Capítulo 5 - Baile Especial

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—Entonces ¿Solo falta plantear que ideas usaremos para promover el libro?
—Si, la portada está terminada, los editores revisaron que los errores fueran corregidos y los encargados de la imprenta están terminando de imprimir las páginas ya aprobadas— hablaba Mariana con el director de la empresa, mientras yo no dejaba de pensar en como estará Poché, dejarla sola en casa me generaba angustia.

✧*。

—¿Estás segura que puedes quedarte sola?— solo asintió (no muy segura). Suspire con pesadez, ya era tarde y tenía que salir rápido para llegar a tiempo a la empresa.
—Okay, dejé comida hecha por sí te da hambre y todavía no llego, tú solo debes poner el tiempo necesario en el microondas para calentarlo, los cuáles son 2min. No más, no menos, ya te expliqué como usarlo sin que suceda algún accidente. Si me necesitas solo llama a este número desde el teléfono de la casa— Le dije, entregándole un papelito con mi número y señalandole donde se encontraba el teléfono.
—¿Cuándo... Regresas?
—Si tengo suerte, a las 5:00 p.m, pero en casó de que regrese más tarde, te llamaré al teléfono para avisarte— Me miró esperando algo más. —¿Alguna otra duda?— pregunté apresurada, pues ya tenía que salir de la casa, si o si.
—Creo que no...
—Muy bien adiós, nos vemos al rato— Dije corriendo hacía la salida, agitando mi mano de un lado a otro en  señal de despedida.

✧*。

—¿Calle?— escuché que alguien me llamaba, pero no sabía quién.
—¿Mmm?— respondí, esperando a que continuara. Tenía la mirada fija en el café sobre la mesa que estaba enfrente de mí.
—¿Se encuentra bien?— levanté la mirada para saber quién me hablaba.
—Ahm... si— respondí, agitando sutilmente mi cabeza para concentrarme. —Lo siento señor Ruíz, me distraje un momento, ¿Que pasó?— pregunté ahora, al director de la empresa.
—Hablabamos sobre el diseño de su portada, nos ha gustado mucho y los encargados del marketing aseguran que llamará la atención de los lectores.
—¿Enserio? Pues muchas gracias, me esfuerzo para conseguir los mejores resultados— Asintieron descuerdo en lo que decía.
—Bueno, con esto damos por terminada la reunión de hoy, regresen a sus oficinas— al decir esto, todos se levantaron de sus sillas dispuestos a salir y regresar a sus deberes.
—¡Hey Calle!— se acercó Mariana saludandome.
—Hola Mariana, ¿Cómo estás?
—Bien, gracias por preguntar— me dedicó una sonrisa alegre, cosa que también me hizo sonreír.
—Me alegra saber eso— la observe y noté que quería decirme algo más —¿Pasa algo?— pregunté.
—Emm... Nada, solo qué te ví muy distraída en la junta y quería saber si estabas bien.
Oh... Si, no te preocupes estoy bien, solo algo preocupada.
—¿Por qué?— por que tengo una desconocida sola en mi casa.
—Deje solo en casa a un perro que recogí de la calle ayer— ¿Qué? Es lo más cercano a lo que paso realmente, no me culpen.
—Entiendo... No creo que sea un perro inquietó ¿o sí?— no, pero si miedoso.
—No, pero igual me preocupa, es un poco tímido
—Te deseo suerte al llegar a tu casa— rió un poco y palmeo mi espalda con su mano de forma amigable.
—Gracias por los buenos deseos— le dije riendo también —Bueno si me disculpas, tengo que ir con Johann, te veo luego— me despedí con un beso en la mejilla y me dirigí a la oficina de mi amigo.

—¡Johann!— entre gritando a la oficina.
—Calle, estoy enfrente de ti, no es necesario que me grites— me dijo, sin quitar la vista de su laptop.
—Ush que humor, venía a preguntarte si había algo pendiente que terminar— seguía concentrado en la pantalla.
—Pues... Al parecer no, ya has terminado la portada y era lo único que tenías pendiente, ¿Por qué la pregunta?
—Necesito llegar a casa temprano— detuvo lo que hacía y me volteó a ver intrigado —No te hagas, sabes por que— siguió viéndome esperando a que hablara, se hacía el bobo para molestarme —¡Por Poché!— le dije fastidiada.
—Ya sabía— dijo encogiéndose de hombros, seguido de una risa —Pobre Mariana, Callesita ahora solo tendrá tiempo para "Poché"— dijo simulando tristeza.
—No empieces Vera— le advertí. Mariana es solo una compañera de trabajo, ella se encarga del marketing para los nuevos libros que se publicarán, como yo diseño las portadas debés en cuando me tocaba trabajar junto con ella. Desde que Mariana llegó a la empresa Johann siempre decía que yo le gustaba, pero aunque fuera así, yo no veo nuestra relación más hayá de una amistosa.
—¡Oh vamos Calle!, Por que sigues actuando como si no lo supieras.
—Johann, aunque sea así tú sabes que no es mutuo.
—Entonces, si fuera Poché ¿Le dabas una oportunidad?— preguntó con tono pícaro.
—Ya cállate Johann— el solo rió, le encantaba molestarme. —Si no tengo nada más que hacer, me voy— antes de salir Johann habló.
—Daniela, digas lo que digas, a esa chica le vas agarrar cariño— negué con la cabeza, riendo por lo bajo.
—En tus sueños Joxi, en tus sueños— dije para después salir de su oficina.

A r c a n a | CachéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora