Me encuentro sentada debajo de un árbol frondoso, sus hojas crean una sombra refrescante que me cubre del sol, pequeños rayos de luz traspasan los huecos entre las hojas, el día es soleado y el viento sopla con tranquilidad. Lleno mis pulmones de una gran cantidad de aire y lo expulso con suavidad, mi cuerpo se siente relajado y la paz en el ambiente es acogedora.
Mi vista es dirigida a mi lado derecho, permitiéndome visualizar a aquella ojiverde de dudosa procedencia. Puedo notar que está mirando el paisaje con detenimiento, admirando cada parte de este y disfrutando de la armonía entre las dos.
Gira su cabeza hacia mí y una radiante sonrisa se forma en su rostro; automáticamente sonrió igual. Ella cierra sus ojos y comieza a acercarse para unir nuestros labios; repito su acción, pero de un momento a otro, siento su ausencia.
Inmediatamente abro mis ojos y efectivamente, ya no está.
Confundida, me levantó del césped y miro de un lado a otro en mi alrededor intentando encontrarla, pero no hay nada más que un campo con árboles en sus proximidades. Grito su nombre, pero no hay respuesta; lo intento una y otra vez, pero no consigo nada, el silencio reina en todo el lugar.
La desesperación y preocupación empieza a entrar en mi sistema, quiero correr a buscarla pero es inútil, desconozco el sitio en el que estoy, no sé a donde ir o donde comenzar a buscar. El miedo y la angustia me hacen sentir que pierdo el control, me siento de apoco en el césped nuevamente y tomo mi cabello entre mis manos en símbolo de frustración.
El silencio en el entorno se ve afectado por una voz, pero no logró distinguirla, levanto mi vista con la intención de escuchar con mayor claridad y esta vuelve a hacer acto de presencia. La voz retumba como un eco y puedo identificarla.
Es la voz de Poché.
Comienzo a correr con velocidad hacía su llamado. Me acerco a los arboles y puedo oír como la voz proviene del bosque; sin pensarlo dos veces, me adentro en el. Vuelvo a correr y cada vez más puedo sentir su cercanía, los gritos se intencifican y mi velocidad aumenta.
Salgo de entre los árboles y puedo ver a...
La carretera.
La misma carretera del día que conocí a Poché. Observo el panorama, es de noche.
¿En qué momento oscureció?.
El sonido de un auto frenando llama mi atención, volteó en dirección a la carretera y logro ver un auto de color blanco... Como el mío.
A simple vista parece que el modelo es exactamente igual. La curiosidad se adueña de mis pensamientos así que decido acercarme, salgo por completo de los árboles y fijo mi vista en el lado del conductor, quedo estática.
¿¡SOY YO!?
Tallo mis ojos con fuerza, como si lo que acabo de ver fuera obra de una alucinación; pero no lo es, estoy ahí, sosteniendo el volante esperando a que el semáforo cambie a verde.
¡¿Cómo puede ser esto posible?!
Un crujido logra captar mi atención, giro levemente mi cabeza en dirección al proveniente sonido de un arbusto.
No lo puedo creer.
Poché sale corriendo del arbusto y se detiene un momento apoyándose en sus rodillas, su respiración es agitada y el terror es notable en su rostro, lleva puesto lo mismo que aquel día. Mi mente comienza a atar cabos y deduce que está reviviendo la misma escena de aquella noche solo que ahora como un espectador.
Dirijo mi vista hacía mi yo dentro del auto sabiendo que saldrá a ayudarla; pero no lo hace, sólo la ve fijamente.
"¿Qué haces?, Sal de ahí", dije en mis adentros.
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A r c a n a | Caché
Romance"Me arriesgue a ayudarte sin conocerte, sin saber tu nombre, sin saber tu paradero, sin saber tus intenciones. Un verdadero enigma." - Lee el Prólogo para adentrarte más en la historia - Historia 100% creada por mi © Derechos de @NCacher