p a c e s

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—¿Qué traes en el cuello?

Compartir hogar era un reto para todos, pero definitivamente compartir habitaciones era uno de los desafíos más difíciles. Más cuando sabes que tus mejores amigos están enamorados y cada vez que discuten la tensión en el ambiente es más que difícil de cortar. 

Por eso Steve había pensado que mandar a Sam y Bucky a dormir en la misma habitación haría que se arreglaran las cosas o que fuera más fácil para ellos dejar de pelear por ocultar sus sentimientos que no eran capaces de reconocer. Y no le importaba la manera en que lo hicieran, Steve sólo quería lo mejor para ellos. Quería que hicieran las paces.

Y pensó que lo había logrado el día que vió a Bucky en la cocina, intentando tomar un café, con su rostro medio adormilado, despeinado, y lo que parecían ser marcas en su cuello. Apenas lo recalcó, vió al otro sonrojarse y abrir sus ojos como si hubiera visto un fantasma.

—Maldición, dejó marcas...— Bucky gruñó por lo bajo, intentando cubrirse el cuello con una mano.

—¿Quién te dejó marcas?— Steve preguntó con una sonrisa picarona. Podría aparentar inocencia, pero en el fondo ya presentía exactamente lo que había sucedido. Ambos se vieron a los ojos, el silencio haciéndose presente. Bucky miraba a Steve con cierto nerviosismo, mientras Steve aún lo veía sonriendo. —Fue Sam, ¿no es cierto?

Bucky entrecerró los ojos, tratando de esconder la vergüenza tras ser descubierto con un falso sentimiento de fastidio. —Estás esperando que te diga que dormí con Wilson, ¿no?

—¿Y cómo estuvo?— Steve se sentó en algún lado, hablando con emoción. Bucky lo miró extrañado.

—Acabo de decirte que dormí con Wilson, ¿no me escuchaste?— Bucky sintió cómo su rostro se calentaba al mencionar esas palabras; y por la mirada de Steve, advertía que la escena le resultaba divertida.

—Oh, lo siento— Steve se aclaró la garganta, y luego dijo con un fingido tono de sorpresa: —¡Oh, por Dios! ¡Durmieron juntos! Ahora, ¿cómo estuvo? ¿Ya no se odian? ¿Van a dejar de tomarse de las greñas todos los días? Porque ya era hora.

Bucky suspiró, para después darle un trago al café entre sus manos. Sabía que iba a tener que darle muchas explicaciones y detalles a Steve porque si no, no los iba a dejar en paz. Todos sabían que tarde o temprano iba a suceder, y por fin, Sam y Bucky habían hecho las paces y tal vez un poco más que eso.

¿Y esto qué es? [Sam + Bucky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora