﹚CALIGULA﹙: XiaoDery.

﹚Lo mío es mío﹙

En la isla de Capri, todo parecía salir bien como Tiberio quería. Y no era solo robarse a la isla, sino que le estaba tendiendo una trampa al imbécil de Calígula, para matarlo.

Pronto el trote de los caballos se hizo presente en aquella isla.

Y era Calígula quien entraba por delantera.

Tiberio sonrió al ver que todo estaba saliendo como quería.

-veo que vienes acompañado, eh. - lo saludo.

Kunhang sonrió. -no hace falta mencionarlo, imbécil. -

- ¿pero que modales son esos, chiquillo? -

-no me vengas hablar de modales cuando quieres quitarme algo que no es tuyo. -

Tiberio iba a decir algo, pero uno de sus hombres que venia corriendo, interrumpió la conversación.

- ¡señor, mi señor, han asesinado a dos de sus hombres! -

- ¿en dónde? - pregunto el mayor.

-en An- y el hombre no pudo terminar la palabra.

Calígula le había lanzado una daga justo en la frente, a completando la frase en su mente. 

Anzio.

-necesito que te vayas tu y toda su escoria de mi territorio. - pidió.

Tiberio, estando ya enojado, saco su espada, caminando directo al menor, este bajo del caballo, sacando también su espada.

Ahora ambos estaban de frente.

-ni siquiera te limitaste a pensar que el día de hoy morirías, Calígula. -

-mi segundo nombre es eternidad. - respondió, comenzando atacarlo con la filosa espada.

Iniciando el combate entre ellos dos.

Todos miraban atentos hacia donde se dirigía cada destello de la espada entre la lucha, sin olvidar el tenue ruido rechinar de los metales.

Calígula ataco en la mejilla de Tiberio, quien retrocedió, limpiándosela, para recontra atacar, pero ninguno, dio contra la integridad de Calígula. Pronto las gotas de sangre de su mejilla, comenzaban a escurrir por su cuello.

Kunhang estaba feliz de haber sido el primer ileso, hasta ahora.

Comenzó a dar más ataques con la espada, dándole otra rasgada a Tiberio en la mejilla contraria, teniendo ahora dos heridas grandes.

- ¿no decías que moriría yo? - se burlo el menor, mirando como el mayor, secaba la sangre.

-estas siendo bastante ágil. - fue lo único que dijo, manchándose las manos de sangre por su herida.  -esta es mi sangre, pero la tuya será más. - y corrió directo a Calígula.

Pero fallo su puntería, por que Calígula fue mas rápido que él, rasgándole el antebrazo. De este comenzó a salir más sangr3.

Y fue aquí cuando el ejército de Tiberio comenzó atacar al de Calígula.

Pasando de ser ellos dos, hasta un caos donde ellos eran los desencadenantes de todo esto.

Los gritos, quejidos y maldiciones era lo que se escuchaba, el estruendoso raspado de las espadas, era lo que más gobernaba ahí, apaciguando a los hombres que luchaban y caían al piso uno por uno.

Calígula seguía intacto, y su capa blanca, apenas y tenia unas pocas gotas salpicadas.

-me has lastimado tres veces, pero estas tres veces, te costaran la vida. - dijo Tiberio, encarándolo, caminando en círculos consecutivamente, mirándolo fijamente, decifrando quien sería el primero en dar el zarpon con la espada.