Un momento a solas.

83 13 21
                                    

—¡Bestia! ¡Hey, Bestia!— Llegó exclamando el joven cazador al bosque. Y como por arte de magia, a pocos segundos de llamar este ente, se hizo aparecer frente a suyo.

Tomando su forma de entre las sombras, la criatura se presenta ante él, y con una expresión de fastidio cómico. —Chico, tus gritos se escuchan a kilómetros de aquí…— Y ahora que lo ve y le presta atención, nota que no cargaba con nada en las manos.— ¿A dónde ha quedado tu lámpara?

—¿Mm? Oh, la perdí cuando ocurrió todo el problema en la madrugada.— Respondió a la ligera. —Después iré a por una nueva, pero hoy solo quiero venir a hacerte compañía.-

—Eso lo explica. Ahora ven.— Extendió uno de sus brazos, tomándolo al otro con sutileza de uno de sus hombros. —La zona que debo vigilar queda al otro lado, iremos y luego hablas lo que quieras como loro.-

—¡¿Cómo me llamast…?!— Cuando apenas volteo a reclamarle, ya ambos se habían transportado a otra área. —… Creo que empiezo a sentir los mareos de estos cambios bruscos.-

—Yo creí que te habrías acostumbrado ya a hacer esto conmigo.— Miro curioso a su expresión de mareo.

—Creíste mal…— Contradijo a lo dicho, y ahora qué recuperación su concentración, dirige la mirada al frente. —¿…?— Se oye exhalar con asombro, ante la bella vista, qué nota de frente.

Al área que habían ido a dar, se trataba de un paisaje que le pareció único. Las hojas secas de los árboles caen suavemente al suelo, creando un manto dorado y rojizo, el reflejo mismo de toda la belleza que brinda una estación de otoño. El aire es frío y húmero, mientras que las sombras de los árboles crean una combinación hermosa con el paraje. Hay luz de sol filtrándose por entre las grietas de las ramas, y el solo ver la bella vista resulta relajante y agradable.

Wirt respira hondo, siente como si una atmósfera de paz lo cubriera, jamás había visto tal esplendor del bosque, ¿qué tan lejana era esta bella vista de su actual hogar? Se lamentaba de perderse tal maravilla, pero agradecido de ar mirarla ahora.

Estaba muy perdido entre su momento de tranquilidad, qué apenas y noto la presencia de la Bestia alejándose a un par de pasos, y la misma criatura estaba notando ese momento de tranquilidad que estaba dándole al joven mortal.

Ver su silueta en calma y en armonía con la naturaleza le había hecho sentir simpatía al chico, dando una sonrisa desde la distancia.

Siento su espíritu libre cuando se encuentra entre la naturaleza.— Pensó enternecido la Bestia al admirarlo.

Solo dio un ligero paso al frente para moverse. Mantuvo una sonrisa dulce a la vista aún, luego miro hacia la parte superior de los árboles. —… Creo que cada día me enamoro más de este bosque. Gracias a tt, he podido admirar más toda su belleza que guarda en sí.-

—Y hay aún más cosas hermosas en él, pero todo eso es lo que resguardo de la vista ajena. Pero a ti, en cambio, te puedo ofrecer mirar más allá de lo que guarda este jardín natural.— Le admitió seguro en sus palabras la criatura.

—Solo eso me complacería realmente.~— Emitió con un suspiro su decir, volteando ahora la vista a él que se ocultaba en sombras.

—Haces que suene fácil tenerte feliz con cualquier gesto.— Respondió con ligera burla y simpatía el ser.

—¿Qué intentas decir? Tampoco lo digas como si fuera alguien así de manipulable, solo con un buen trato.— El cazador colocó sus manos a la cadera, e hizo su postura de indignado.

—Está bien, lo que digas~…— Musito en un tono divertido.

—¿Ahora resulta qué es un tipo bromista por dentro?— Pensó el joven Wirt al oír su ligero tono burlesco.

El Espíritu En El BosqueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora