañe y salí sólo con mi célular y las llaves de su carro.-digo frustrada.
-¿Y que decía el mensaje?-me pregunta Jess.
-Algo como: necesitamos hablar, necesito consuelo y nos vemos en la noche.-le respondo.
-¡Apurenle! ¡Tenemos hambre!-nos gritan unos chicos que están atrás.
-¡Si tienes hambre bajate a comprar, estamos ocupados!-les grita Jackson haciendo un movimiento con las manos para así correrlos.
Jess y yo solo nos reímos.
-Bueno, pues no creo que J sea un hombre, porque el mensaje decía consuelo ¿No? Y además no creo que te debas de preocupar tanto, en el caso de que sea mujer; esa mujer puede ser una prima, su abuela, su tía, una amiga o algo así.-me dice Jackson.
-El problema es que sea una amiga.-le digo.
-¿Te ama?¿Lo amas?, entonces debe de haber confianza. Una amiga podría ser como Jess ¿No?-me dice y se rasca la nuca.
Suspiro y sopeso todo lo que me ha dicho. Este chico tiene talento con esto de los consejos, así que supongo que tiene razón.
-Pues creo que tienes razón.-le digo.
-Créeme Ar, el la tiene.-dice Jess y posa su codo en mi hombro.- Oye Jack, ¿Donde esta lo que pedimos?-le pregunta Jess a Jackson y me río un poquito, Jessica sólo piensa en comida.
-¡Ah claro Jessie!-dice Jackson y Jess pone los ojos en blanco, no le gusta que le digan Jessie.
Jackson nos da nuestra orden y luego Jess le paga porque no tengo dinero.
-Piensa en lo que te dije.-dice Jackson y yo asiento.
-Gracias por todo.- le susurro y salimos del Drive Thru.
Tomo de mi jugo de mango mientras pienso a donde voy ir; quisiera ir a una librería, comprar un libro nuevo, aunque tenga en casa muchos sin leer, y por último tumbarme en un sillón. Pero no puedo, no con este aspecto.
-Ar, debes relajarte. Ve a casa, disfruta de un baño y luego duerme. Nada de librerías.-me dice Jess y yo sonrió. Me conoce tan bien, que tan sólo de ver mi expresión sabe lo que pienso.
-¿Que hay de ti? ¿Logan va ir a mi casa a recogerte?-le pregunto.
-No te preocupes por mi, dejame un poco más cerca del boliche, y de allí tomo un taxi.-me responde.
-Espera..¿Dijiste boliche?-le digo y enarco una ceja.
-Este...si, eso dije.-me dice y esquiva mi mirada.
-A ti no te gustan los bolos. Siempre me molestas cuando voy a jugar.-le digo con una sonrisa.
-Talvez ya me gustan.-dice.
-Aja.-le digo con sarcasmo.-¿Entonces al boliche?-le pregunto y ella asiente.
Cruzó una avenida, y luego de unas cuantas calles, estamos un poco más cerca del boliche.
-¿Cuando llegó Logan?-le pregunto a Jess, según yo estaba en Canadá.
-Nunca se fue.-me responde Jess con una sonrisa.
-¿Planeas llegar muuuy tarde?-le pregunto y me rio.
Ella niega con la cabeza y también se ríe.
-No seas tonta, Ar.-me dice.
-Lo siento.-le digo y suspiro. No quiero llevarla al boliche, no tengo ganas de estar sola; pero Jess merece salir con Logan, aunque este sea un idiota, porque ella se ha quedado sola cuando salgo con Ryan.
-Si quieres dejame aquí.-me dice.
-No seas ridícula, sólo faltan cuatro calles.-le digo.
- Si, pero tendrás que darte toda una vuelta y por allá están arreglando no sé que cosa.-dice Jess y yo sólo niego con la cabeza.
-Esta bien, Jess. Si quieres que te deje aquí, sólo deja me acercó a la banqueta.-le digo y me acerco a la banqueta.
-Gracias, Ar.-me agradece y se despide con un beso en la mejilla.
-Diviertete.-le digo, ella sale del carro y luego cierra la puerta.
No camina, creo que espera a que me vaya, así que eso hago.

Mi novio imaginarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora