Capítulo 11 - Tal vez.

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POV Poché

OH POR DIOS, OH POR DIOS, OH POR DIOS.

¡¿Por qué lo hice?!

Al llegar a mi habitación entré rápidamente, cerrando puerta con seguro detrás de mi. Me deje caer en la cama boca abajo, sumergiendome en mis pensamientos.

~ ~ ~

Abrazaste a Calle y te aferrarste a ella.

Intensifiqué mi agarre, aferrandome a su cuello.

Calle no podía hablar, no se movía, estaba estática por mi acción. La estaba abrazando realmente.

No alejamos ni un segundo la mirada de la otra.

Nos separamos, posé mis manos en sus hombros, las suyas quedaron en mi cintura, sus ojos conectaron con los míos.

No podíamos controlar nuestras acciones.

En un momento su vista tomo otro rumbo.

Mis labios.

Ahora yo también alternaba la mirada entre su boca y sus ojos.

Cada vez acortabamos más la distancia.

Nos acercamos tanto, que podía sentir su aliento chocar con el mío, faltaba un paso para juntarnos, un simple y sencillo, paso.

Nos dejamos llevar.

Cerré mis ojos.
Me incliné y mis labios estaban sobre los suyos.

Nos besábamos, por fin.

Nuestros propios deseos actuaban por nosotras.

Calle me tomó firmemente de la cintura y abrió un poco su boca, dando inicio a un beso. Sorprendida correspondí.

En ese momento solo eramos las dos.

Mis manos pasaron de estar en sus hombros, a ser posadas en sus mejillas, el movimiento de nuestros labios era lento. Sentía una mezcla de delicadeza y desesperación por sentirnos, acercarnos, disfrutar la sensación, nuestros labios parecían piezas de rompecabezas, hechas para encajar a la perfección. Parecía un sueño, el beso era mágico.

No queríamos que terminara.

No quería alejarme.

Calle no quería alejarse.

Pero la falta de aire nos ganó, terminado el besó.

Ninguna podía ocultar la sorpresa y felicidad en su rostro.

Nos separamos y abrimos los ojos sin creer lo que acababa de pasar, nuestras respiraciones eran constantes, nuestras mejillas estaban ruborizadas.

~ ~ ~

Besé a Calle.

Lentamente levanté mi cabeza, tomé una almohada y crucé mis brazos abrazandola, mi mentón quedó apoyado encima. Una de mis manos desiso mi agarré y tocó suavemente mis labios. Sin previo aviso, una gran sonrisa escapó de mí.

A r c a n a | CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora