﹚Veneno﹙

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Xiaojun tenia aquella serpiente adornando su espalda y cuello, esta parecía estar cómoda a su tacto, además de que se encontraba tranquila, contra el desnudo cuerpo de él.

KunHang, se vestía poco a poco, y claro, para no perder la costumbre, masticaba su manzana, una vez termino, se acerco a su amado, quien parecía divertirse con aquella serpiente. KunHang lo tomo del mentón y le dio un tierno beso.

-debo irme...- le dijo, sonriéndole. -al parecer le agradas, pero debo llevarla conmigo. -

- ¿es tan necesario que lo hagas?, ella podría quedarse aquí. -

-es muy necesario, necesito descubrir algo. -

- ¿mmmh?, ¿no estarás pensando en comerla verdad? - le dijo el menor, fulminándolo con la mirada.

KunHang rio, negando, -para nada, bueno tal vez pueda estar en mi desayuno mañana. -

- ¡no te la comas! - chillo el menor, tomando a la serpiente de su cabeza, para darle un beso. -regálamela. - pidió, pasando su suave mejilla por la piel de aquel reptil.

-lo pensare. - le respondió el mayor, tomándola en manos, esta de inmediato se enredo en su brazo. -Ya comienza a llover y aun no me voy. - rio, tomando de la mano a Calias. -mantente tranquilo esta noche, amor, yo me encargare de que nadie más toque mi territorio. - y le dio el ultimo beso, para levantarse e irse por incitantes.

Calias devolvió la sonrisa, quedándose sentado en la cama. -te amo. -

-te amo. - le respondió el mayor, ya saliendo del templo.

-ojalá no mates a nadie. - susurro Calias, acostándose entre las sabanas, y mirando como su amado se iba poco a poco.



La lluvia caía suavemente, no era tan brusca, y Calígula, venia entrando al palacio. Llevándose la sorpresa de que, en la puerta, estaba Lucio, esperándolo.

Calígula bajo del caballo, riéndose del menor, a la vez que lo miraba con ironía.

- ¿Qué haces aquí?, ¿Qué nadie quiso tocarte? - le pregunto, bajando del caballo, para ordenar que se lo llevasen y lo atendieran.

-seré muy imprudente para preguntarle de nuevo, pero. ¿a dónde ha ido mi señoría? -

El mayor chasqueo su lengua, -no es de tu interés. - le susurro, acercándose a él, junto a la serpiente que estaba en su brazo. La cual Lucio, ni se había dado cuenta.

Este de inmediato se aparto gritando de miedo, -se-señoría...- murmuro.

-aléjate de mí vista si no quieres que te la lance y termines muerto. - KunHang lo empujo, para caminar al interior del palacio.

Encontrándose con los pobres esclavos tallando el oro que se encontraba en el piso, además del ruido horrible que se oía.

Calígula camino, mirando satisfactoriamente por ahí, mirando como estaban avanzando. Localizando a numerius, quien picaba algo de oro en el piso.

-se-señoría, hemos avanzado muy poco hoy, aun no edificamos su monumento. - le dijo este, mirándolo.

El contrario alzo una ceja, para tomar a la serpiente en manos y lanzársela en la cara a numerius. - ¿sabes cómo saber si es venenosa? - pregunto.

-n-no. - respondió asustado, haciéndose un lado, levantándose del piso.

-pensaba que te atacaría, pero la esquivaste, que buenos reflejos. - le sonrió. -ya se cómo lo descubriré. Consígueme un ratón. - ordeno, -y me lo traes a la sala. - y KunHang recogió la serpiente para irse de ahí.

KunHang llego a la sala principal, escuchando el tenue sonido de la lluvia y de la cascada. Se quito su armadura, quedando en prendas ligeras. Se sentó en las almohadillas, dejando que la serpiente se paseara por su brazos y cuello.

Pronto numerius entro, trayendo entre sus manos una rata, tomándola desde la colilla.

-mi señoría...aquí esta. -

-entrégamela. - KunHang extendió la mano, recibiendo al roedor. -ya puedes retirarte. - ordeno.

El mayor se fue, dejándolo solo totalmente.

Calígula tomo a la serpiente para dejarla en el piso, y arrojarle al ratón. De inmediato la serpiente ataco, mostrando los colmillos y mordiéndolo, el ratoncillo comenzó a retorcerse del dolor del veneno. Calígula miraba fijamente su reacción. Pasaron varios segundos, hasta que la serpiente lo trago.

Efectivamente era venenosa.

Calígula la tomo en manos, mirándola con una enorme sonrisa. -no sabes como estoy comenzando a quererte. - le dijo, levantándose de ahí, ordenándole a un sirviente que le trajese una copa vacía.

Este de inmediato la trajo.

KunHang tomo la copa y a la serpiente, abrió la boca de esta con cuidado, de tal manera que sus colmillos entrasen en la copa, mirando como pequeñas gotas de veneno puro la llenaban. Una vez obtuvo el suficiente veneno, tomo a la serpiente, para volverla a enredar en su brazo, sorprendiéndose de que esta no lo atacaba a él. Subió hacia su habitación y encendió las antorchas, teniendo más iluminación.

Saco un par de dagas, y sumergió la punta de estas en el veneno de la copa. Miro como la gota de veneno resbalaba por el filo de la daga, sonriendo de felicidad el solo imaginar lo que una sola gota, podría causar en segundos para tener un perfecto resultado: la muerte.

Dejo la copa un lado, al escuchar algunos pasos desde afuera. Para su sorpresa era Jeno, quien entraba al palacio, y se le veía terrible.

KunHang tomo una de las dagas, perfeccionando su puntería, y lanzo una de ellas. Esta, rasgo en la mejilla de Jeno, apenas y sacándole unas gotas de sangre.

Jeno, apenas y le dio tiempo de ver de dónde provenía tal ataque. Siendo seguramente de algunos guardias que entrenaban o los niños del pueblo que se metían a jugar travesuras, pero no tenia tiempo para eso, solo quería ver a Jaemin y decirle que le crea, que Calígula tiene alguien más. Siguió caminando con un poco de dificultad, encontrando a Jaemin, quien paseaba por los pasillos, cortando flores de los arbustos y colocándolas en sus cabellos, este se dio la vuelta al oír los arrastres de los pasos del contrario.

-Je-Jeno...- susurro, asustándose de verlo tan mal, corrió hacia el para tomarlo del brazo y ayudarlo a mantenerse de pie. - ¿Qué te ha pasado? -

-Calígula me ataco. - respondió comenzando a sentirse algo mareado, tambaleándose entre los brazos del menor. -trate de seguirlo de nuevo. -

Jaemin bufo, fastidiándose de nuevo. - ¿otra vez con tu estupidez?, no me sorprendería que alguien te haya dejado así, por meterte en una cama ajena. - reclamo.

-no te estoy mintiendo, créeme...- murmuro, comenzando a sudar ahora. -y creo que sabe de mi. - y Jeno, cayo desmayado entre los brazos de Jaemin.

Y Calígula teniendo la preciosa serpiente en su cuello, miraba desde la oscura ventana como aquellos dos, embonaban sus palabras, ahora solo esperaba que el veneno actuara. 





:(

﹚CALIGULA﹙: XiaoDery.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora