Capítulo 4 - Avance a Medias

472 52 3
                                    

–No voy a decirte– reí internamente por su respuesta, ah mira, que fácil.
–Se puede saber ¿Por qué?–
–Por que... si te lo digo, investigaras más de mi y... una vez conozcas de do... dónde vengo, me regresarás ahí. Yo no quiero eso...– tenía un buen punto, no podía discutir eso con ella.

-  ✧*。-

–Esta bien... bueno, si no confías en mi para decirme tu nombré, ¿Cómo puedo llamarte?– le pregunté.
–¿Po...ché...?– dijo algo dudosa al revelarme ese "nombre".
–¿Poché? Bueno me sirve, no tienes que explicarme por qué ese nombre si no quieres.–

~ [ • • • ] ~

El timbre de mi casa sonó sacándome de mis pensamientos, tomé mi celular para revisar la hora dandome cuenta de lo rápido que se me paso el tiempo.

~ 8:30 p.m. ~

¿Quién vendría a esta hora? Yo no estaba esperando a nadie. Me levanté del sofá dirigiendome a la puerta para abrirla y descubrir quién era mi visita inesperada.
Johann sonriente al otro lado de la puerta me saludó –Danii!!!– dijo emocionado, abrazándome. Sonreí girando los ojos por lo dramático que había sonado, correspondí a su abrazo y después me separé de el dándole pasó para entrar a mi casa.
–¿Qué haces aquí Joxi?– pregunté.
–Pues verás... Olvidaste poner tu alarma, te levantaste tarde, no fuiste a trabajar, te caíste en medio de la llamada que tuvimos hoy, mencionaste tener un asunto que atender para no asistir a la empresa y por lo que veo, estás muy tranquila sin ningún problema. ¿Cuál fue el "asunto" que estabas arreglando?– cómo le explicó que tengo una desconocida bañándose allá arriba.
–Eh...– estaba apunto de hablar, pero Johann me interrumpió.
–Calle, ¿Quién es la chica?– pregunto confundido, mirando detrás de mi. Me dí la vuelta visualizando a la chic... Digo, Poché.
Una ojiverde con cabello húmedo debido a su reciente ducha, se encontraba bajando los primeros escalones pero al ver a Johann se detuvo, tenía una expresión de miedo, otra vez, pero por alguna razón se le veía más asustada por ver a Johann.
–Poché, ¿Estás bien?– le pregunté acercándome más a las escaleras, Johann se posó al lado de mi estando igual de cerca, pero ella solo retrocedió con miedo.
–¿Por qué me tiene miedo?– me preguntó Johann susurrando.
–No solo contigo, también conmigo se siente asustada pero por alguna razón tú le aterras más– le respondí de igual manera. –Johann, ¿Puedes traer un vaso con agua?– éste asintió dirigiéndose a la cocina. Una vez desapareció Johann de la sala, Poché bajo por completo las escaleras.
–¿Va... a... llevar...me?– preguntó la ojiverde.
La mire sin entender a que se refería –¿Por qué haría eso?– le pregunté. Cuando estaba apunto de responderme Johann salió de la cocina con 2 vasos de agua, Poché automáticamente se puso detrás de mi como si de un escudo se tratase.
–¿Ya me vas a decir quién es la chica?– dijo mi amigo bebiendo de su vaso.
–No lo sé– respondí con sinceridad.
–¿Cómo así?–
–La encontré ayer cuando venía camino a casa, salió del bosque corriendo y mientras estaba tomando aire un auto casi la atropella pero la ayude para que eso no pasara, la chica no tenía a donde ir ni ningún familiar u amigo cercano al cuál llamar, así que sin alguna otra opción la traje a mi casa–
–¿Por qué no llamaste a la policía o algún otro servicio público?–
–No sé, no lo pensé, aparte se veía bastante asustada como para abrumarla más con el interrogatorio que le harían si llamaba a la policía– respondí.
Johann suspiró en señal de compresión, su mirada fué hacía Poché que seguía detrás de mi.
–¿Por qué me tienes miedo?– Poché no respondió. –Yo no voy a hacerte nada te puedo ayudar también, soy amigo de Dani y si a ella le agradas, a mi también– Dijo Johann con tono amable y una sonrisa, Poché asomó su cabeza por encima de mi hombro, mirando a Johann.
–¿No me... vas a llevar...?– preguntó temerosa.
Mi amigo río por lo bajo para si mismo –No, solo vine a ver como estaba Calle y saber el por qué de su ausencia en el trabajo– Poché se posó al lado de mi, eso sí, manteniendo un poco de distancia conmigo.
–¿Como te llamas?– preguntó mi mejor amigo.
Ha! Suerte Johann Vera, la chica enigma no te lo dirá tan fácilmen... –No... No puedo decirte mi nombre real pero... Pu... puedes decirme Po... ché– ¡¿QUE?! ¡¿ASÍ NOMÁS?! ¡¿Cómo fue esto posible?!
–¿Poché? Muy bien te llamaré así– Estaba impactada por la confianza repentina de Poché. –Calle ¿Estás bien?– me preguntó Johann
–Si... No te preocupes– me reuso a aceptar esta injusticia. –Muy bien Johann, ya es tarde mañana debemos trabajar y yo tengo que solucionar este embrollo para saber que haré con Poché– dije semi-empujandoló hacia la salida.
Jajajajaja, claro Calle, solo una cosa–
–¿Qué pasa?– pregunté curiosa.
–Te das cuenta que a esa chica le pasó algo para que tenga ese comportamiento, ¿No?–
–Si lo sé Johann, pero no puedo obligarla a contarme algo que no quiere– respondí.
–Claro, lo sé, pero deberías cuestionarselo o investigarlo– pensé un momento sus palabras.
–Ya veré que hago, por ahora lo dejaré así–
–Esta bien, si necesitas algo aquí estoy, descansa Calle nos vemos– se despidió con un beso en la mejilla cruzando la puerta para salir y marcharse.

Cerré la puerta y regresé a la sala, mi mirada se posó en la ojiverde que estaba sentada en el sofá. La miré un buen rato pensando en que haría con ella, mañana tenía que ir al trabajo y no sabía si era correcto dejarla  sola aquí. ¿La regreso al bosque?, ¿La llevo con la policía?, ¿La dejó quedarse aquí un tiempo?, Bueno... La última opción no suena tan mal estaría bien un poco de compañía, probablemente pueda ganarme su confianza y también su amistad.
–Poché, mañana debo asistir a la empresa dónde trabajo y tú no tienes a dónde ir, ¿Segura no tienes ningún lugar para dejarte?–
–No... ¿No me puedo quedar?–
Mi cara era de sorpresa en estos momentos, no esperaba que quisiera quedarse aquí.
–¿Tú quieres quedarte?– le pregunté.
Bueno... Me has ayudado y... No me has hecho nada malo, así que... Supongo que es la... ¿Mejor opción?– dijo dudando de sus palabras.
–Te dejaré quedarte un tiempo y te ayudaré en lo que pueda, pero necesitaré que confíes en mí– silencio.
–¿Confiarás en mí? Quiero escucharlo de tí– silencio denuevo.
–Poché...–
–Si– oh vaya. –Bueno... Un poco, pero sí– No esta al 100% pero me sirve. Le ofrecí mi mano para estrecharla en símbolo de confianza, miró dudosa mi mano unos segundos pero finalmente la tomó, cerrando así el nuevo vínculo que acabamos de iniciar.

No conseguí mucho pero ya es un avance, a medias, pero lo es.







- NCacher. 🔴

A r c a n a | CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora