XIV

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La orquesta tocaba una melodía romántica, ideal para aquellas parejas enamoradas que bailaban en el gran salón. Sin embargo, en esa habitación, la pareja había dejado de bailar hace un momento, el pequeño y delgado joven soltaba pequeños suspiros dejándose hacer por su acompañante quien dejaba húmedos y sonoros besos en la piel descubierta de su pecho.

-pa...para, por favor- pidió el menor.

- mío - repetía su pareja, dejando más besos que luego se tornarían rojizos, marcando la piel del joven.

- Jung... Jungwo- lo llamó al sentir como iba abriendo su camisa, dejando al descubierto aún más la piel de su pecho.

- eres tan hermoso - le respondió dejando cortos besos en sus clavículas- y tan mío, cómo esperas que me quede tranquilo, si llegaste vestido con un traje que definía tan bien tu figura y el traer descubierto tu cuello me enloqueció aún más, queriendo dejar mi marca en esa piel tan blanca y suave - habló.

El pequeño logró separarse de sus brazos y lo miró mientras su respiración era agitada y abrochaba su camisa.

- fue mi hermano quien insistió en que vistiera así, solo quería sorprenderte- respondió el menor ruborizado.

- fue una agradable sorpresa - dijo volviendo a sujetarlo de su cintura - estoy loco por ti - siguió hablando- muero por tenerte en mi cama esta noche - dijo pasando su nariz por la curvatura de su cuello.

El menor se asustó por un momento de solo imaginarlo y se separó de inmediato de su pareja.

- yo... yo no me siento listo - dijo en voz baja.

Jungwo lo miró por un instante y se alejó.

- creo que es algo tarde, no es así- dijo y el pequeño sabía que esa frase era dicha cuando su encuentro terminaba.

Caminó lentamente hasta estar cerca de su amado, pero este solo le dio la espalda, por lo que entristecido salió de aquel salón.
El joven Jungwo por su parte, se quedó en la habitación y una vez se cerró la puerta, soltó un suspiro de frustración.

- llevo meses en este juego y aún no consigo nada- dijo con molestia.

- quizá deberías cambiar de jugador - respondió una voz a sus espaldas.

Jungkook, asustado, giro de inmediato y vio a quien le habló.

- qué haces aquí- preguntó.

- supe de la fiesta y quise venir - dijo con simpleza y recibió una mirada seria de su primo - si te preguntas si te estuve espiando, te equivocas, no vi lo que hicieron. Solo ingresé apenas vi al muchacho salir y estabas tan distraído que no lo notaste y oí lo que dijiste- explicó.

- me refería a la fiesta ¿no estabas casado? - cuestionó nuevamente -esta es para aquellos no emparejados- dijo.

- y tu esposa está en el castillo recuperándose aún de su pérdida- contradijo el recién llegado riendo.

- creí que dijiste que tu esposa era lo que tanto buscaste, rechazaste al hijo de los Park por ella, esperé al menos fidelidad de tu parte, no hallarte aquí buscando una aventura - dijo Jungkook.

- en nuestros encuentros sentí aquello, que ella era lo que buscaba, pero el día de la boda - suspiró- me imaginaba un encuentro apasionado, que nuestros aromas al fin se mezclarían, que mi lobo por fin despertaría y la reclamaría como la pareja que por tanto tiempo busca, pero no fue así- dijo bajo - durante las noches esconde su aroma de mi, no entiendo eso - contaba- porque durante las noches no encuentro su aroma en su piel, pese a que su aroma está por toda la casa - se preguntaba.

🥀_Destiny_🕯️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora