Capítulo 50

9 1 0
                                    


CAPÍTULO 50

Ed

La verdad es que su deseo de tatuarse me ha tomado completamente desprevenido. Admiro el gesto, es un paso que no anticipé, y en realidad, me encanta. Esta fecha ha estado envuelta en un significado oscuro a lo largo de mi vida, como le he explicado. Pero las casualidades, o quizás las causalidades de la vida, me han llevado a enamorarme de una chica que comparte esta fecha como su cumpleaños, otorgándole así un nuevo y hermoso significado.

Llegamos a casa, y nos sumergimos en un silencio cómodo pero necesario. Estamos tratando de asimilar todo lo que ha sucedido en estas últimas semanas. Activo el mando a distancia para abrir la puerta de la garage y entramos a la casa. El motor se apaga y miro a Flor, quien está observando su tatuaje.

—¿Qué pasa? —pregunto con cierta inquietud.

—Me gusta, no te preocupes —responde en un tono tranquilizador.

No puedo evitar sentirme aliviado al escuchar sus palabras. Me acerco a ella, tomando su rostro entre mis manos, y vuelvo a perderme en sus labios. Nos separamos suavemente y finalmente salimos de la camioneta.

Cruzo mi brazo alrededor de su espalda y caminamos hacia el patio, donde la música suena en el aire. Los chicos están divirtiéndose en la piscina, y al lado hay unas chicas que no reconozco. Apenas nos ven llegar, sus miradas se posan sobre nosotros. Flor me mira con sus ojos llenos de curiosidad.

—No tengo ni idea de quiénes son —digo con honestidad.

Flor asiente, aparentemente satisfecha con la respuesta, y continuamos hacia donde están James y Nic, quienes parecen estar muy ocupados compartiendo saliva.

—Hey, ¿qué estás haciendo? —le doy un golpecito en la espalda a James, quien se sobresalta.

—¿Qué? —pregunta desconcertado mi amigo.

—¿Y? A ver...—dice ansiosa Nic agarrando mi mano—. ¿October 21?—indaga mirando a Flor—. Awww, si al final resultaste ser un romántico— dice levántandose de su lugar y abrazándonos a mi y a Flor la vez.

—¿Qué es? —pregunta James confundido.

—Es el cumpleaños de Flor —informa Nic.

—Ah, ¿sí? —indaga mi amigo, siendo consciente del otro significado de esa fecha.

—Y yo también... —dice Flor, levantando tímidamente su mano.

—¡¿Te has tatuado?! —exclama Nic incrédula.

—Sí —asiente Flor, sonriendo mientras su amiga levanta la mano y compara nuestros tatuajes.

—Si él se tatuó tu cumpleaños, ¿por qué no te tatuaste el de él? —indaga Nic divertida—. Debes tener tu ego allá arriba ¿eh?—añade riendo.

Flor sonríe y me mira y la traigo hacia mi besando su frente.

***

Mañana es mi cumpleaños, voy a estar cumpliendo mis 22 años. Todo el mundo me ha estado preguntando qué tengo planeado para el día, pero si pudiera expresarlo en voz alta, mi verdadero deseo sería pasar el día entero con Flor, hacerle el amor hasta ya no poder más, y luego recostarnos en la cama para disfrutar de alguna serie o película, mientras dejamos a un lado el hecho de que me alejaré de ella en apenas una semana.

Son las 3 de la tarde. Anoche salimos a una discoteca, y debo admitir que bebí un poco de más y fumé un poco de hierba. Mi cabeza no es precisamente un ejemplo de claridad en este momento. Flor ha sido paciente y comprensiva con mi estado de ebriedad, y me ayudó a meterme en la cama. Luego de eso, todo es un poco difuso. Recuerdo haber soltado algunas insinuaciones subidas de tono, a lo que ella respondió con risas y, sabiamente, frenó mis instintos de querer desvestirla en pleno umbral de la casa. Claro, habría sido un espectáculo memorable para cualquiera que lo hubiera presenciado. Después de todo, no somos los únicos habitantes de esta casa. La convivencia con tantas personas tiene sus limitaciones.

BoomerangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora