Capítulo 12

52 20 11
                                    

Capítulo 12

Edward

Aquí estoy, lamentándome, sintiéndome invadido por la rabia y la impotencia. Me culpo por haberme dejado llevar y soltar cosas que probablemente me arrepentiré de decir mañana. ¡Oh, vaya mierda! No puedo ni controlar mis propios sentimientos. Qué talento tengo.

Decido que lo mejor es ir a la barra y seguir emborrachándome. Como dice el sabio refrán, "el alcohol es el mejor amigo del hombre". Pues adelante, alcohol, sé mi mejor amigo.

***

Aquí estoy, sentado en mi trono de estupidez, arruinando mis vacaciones con estilo. Me siento mareado y me levanto del taburete mareado. Decido que es hora de buscar a alguna chica para ligar, pero esta vez no voy a aceptar un rechazo. Estoy harto de jugar a las idas y venidas, es momento de ser directo. Me dirijo a la pista de baile y me acerco a una chica dispuesto a soltar mi pregunta épica.

—¿Te gustaría acompañarme a casa?

Sí, puede sonar un poco empalagoso, pero algunas me miran con cara de terror, otras se ríen y solo necesito que una de ellas diga que sí para convertirme en el héroe de la noche.

Algunas sueltan palabras en español que intuyo que no son precisamente cumplidos cariñosos. ¡Qué bien! Me importa un bledo. Sigo preguntando, alguien tiene que caer en mis redes. Dios, estoy completamente borracho, me divierto con lo patético que me veo en este momento. Y las luces parpadeantes solo añaden a mi aura de seducción.

—¿Quién quiere tener la suerte de pasar la noche conmigo? — insisto con otro grupo de chicas, y ellas simplemente se ríen. —No bromeo, chicas, no suelo defraudar. Vámonos ahora mismo...

Pero de repente siento un empujón, es mi mejor amigo, James.

—¿Pero qué demonios estás haciendo? — pregunta mientras intenta ponerme en mi sano juicio.

—¿Yo? ¿Qué hago yo? ¡Suéltame! — logro zafarme de sus manos agarradas a mi camiseta.

—¿Qué te pasa? Vas por ahí preguntando a las chicas si quieren ir a tu cama, ¿estás loco o qué? Además, estás completamente borracho — se enfada.

—¿Y a ti qué te importa? Déjame en paz — le esquivo y me voy, ya estoy harto de sus sermones. Salgo de ese antro y lo empujo mientras paso.

¡Vaya vacaciones, Ed! Desde el primer momento supe que esto sería una basura, que no debería haber venido. Mi intuición nunca falla.

Finalmente llego a la salida del dichoso lugar. Salgo y me dirijo a la misión de encontrar un taxi y largarme de aquí de una vez.

—Ey, Ed, ¡espera! — escucho la voz de James a lo lejos.

Giro la cabeza y me detengo, no tengo ganas de escuchar más sermones.

—Espera, ¿qué te pasa? Vale que estés borracho, pero esto no es típico de ti, algo te está pasando. Cuéntame qué es.

—No me pasa nada, ¿ok? Solo que este lugar es una mierda, la gente es una mierda, desde el principio no quería estar aquí y mira, ahora me ves, siguiéndolos como un idiota.

James niega con la cabeza, él me conoce bien, pero ¿qué diablos le puedo decir cuando ni yo sé qué me pasa?

—Vete a descansar, ya hablaremos mañana cuando estés más lúcido — dice acercándose y dándome un abrazo rápido.

Se aleja hacia la discoteca. James no es de pelear ni le gustan los conflictos, así que no tiene sentido enfadarme con él por algo que ni siquiera es su problema.

BoomerangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora