***
Tocaron el timbre de salida y los cuatro nos levantamos del campus y caminábamos hacia el estacionamiento.
— Así que Andy —dijo Sebas— te irás con Ross y Emma conmigo.
— Estoy pensando en asesinarte. —lo miró.
— Vamos Andrea. —dijo Ross— dejame llevarte a tú casa, estoy pasando un mal rato en la mía y quiero distraerme un poco.
No dije nada y sólo seguí a Ross hacía su coche. Inmediatamente él abrió la puerta de un gran coche blanco, era realmente hermoso y muy lujoso.
— ¿Este es tu coche? ¿De verdad? —pregunté.
— Si no lo fuera entonces lo estoy robando. —rió.
— Vaya... Es muy... Bonito.
— ¿Te gusta? —preguntó.
— ¡Me encanta! Esta realmente hermoso. ¿Qué es?
— Me parece que es un audi... R8 creo. —dijo.
— ¿Crees? ¿Osea que tu no lo compraste? —pregunté.
— En realidad no, mis padres me lo regalaron en mi cumpleaños 16.
— Pero se ve súper nuevo... Como si nunca lo hubieran utilizado antes. —dije.
— Eso es porque tenía solo 16 y mi madre me dijo que lo usaría hasta que fuera mayor de edad, cosa que aún falta un año, pero como me mudé para acá y estaba muy molesto por eso, me lo dieron. —explicó.
— ¿Eso quiere decir que no tienes permiso para conducir? —pregunté.
— Si lo tengo, mi padre conoce gente. —dijo.
— Vaya... Ojalá tuviera un carro así con un padre así. —reí.
— ¿Cómo son tus padres Andrea? —preguntó.
— Pues... Mi padre tiene dos piernas... Dos manos y una boca. Algo así como tú. —reí.
— Ya enserio Andrea, cuentame como son ellos. —rió.
Bueno —dije en mi mente— ¿por donde empezar? ¿Por el hecho de que mis padres nunca me prestan atención ni a mi ni a mi hermano? ¿O de que se la pasan mas tiempo en su maldita computadora en lugar de salir los cuatro como familia? Bueno... No le quería contar eso a Ross pero... Algo dentro de mi lo quería sacar con alguien diferente... Quizá alguien que no sea Sebas o Emma.
— Bueno... —comencé a decir— mis padres no son los padres perfectos... En realidad solo llevan el nombre de padres pero no lo son. —dije— Ellos se la pasan mas tiempo en sus estúpidos negocios que con mi hermano y conmigo, solo los veo en las mañanas cuando desayunamos los cuatro, pero es como si no estuvieran porque se la pasan en su celular. Creo que veo más a los señores del servicio que a ellos.
— ¿Éstas hablando enserio? —preguntó y asenti— Vaya... Y eres... ¿cómo decirlo? Ammm ¿infeliz?
— Bueno... La verdad es que no. Yo me refugio en la música y en los libros. Y además tengo un increíble hermano, tal vez si fuera hija única sería una suicida depresiva, pero tengo un gran hermano, mi música y buenos libros.
— Wow, quisiera ser como tú. —dijo.
— ¿A que te refieres? —pregunté.
— Es soló que... Mis papás son casi casi como los tuyos.
— Pero tienes una banda y grandes admiradoras que los aman. —dije.
— Si pero me mudé para acá. —suspiró— yo vivía en Canadá con mi banda en un departamento, pero... —se detuvo.
— ¿Pero que? ¿Qué paso Ross? —pregunté.
— No... no debería estar contándote esto Andrea... No se si éste listo... Perdón.
— No Ross, descuida, todo esta bien... Sólo prométeme algo ¿si?
— Sí claro, lo que sea. —dijo.
— Promete que cuando estés listo me lo dirás y te prometo que estaré ahí para escucharte.
— Te lo prometo Andrea. —dijo— por cierto ¿por dónde vives? He estado conduciendo hacia acá y no se si este bien. —rió.
— Si vas bien —reí— como en tres minutos llegamos.
Después de eso Ross me contaba historias divertidas en sus M&G o en sus conciertos.
Me reí tanto, lo juro. Le había preguntado a Ross que si era divertido ser famoso y él me dijo que en cierto punto te hace querer gritar pero que si era muy divertido. Le quería preguntar que porqué lo haría gritar pero pensé que era parte de "eso" que no estaba listo para contarme.
— Nos vemos mañana Andrea. —dijo Ross
— Hasta mañana Ross. —dije y salí del coche.
— ¡Ya llegué! —grité cuando entre a la casa.
— Andy —dijo Chris— solo estamos nosotros, papá y mamá salieron a un viaje de negocios en México.
— ¿México? Pero ya no tienen negocios allá. —dije.
— Ya lo sé, pero no me dijeron nada. Creo que ellos tampoco sabían que harían allá, su jefe les habló y cuando yo llegue ellos ya se iban al aeropuerto, y no dijeron nada. —explicó.
— Bueno... ¿Y si vamos al cine hoy? —pregunté.
— No puedo hermanita, tengo mucha tarea y mañana tengo una prueba.
— ¡Pero apenas entraste! —le dije.
— Ya sé pero el maestro de matemáticas nos hará una prueba para ver como estamos... O algo así. Pero ve tú con los chicos.
— No lo creo. Caminaré un poco, ya vengo.
— Andy —dijo pero no contesté— Andy ¿estas bien?
— Estoy bien solo... quiero estar sola. —dije y salí de la casa.
Salí y me dirigí al parque, me senté en una banca, veía a todos los niños jugando y... ¡Diablos! ¿Porqué me afectaba que mis padres se hayan ido? ¡Siempre se van! ¡Ni siquiera son unos buenos padres! Mi hermano y yo hemos crecido juntos sin ellos.
Ahora no estaba triste, estaba molesta, muy molesta.
Me paré de la banca en la que estaba sentada y caminé hacía mi casa, lo que iba a hacer era encerrarme en mi habitación y a leer o a tocar la guitarra. Lo que siempre hago.
Estaba caminando tan rápido que un alguien chocó conmigo.
— ¡¿Qué diablos te pasa?! ¡Fíjate por donde vas tarado! —le grité.
— Lo siento no me fijé por donde... ¿Andrea? ¿Qué haces aquí? —dijo Ross ¿que rayos hacía él aquí?
— Vine al parque un rato ¿tú que haces aquí? —le pregunté.
— Después de irte a dejar me vine para acá. Me hubieras dicho que querías venir y así nos veníamos los dos. —sonrió.
— No yo... Ya me iba. —agache la cabeza y comencé a caminar pero me agarró del brazo y Ross hizo que lo mirara.
— ¿Te pasa algo? —preguntó.
— Estoy bien. —agache la cabeza.
— No te ves bien. —dijo— ¿Me quieres contar?
— Estoy bien Ross, me sentía mal hace un rato pero ya se me pasó. ¿Me quieres soltar? Quiero irme a casa. —dije.
— Yo te llevo. —dijo y comenzó a caminar.
— Ross no es necesario, caminaré. —dije y se detuvo.
— No aceptaré un no como respuesta, sube al carro.
Subí al carro y Ross cerró la puerta, después se sentó del otro lado pero... No arrancó.
— ¿No vas a llevarme a casa? —le pregunté.
— No... Andrea... ¿recuerdas de lo que hablamos hace rato? —preguntó y dije que si— Te diré todo Andrea, todo lo que me preguntes te lo voy a contestar, lo prometo.
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Mi novio es una súper estrella
Teen FictionFoto hecha por: gabrielaalvarez99 •Historia 100% original. •Se prohíbe su robo o adaptación.