Mi novio es una súper estrella

Capítulo 5

— Bueno... —comencé a decir— comienza por decir que hacías en el parque.

— Fui a distraerme un poco, por problemas en mi casa como te había dicho. —dijo.

— ¿Qué tipo de problemas Ross? —le pregunté.

— Es que... Mis padres —suspiró— no se por donde empezar... ¿Recuerdas que te dije que no entenderías él porque la prensa creé que me comporto como egocéntrico? —asentí— Bueno... Mis padres conocieron a unos sujetos hace poco mas de un año y hace tres meses los estafaron y perdieron su empresa, ya no tenían dinero. Mi padre me habló por telefono y me dijo que ya no tenían nada y que yo les mandara. Obviamente yo le dije que sí y cada vez que hacía un concierto o algo así yo les mandaba la mitad del dinero que a mi me tocaba, pero ellos querían más...—suspiró— yo les dije que no podía mandarles mas porque los chicos de mi banda también necesitaban dinero. Entonces ellos se molestaron y lanzaron el rumor de que me peleé con ellos y... —suspiró

— Ross detende, si no quieres seguir no lo hagas, de verdad. —le dije.

— No... Quiero seguir. —me miró.

— Entonces adelante.

— Cuando me enteré de ese rumor yo les marqué y les pregunté que porqué habían hecho eso, ellos dijeron que se molestaron porque no les mandaba mas dinero. Yo me molesté y le dije a la prensa de que eso era mentira pero nadie me creyó. Luego en las vacaciones me marcaron y me dijeron que la publicidad perfecta para que mi banda creciera era comportarme como egocéntrico, yo me negué y ellos dijeron que si no aceptaba que me olvidará de ellos. Asi que no me quedó de otra que hacer lo que me dijeron y mi banda se hizo cargo de los chismes, pero ellos no querían, yo los obligué y les dije que le dijeran a la prensa que ya no me aguantaban y que me mudaría para acá con mis padres.

 

Estaba en shock, no sabía que decirle ¿de verdad sus padres hicieron eso? ¡Que locura! Son peores que mis padres.

 

— Ross... No sé que decir... Yo ammm...

— No digas nada —dijo— Ahora sabes porque me comporto así.

— Pero ¿que dices de lo que investigué? —pregunté.

— ¿A que te refieres? —preguntó Ross.

— ¿Porqué no dabas detalles de las cosas que hacían tú y tu banda? Eso les daría mas publicidad. —dije.

— Bueno, mi banda y yo acordamos que no ibamos a dar muchos detalles porque la prensa pensará que todo era fingido y lo haciamos por publicidad.

— Es algo irónico ¿sabes? —dije y reí.

— Lo sé —rió conmigo— pero te aseguro que todo lo que hacíamos mi banda y yo era real y lo hacíamos con el corazón... Pero ahora —suspiró— las cosas han cambiado.

— ¿Entonces ya no tocan con el corazón? —pregunté.

— Claro que si. Me refería a hacer cosas por los demás.

Nos quedamos en silencio por varios minutos, pero era un bonito silencio. Solo nos mirábamos.

— ¿Andrea es verdad que cantas? —preguntó Ross rompiendo el silencio entre nosotros.

— Bueno... Yo... Algo así. —me sonroje.

— Quisiera escucharte cantar. —dijo.

— ¡Si claro! —reí— suerte con eso.

— El domingo en la bienvenida cántaras y yo estaré en primera fila para escucharte. —sonrió.