🥀_Destiny_🕯️

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La música acompañaba a ambos cuerpos que se movían al compás de la melodía, el más pequeño apoyó su rostro en el pecho de su acompañante, solo eran ellos dos en medio de ese salón, porque los demás invitados se encontraban en el salón principal.

- me dejarías ver tu rostro, cariño mío - pidió - o al menos decirme el nombre del ahora dueño de mis tan hermosos sueños - habló en su oído.

- yo... - dijo bajo, pensó por un momento en ello, llevaban meses viéndose en cada baile de máscaras que se organizaba, pero ninguno se atrevía a revelar su rostro o su nombre, pese a que en cada encuentro terminaba más enamorado de aquel joven por tan bellas palabras que le dedicaba, pero llegó a la conclusión de que no debía revelar su nombre, sea quien sea el joven que lo sostenía entre sus brazos, no debía saber que era el hijo del gran General Park, no podía dejar su apellido en entredicho y causarle esa vergüenza a su amado padre - me llamo... Jae - respondió al final.

- Adorado, Jae. Ahora eres el dueño de mis suspiros, caí encantado por la belleza de tus ojos y la inocencia de tu mirada - seguía halagándolo.

Llevaban varias canciones que bailaban juntos y pese al cansancio de sus pies no quería dejar los fuertes brazos de su compañero.
Durante todos esos bailes, el mayor se encargó de, como dijo su primo, endulzarle el oído al pequeño y de esa forma acelerar sus planes, porque debía tener otra alternativa en caso de que el embarazo de su esposa no llegue a término, lo cual era ya muy probable debido a que en la última semana el doctor pidió que mantuviera reposo absoluto debido a los dolores que empezó a sentir en el último mes.

- y tú, ¿cuál es tu nombre? - preguntó su compañero curioso, aún manteniendo sus ojos cerrados.

- para ti, mi dulce niño, solo seré tu amor. Los nombres y apellidos no importan en estos momentos, solo tenerte junto a mi y no dejarte ir esta noche - sonrió.

- no me parece justo que tú quieras saber mi nombre y yo no sepa el tuyo - respondió Jimin, esta vez mirándolo fijamente.

El contrario rió y sujetó sus mejillas - mi niño - habló acercando su rostro al del pequeño - si me miras con esos hermosos ojos tuyos no puedo negarme a responder todo lo que desees, mi nombre es Jungwo - respondió a la pregunta y vio la adorable sonrisa que adornaba el rostro contrario.

Siguieron en silencio bailando las demás melodías que se oía de fondo. Pasaron los minutos y Jungwo volvió a hablar.

- cariño mío - le llamó y este lo observó - cuando podré ver tu hermoso rostro y apreciar completamente tu belleza - pidió.

- Yo... - respondió Jae - no lo creo posible, mi posición y la de mi familia no me lo permiten - respondió cabizbajo.

- Lo entiendo, estoy en el mismo dilema, pero por ti mi hermoso niño lucharé por este amor; ya que soy un tonto enamoradizo que cayó en tus encantos y ahora solo te pide que nos sigamos viendo clandestinamente en estas fiestas, por favor, no me prives de tenerte conmigo y asiste a los siguientes bailes que se organizarán en el reino. Estaré en cada uno de ellos esperando por ti - dijo y se acercó sutilmente hasta dejar un pequeño beso en los suaves labios de su "amado".

Jae se sonrojó fuertemente, aun no se acostumbraba a los efusivos besos de su amor, pero le correspondió siendo sostenido con mayor posesividad. Ese joven de nombre Jungwo aceleraba su corazón y le decía las palabras que siempre quiso oír. Su corazón que buscaba desesperadamente ser amado cayó lentamente en los encantos y las dulces palabras de quien solo buscaba su beneficio y mantener su posición.

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- Jiminnie, ya despierta - lo llamaba - nuestra madre nos espera en el salón, ¡YA DESPIERTA! - le gritó y con ello logró despertar a su pequeño hermano.