Capitulo 15

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Faltaban pocas semanas para comenzar a asistir a Hogwarts, Severus confiscó los productos de bromas que Sirius regaló a los niños: Unos 4 dulces de "Hipotós", caramelos que inducen un ataque de hipo cuando se ingiere; 2 jabones con huevos de rana, los cuáles eclosionan al tocar el agua, haciendo que el jabón estuviera lleno de renacuajos y posteriormente ranas por doquier, Severus tuvo que reconocer que el crecimiento acelerado tenía sus méritos. También una bolsita de Polvos para eructar y una taza de té de aspecto ordinario que había sido encantada para morder la nariz de cualquiera que intentara beber de ella, él fue víctima de está broma al igual que su esposa.
«Los niños bromistas no nacen, se hacen. Por lo general, un niño bromista es un niño con gran sentido del humor, un niño extrovertido y creativo que disfruta riéndose y haciendo reír, cualidades socialmente muy atractivas siempre que se sepan manejar.» dijo Eleanor ante el tema, lo que a Severus preocupaba justamente es que no supieran manejarlo con las malas influencias cercanas.
- Pero papá, son fundamentales para nuestra socialización y ser respetados.
- Eso es absurdo - respondió el mago adulto.
- El tío Sirius dice - comenzó a explicar Chris y fue detenido por su padre con un gesto.
- Debí imaginar que su "tío" estaría involucrado - gruñó Severus.
Sinceramente no estaba a favor de que los Merodeadores fueran considerados "tíos", así sean los encargados de Harry. Menos aún apreciaba que quisieran adoctrinar a sus hijos con su decálogo de los Merodeadores, lo que menos quería era que alguno de sus hijos se pareciera a ese grupo de matones.
- No creo que tengan el criterio para saber utilizar estos artículos.

Eleanor escuchó las quejas y se acercó para ver qué sucedía, su hijo menor estaba entretenido con las mariposas entre las flores, los gatos al igual que los perros dormían al sol y Marcus no se sentiría solo en ese rato.
- Cuándo se trata del humor de los niños, tenemos que ser pacientes - dijo a Severus - Las bromas les ayuda a entender las normas sociales. Los temas escatológicos cómo las pedorretas, las cacas, etc., ganan popularidad.
- ¡Mamá no somos así! - se quejaron los niños con cara de asco.
Eleanor se rió de buena gana, contagiando a Severus, que pese a su control, las expresión de sus hijos le pareció cómica.
- A los 2 años ustedes comenzaron a taparse la nariz y fingir que tiraban la basura mientras se doblaban de risa.
- ¿Eso qué tiene que ver? - cuestionó Liam.
- No mucho, simple nostalgia. ¿Por qué tienen que crecer tan rápido? - dijo Eleanor acariciando sus cabezas.
- Bien - suspiró Severus - Si prometen ser responsables y no lastimar a otros, consideraré devolverles esos artículos para que los lleven a Hogwarts.
- ¡Promesa! - respondieron juntos.

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En verano la Heladería Florean Fortescue era uno de los lugares TOP del Londres mágico, el mismo Florean Fortescue servía a los clientes, historiador de profesión disfrutaba de tener su propio negocio. Esta heladería tenia una iluminada terraza donde los clientes podían mirar el panorama del Callejón.
Severus dejó que los niños fueran a la heladería con Remus, él estaría controlando los asuntos de su Botica.
Chocolate fue el sabor común en la elección de los helados.
- Quédate quieto Marcus, te manchaste la ropa - dijo Harry limpiando con una servilleta el rostro de su primo.
A lo lejos Harry reconoció a los gemelos Weasley con Charlie, se emocionó al verlos y a la vez lo consideró extraño, por lo que sabía Charlie debería estar en Rumania. Por la dirección que tomaban debían de estar yendo Gambol & Japes, el local de artículos para bromas del Callejón Diagon, aunque él sabía que tendrían más predilección por Zonko en Hogsmeade.
- Harry ¿vas a ir al cumpleaños de Hugh? Nosotros vamos regalarle "Street Fighter II", él mencionó que lo quería - dijo Chris
- Su papá prometió darle una nueva consola para videojuegos, nos invitó a jugar pero todavía no sabemos si podemos ir - acotó Liam - Pregunta mucho sobre la nueva escuela, creo que nos va extrañar.
- Iré a despedirme, quizás sea la última vez que podamos vernos. No sé si mantendremos contacto en vacaciones.
- Ah, claro. Sería extraño que una lechuza lleve una carta y Hogwarts no tiene teléfonos - comentó Liam más pensativo.
Los chicos llevaron un pote helado para compartir en su casa, Severus los recibió en su negocio con aire cansado.
- Diez minutos y nos vamos. Debo anotar unos pedidos y quedó libre - expresó Severus.
- No hay problema, yo los cuido - respondió Remus.

Vida en caleidoscopio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora