a l m a

637 66 30
                                    

[AU Endgame]

Un alma por un alma. En un espacio donde los seis pilares de los vengadores -Steve, Tony, Thor, Natasha, Clint y Bruce-, entre otros, fueron pulverizados y mandados a una gema del infinito, los sobrevivientes encontraron la forma de conseguir las gemas nuevamente. Sin embargo, cuando Sam y Bucky fueron mandados a Vormir a conseguir la gema del alma, no tenían idea del sacrificio que se tendría que hacer.

El problema era que, ninguno de los dos tenía el valor o corazón como para sacrificar al otro.

—Tenemos que encontrar otra solución.— Sam dijo, y por más que quiso sonar seguro de lo que decía, lo cierto era que tenía miedo. Miedo de lo que pudiese pasar si no encontraban otra solución.

—¿En serio? No tenemos tiempo, Sam. Hay que hacer esto ahora.— Bucky no estaba mejor que Sam, la diferencia era que él tenía en claro lo que iba a hacer aún si Sam se lo negaba. Y le aterraba la idea.

—¿Estás loco?

—Un poco.

—Bucky, no voy a dejar que alguno de los dos caiga por ahí. Tienes que escuchar-

—No, tienes que dejarme hacerlo.

—¿Qué? ¡No!— Sam tomó una de las muñecas de Bucky en un intento por retenerlo. Bucky no se movía, pero Sam quería asegurarse de que no se iría.

—Ambos sabemos cómo va a acabar esto, lo queramos o no.

Entonces comenzaron a discutir. Ninguno de los dos quería perder al otro, eso era claro. Sólo que ambos eran conscientes de que uno de los tendría que irse. Y ninguno de los dos soportaría la ausencia del otro. Por más que se molestaran el uno al otro, era verdad que cierto cariño florecía entre ellos. Pero algunas cosas inician para terminar.

Bucky, en un movimiento rápido, empujó a Sam al suelo: —Lo siento.

—¡Buck!— Apenas Bucky comenzó a correr hacia el borde, Sam se puso de pie y saltó hacia él, haciendo que ambos cayeran al suelo y rodaran.

—¡Maldición, Wilson!

—¡Tu te vas a quedar aquí!— Ahora peleaban. Sam pensaba que, si él se sacrificaba, entonces Bucky saldría de ahí con la gema y todo se arreglaría después.

Sam inició sus alas, empujando a Bucky lejos de él. Entonces comenzó a volar hacia el precipicio. Una vez allí, desactivaría sus propulsores y se dejaría morir. Pero Bucky tampoco lo iba a dejar ir. Lo persiguió y antes de que Sam apagara las alas, saltó hacia él y lo desvió de lugar. Esto hizo que gran parte del equipo de Sam quedara clavado entre algunas rocas. Bucky estuvo a punto de saltar, sintiendo cómo se le revolvía el estómago al ver la altura. Perdió el equilibrio, pero antes de caer, Sam tomó su brazo e intentó sostenerlo.

—¡Suéltame!

—¡Ya te dije que no!— Ambos se observaron unos segundos, las lágrimas amenazaban con salir de los ojos de ambos. Sam aún intentaba hacer que Bucky regresara, pero Bucky no lo haría.

—Sam, déjame hacerlo,... nadie va a extrañarme como a ti.

—¡No! ¡No voy a perder a otra persona importante para mí!— Sam hizo más fuerte el agarre de su mano.

—No pasa nada, ¿sí? Tienes que estar bien, siempre lo logras. Vas a estar bien.— Bucky lo observó a los ojos. Sam lo sabía, no quería hacerlo realmente. Pero de todos modos parecía tener más agallas para sacrificarse.

—¡No voy a soltarte!— Insistió.

—Está bien. Causé suficiente daño, es lo menos que puedo hacer.

—No, no, no. Vas a redimirte. Puedes hacerlo. Tienes que superarlo, Buck. Puedes salir adelante, sólo... sólo regresa arriba y lo hablaremos, y-

Bucky lo interrumpió. Y con un susurro, se despidió. —Lo siento.

—¡NO!

Había tomado impulso, y en un movimiento rápido, logró zafarse del agarre de Sam. Bucky comenzó a caer sin ninguna posibilidad de sobrevivir hacia el fondo. No importaba si lloraba, si gritaba, si su miedo a las alturas lo carcomía o si se quedaba en completo silencio mientras caía, ya no había marcha atrás.

Sam había comenzado a llorar. El no quería que eso hubiera sucedido. El quería salir adelante con Bucky y ayudarlo. Ver cómo sanaba sus heridas y, al mismo tiempo, ambos alejaban sus propios demonios interiores. Pero un sacrificio había sido demandado, y Bucky cargaba con suficiente peso como para haberse llenado de valor y redimirse en ese pequeño momento. Nunca fue su culpa, pero mientras tuviera sus recuerdos, siempre iba a sentirse culpable. Y Sam quería verlo convertido en alguien nuevo. Que volviera a ser feliz.

Pero ahora, en lo más profundo, estaba el cuerpo de Bucky. Era una ironía, que Bucky Barnes acabó de la misma manera que el Soldado del Invierno inició. Ese castaño acababa de sacrificarse, y consigo, murió una gran parte de Sam Wilson.

¿Y esto qué es? [Sam + Bucky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora