Capítulo 41

223 18 0
                                    

Llegó el día. Ross llegaría hoy a México, y yo por supuesto iría por él al aeropuerto.

Toqué la puerta de Christian una y otra vez pero no me abría. Bajé a la cocina y me lo encontré a él desayunando.

- Tenemos que irnos al aeropuerto, ahora. -Le dije.

Se levantó de la silla y se limpió la boca con la servilleta.

Cuando al fin llegamos estaba buscando a Ross por todas partes. Mi hermano tocó mi brazo e hizo que me sentará con él.

- Tienes que calmarte -me dijo- su avión aterriza en veinte minutos.

- Es que ya quiero verlo. -Le dije.

- No desayunaste nada ¿no quieres comprar algo mientras esperamos?

- No -contesté.

Chris frunció el ceño pero no dijo nada. La espera me estaba matando, suena exagerado, solo pasaron unos días desde que nos vimos pero lo extraño mucho.

¿Cómo te acostumbras a ya no ver a una persona cuando antes lo veías todos los días?

Cuando al fin Ross llegó corrí lo más que pude y me abalancé a sus brazos.

- Te extrañé mucho. -Me dijo.

Lo miré a los ojos y sin mas lo besé. Cuando nos separamos me sonrió y tomó mi mano. Caminamos hacia donde se encontraba Chris sentado y él y Ross se saludaron.

Chris estacionó el auto frente a la casa y entramos. Ross parecía estar grabando cada parte de la casa.

- ¿Quieres desayunar? -Le pregunté.

- No, gracias -contestó- ¿Dónde está tu cuarto?

- Arriba -contesté- ¿quieres verlo?

- Solo no hagan nada malo. -Dijo Chris bromeando, o eso creo.

Ross y yo subimos a mi habitación y nos pusimos a platicar de muchísimas cosas, hubo besos y abrazos a cada minuto, y por supuesto risas. Había olvidado su hermosa sonrisa.

Cuando eran las 4:00 de la tarde Ross y yo vimos películas en mi habitación hasta las 12:00

***

Me había quedado dormida en los brazos de Ross, cuando lo vi dormir sonreí, no había estado tan feliz de verlo.

Bajé a la cocina y estaban mis papás y Chris desayunando.

- ¿En dónde está tu novio hija? -Preguntó mi padre.

- Está arriba durmiendo -contesté- ¿Por qué no se han ido a trabajar? -Pregunté.

- Queríamos verlo hija -contestó mi madre- recuerda que tiene que dormir con Christian -me recordó- ¿Qué hace durmiendo en tu habitación?

- Durmió conmigo mamá -contestó Chris.

Mi mamá lo miró dándole una mirada asesina pero mi padre la calmó.

- Tenemos que trabajar -dijo mi papá- en la noche cenaremos con el chico.

Le sonreí y salieron de la casa.

- Gracias por eso. -Le dije a Chris y sonrió.

- ¿Quieres desayunar? -Me preguntó.

- Cuando Ross despierte. -Le dije.

- ¿Yo que? -Dijo Ross bajando las escaleras.

- Que desayunemos. -Le contesté y sonrió.

Ross y yo desayunamos tal como lo dije. Después fuimos al "El museo del Templo Mayor" y vimos todas y cada una de las piezas arqueológicas que se encontraban.

En la noche, cuando ya nos íbamos a la casa estaban Phoebe y Lucía adentro junto con Max.

- ¡Al fin llegan! -Dijo Phoebe- estamos esperándolos desde hace -miró su reloj- media hora ¿en dónde estaban chicos?

- Fuimos a pasear por ahí -contesté- ¿qué hacen aquí?

- Queríamos conocer a tu novio. -Contestó Lucía.

- Mucho gusto. -Respondió Ross.

Yo me encontraba incomoda ante la situación y no me quedaba de otra más que sonreír y quedarme con ellos un rato.

- Así que... -comenzó Phoebe- ¿Cuánto llevan juntos?

- Un año y dos meses -contestó Ross y tomó mi mano.

- Ross -dijo Lucía- escuché que harás una gira ¿vendrás a México?

- Claro -contestó Ross- ¿irás?

- ¡Por supuesto! -Contestó Lucía- no me lo perdería por nada.

- Te veré allí. -Dijo Ross.

- Andrea -me habló Max- ¿podemos hablar? -Lo miré y asentí.

Solté la mano de Ross y fui con Max a la cocina para hablar.

- ¿Qué sucede? -Le pregunté.

- Sigue en pie lo de la apuesta, ¿verdad?

- Supongo que sí, ¿por qué preguntas?

- Porque mañana te quiero llevar a un lugar. -Sonrió.

- Aprecio lo que haces Max pero estaré con Ross en lo que terminan las vacaciones -le dije- tal vez cuando empiece las clases vamos.

- Pero no nos va a dar tiempo -lo miré sin entender- estaremos haciendo tareas y estudiando para exámenes y no habrá tiempo para salir tú y yo. Así que por favor -tomó mis manos- mañana sal conmigo ¿sí? Tu novio se puede quedar con Chris o puede salir con las chicas.

- No Max -me solté de su agarre- no creo que no tengamos ni siquiera una hora de tiempo libre -le dije ya un poco enojada- no saldré contigo mientras Ross esté aquí ¿de acuerdo? -Le dije y me fui con Ross y las chicas a la sala.

Los tres se estaban riendo de quien sabe qué cosa. Lucía, Phoebe y Max se quedaron en mi casa dos horas más y a las 12 del medio día se fueron, me molestó un poco que llegaran sin avisar y que solo estuvieran ahí porque Ross estaba, me dieron algo de celos lo cerca que se ponía Lucía de Ross, y notaba la incomodidad de Ross porque cuando ella se acercaba él se hacía a un lado.

- ¿Estás bien? -Me preguntó Ross.

- Claro -le dije- ¿por qué?

- Te veías algo molesta cuando tus amigos vinieron.

- Solo me molestó que vinieran sin avisar, es todo.

- ¿Estás segura? -Insistió.

- ¿Por qué no nos vamos a dormir? -Cambié de tema y Ross asintió.

- Buenas noches. -besó mis labios y se fue a la habitación de Chris.

No quería decirle a Ross que estaba celosa de mi amiga, eso estaría mal, pensaría que desconfiaba de ella, aunque es verdad, no conozco a ninguna de ellas todavía, las personas cambian y ellas no pueden ser la excepción, además, ni siquiera las recordaba.



Mi novio es una súper estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora