Boomerang

Capítulo 37

CAPÍTULO 37

Flor

Mi teléfono no deja de vibrar en mi pequeño bolso. Lo saco y veo que tengo tres mensajes con vídeos de Nate. Abro la conversación y veo los vídeos de la fiesta. Mi corazón comienza a acelerarse al ver una panorámica de la gente bailando, y en el enfoque, Ed y yo besándonos y bailando como lo hicimos hace un rato.

Son tres vídeos cortos que capturan toda la secuencia, donde nos reímos, nos besamos y bailamos juntos, pegados el uno al otro. Debajo de los vídeos hay un mensaje de Nate.

Nate: ¿Cómo lo están pasando? ¿Era esto de lo que querías hablar conmigo? Me has decepcionado, Flor.

Siento que me falta el aire y miro a Ed, quien me observa con preocupación. Las lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas. Necesito salir de aquí.

Salgo corriendo entre la gente, con el corazón latiendo desbocado.

— ¡Flor!—escucho la voz de Ed detrás de mí.

Él me alcanza y me detiene frente a la casa.

—¿Qué sucede?— pregunta, con su rostro lleno de preocupación.

Me abrazo a su pecho y comienzo a llorar sin control, sintiéndome culpable y angustiada por toda la situación. Apretando el teléfono con fuerza en mis manos, no puedo detener las lágrimas.

—Flor, di algo. Me estás asustando— empieza a decir él, visiblemente inquieto.

—¡Flor!— escucho a Nic acercarse también hacia nosotros.

Desbloqueo el teléfono temblorosa y, sin decir nada, se lo paso. Ellos ven los vídeos y se miran entre sí, perturbados.

—¿Quién hizo esto?— pregunta Ed, ahora con furia en su tono de voz.

—Oh, Flor— expresa mi amiga abrazándome.

Ed se agarra del cabello y empieza a caminar nerviosamente de un lado a otro.

—Se lo quería decir, Nic. Es toda mi culpa. Debería haber manejado todo de manera diferente— me culpo y me castigo a mí misma.

—No, no es tu culpa. No puedes culparte por lo que sientes— responde mi amiga consolándome.

—Tenemos que averiguar quién hizo esto— continúa Ed indignado.

—¡Qué más da, Ed! Ya está hecho— comenta Nic sin dejar de abrazarme.

—¿Qué más da?— pregunta furioso a mi amiga— Voy a arrancarle la cabeza a quien haya sido— añade, ya fuera de control.

—No ganas nada con eso, ¿lo sabes, verdad?— dice Nic, también enfadada.

Veo a Ed pasearse de un lado a otro, agarrándose fuertemente el cabello.

—La verdad, Flor, me importa poco que se haya enterado— comienza a decir Ed sinceramente—. Lo que me molesta es que quien lo hizo, lo hizo para molestarte.

Miro a Nic y veo la compasión en su rostro cuando me mira.

—Voy a llamarlo— logro decir.

—Tal vez no sea el mejor momento— responde mi amiga.

—Necesito hablar con él, Nic— intento hacerle entender a mi amiga.

Miro a Ed y veo cómo gira el cuello de un lado a otro, sin decir nada al respecto.

—Me quedo aquí contigo, ¿quieres?— pregunta mi amiga amorosamente.

—No, quiero hacerlo sola. Voy a subir— respondo, dirigiéndome hacia adentro.