Capítulo 53

12 1 0
                                    

CAPÍTULO 53

Flor

Estoy compartiendo con Nic toda la odisea del regalo que le he dado a Ed. Cada vez que repito la historia, siento que mi garganta se tensa, como si cada palabra me costara soltarla.

—Flor, es asombroso lo que han creado juntos —me dice mi amiga, sujetando mis manos con cariño.

—Sí, lo sé —respondo con un atisbo de complacencia en mi voz ante su elogio.

—James y yo también hemos superado cosas similares, y mira dónde estamos ahora, a punto de irme con él —afirma con emoción en sus ojos.

Asiento, no porque realmente crea que nosotros tendremos el mismo destino, sino más bien por cortesía. No logro imaginar a Ed y a mí logrando la misma hazaña. La distancia y las complicaciones son demasiadas. Decido apartar esos pensamientos negativos y enfocarme en la conversación.

—¿Has hablado con tus padres? —inquiero a Nic, con la intención de cambiar de tema.

—Sí, precisamente quería mencionarte eso. Vendrán la próxima semana para conocer a James. Nuestros padres han estado en contacto y parece que ambos aprueban esta relación —me informa con aún más entusiasmo en su voz.

La abrazo, realmente contenta por ella y por la aventura emocionante que está a punto de vivir con el chico que ama.

—¿Ya tienes planes concretos para cuando estés allá? —pregunto, curiosa, mientras sigo disfrutando mi taza de café.

—Aún no lo tengo claro, pero lo descubriré una vez esté allá —responde sin darle mucha importancia—. Lo más importante es que estaré a su lado —suspira, como una verdadera romántica empedernida.

Asiento, pero vuelvo rápidamente mi atención a mi taza de café, intentando evitar que mi mente divague hacia lugares que pueden lastimarme.

—¡Ahí viene el cumpleañero! —exclama Nic, y giro en mi asiento para confirmar que es Ed quien entra en la cocina.

—Ajá —responde Ed con una serenidad fingida, rodeando mi cuello con sus brazos y dejando un beso en él.

Sonrío ante su gesto, observándolo mientras se dirige hacia la cafetera. Cada vez que lo miro, me doy cuenta de lo hermoso que es. Esos shorts deportivos y las camisetas holgadas que usa le sientan de maravilla, realzando sus brazos firmes y definidos. Su cabello ligeramente alborotado y sus intensos ojos verdes me atrapan sin excepción cada vez que cruza su mirada con la mía.

—¿Qué te sucede? —pregunta con humor al verme observándolo como si fuera un espectáculo.

Niego levemente con la cabeza, sintiéndome atrapada en el acto. Él sonríe con picardía y se acerca para darme un beso.

—Entonces, Ed, ¿qué tienes planeado hacer hoy? —interroga mi amiga.

—¿Debo contarte la versión +18 o la apta para todo público? —responde con un toque sarcástico en su voz.

—Mejor la versión apta para todo público—responde Nic, riendo ante su comentario.

—Pues, en realidad, no mucho —comenta Ed finalmente mientras se sienta junto a nosotras en la barra.

—Creo que habría preferido escuchar la versión +18 en ese caso —añade Nic, guiñándome un ojo cómplice antes de retirarse de la cocina, dejándonos a solas.

Ed toma mi mano y roza suavemente su boca contra mi tatuaje.

—Te amo —dice, dejando otro beso en mi muñeca.

BoomerangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora