El Espíritu En El Bosque

La criatura en la profundidad del bosque.

A la mañana siguiente, Wirt se habría despertado temprano, justo como acostumbrada hacerlo. Se levanto algo adormilado de la cama, recogiendo su arma y colocándose sus zapatos para salir de su habitación. Las cosas quedaron como las había dejado el día anterior por la noche. Colocaría el arma sobre la mesita, junto a unas municiones. Las dejaría ahí para dirigirse hacia la cocina, y preparase algo de desayuno.

Había olvidado lo sucedido ayer por la noche, por lo que se encontraba ignorante de que pudo haber visto. Quedo pensativo sobre el asiento donde ahora estaba, recordando todo lo que hasta ahora ha podido recorrer del bosque. Las zonas más cercanas ya ni siquiera tenían ciervos rondando, y el limite que se tenia para si mismo para cazar en el bosque empezaba a quedarse de igual manera. Se le acababan las opciones, el área de caza se volvía escaso, y tenía que pensar nuevas alternativas ya; a su mente llegaron dos opciones, ir con el Sr. Quincy y anunciarle aquel problema que se le presentaba, pero sabía que si hacia eso,podría recibir una segura reacción negativa del ajeno, eso seria si tenia buena suerte, si no es que el millonario decidiera cortar negocios con él, la segunda opción era arriesgarse a adentrarse más en el bosque, y conseguir un posible mejor resultado en su cacería. Ambas tenían sus pros y contras, pero se habría guiado más por la segunda opción. Aquella cantidad de dinero que necesitaba solo la podría conseguir viniendo de aquel hombre, nadie más en el pueblo podía brindarle una mejor paga.

No encontró una mejor solución, o simplemente no se le ocurrió. Suspiro pesadamente, para decirse por la segunda opción, termino su desayuno, y dejo la vajilla en el lavaplatos, esta vez no iría a cazar temprano, se ocuparía de otros asuntos por el momento, en lo que llegaba el atardecer, y realizar su trabajo diario.

-Ugh... Espero que este haciendo lo correcto. -Se mencionaría así mismo con una voz frustrada, masajeando sobre su ciene.-... No es hora de perder el tiempo.-

Haría una pequeña visita al pueblo, conseguiría unas cosas que necesitaba comprar hace tiempo, en el trayecto se encontraría con Beatríz de nuevo y charlaría con ella un momento, luego se marcharía de regreso a su hogar...

Pasando al fin la horas, Wirt fue a tomar su arma y municiones, salio de casa, para comenzar a adentrarse en el bosque poco a poco. Todo estaba rodeado totalmente de arboles, no dejando que la luz se adentrara tanto en el interior del bosque, siendo que solo daba mejor vista en las orillas del territorio, la poca iluminación que llegaba en los adentros apenas iluminaba el suelo bajo sus pies. Movió su cabeza para tener la vista hacia arriba, noto que en aquel día el cielo se encontraba nublado, y hacía un leve viento fresco, sabía que se acercaba una tormenta, así que, debía terminar rápido este día.

Mientras avanzaba, notaba que claramente ningún animal se presentaba en la zona, siguió dando más y más pasos hasta haber llegado a donde él marcaba su limite, se detuvo, observando en silencio la profundidad del bosque, tomo un respiro ante un pensamiento...

Cruzar el su limite en el bosque, sabia que más allá de esa parte se encontraban escondidos los animales más salvajes y peligrosos, corría el riesgo de encontrarse con uno de ellos sí seguía hacia adelante. Realmente estaba a punto de dar la vuelta y seguir buscando en el espacio seguro donde siempre había trabajado como cazador.

Pero... Estaba quedándose sin dinero, y sí seguía así, pronto no tendría para comer, aún sí pudiera vivir de solo carne que cocinará, tenía que mantener otras necesidades en casa, y él no podría conseguir lo necesario por su cuenta, tendría que pagar, pero sin ningún dinero no podría.

Miro suavemente hacia la oscuridad delante de él, y sin vacilar por segunda vez, avanzo en aquella dirección.

Ya no había marcha atrás. Estaba muy alerta ahora, cualquier ruido era una sospecha de que fuera una presa que andaba cerca, o un depredador, quien quiera que fuera, ya tenia su arma lista y era cuidadoso con cada pisada que daba. Pero eso no garantizaba su seguridad, solo la usaría como un método de darse la ventaja en caso de huida hacia alguna parte que fuera segura.