﹚CALIGULA﹙: XiaoDery.

﹚Puedo ser tuyo﹙

Jaemin con dificultad, llevo a Jeno a su habitación, donde lo acostó, y comenzó a dar leves golpes en sus mejillas para levantarlo.

- ¡despierta maldito idiota! - chillo, estando asustado. - ¡despierta por favor! -

Pero Jeno no respondía.

Jaemin miro la mejilla del mayor, la cual estaba herida y se veía malditamente horrible, rápido se levantó para ir por una jarra con agua y algo de pedazos de tela para limpiarla, además le coloco un pedazo de tela húmedo en la frente. Se sentó a su lado, y coloco su oreja en el pecho de Jeno, escuchando si se encontraba bien o algo, pero no.

Rápidamente fue por otra jarra de agua, para empapar más telas con esta, quitándole antes la ropa a Jeno, para taparlo con las telas ya húmedas.

Se estaba asustando, aun más, cuando miro la herida de Jeno en su mejilla, esta no sangraba mucho, pero se veía reciente además de que no se veía para nada bien. Tomo una de las telas, y limpio aquella herida, de inmediato se impregno de sangre y un líquido amarillento transparente, Jaemin lo olio, pero no percibía bien que era. Miro que Jeno seguía sin responder, tomo la jarra de agua, y la vertió toda en la cara del mayor.

Este abrió un poco sus ojos, sintiéndose débil y mirando a su alrededor, sonriendo débilmente al ver a Jaemin.

Jaemin comenzó a llorar de alegría, abalanzándose a el para llenarlo de besos con cuidado de no lastimarlo.

- ¿¡que carajos te estaba pasando!?- pregunto, abrazándolo, quedando encima de él. - ¿querías darme un susto o algo así? -

-gracias por preguntar como me siento. - le contesto Jeno. Sintiendo de nuevo su malestar. Llevándose una mano a sus mejillas. -algo me había rasgado la mejilla, y me comencé a sentir mal. - dijo. Tomando de las manos s Jaemin. -te preocupaste por mi...me ayudaste. - susurro, acercándose a los labios del menor.

Este se alejó. -no por ayudarte, quiere decir que somos algo, deja de ilusionarte conmigo Jeno...yo no puedo ser tuyo y lo sabes. -

-tu no puedes ser mío, pero yo si puede ser tuyo. - y lo beso, aun que estaba débil, pero lo hizo.

Jaemin lo alejo de nuevo. -no quiero que seas mío tampoco. -

-tratare de entregarme a ti inconscientemente, entonces. -

-yo no te amo, Jeno. - se levantó de la cama, mirándolo seriamente. -no hagas esto mas difícil. - y salió de la habitación.

Dejando a Jeno como un tonto.

Jaemin salió, pensando en lo que Jeno le había dicho. Y no era que el mayor estuviese feo. Simplemente no podía estar con él. Porque Jeno no tenía ni en donde caerse de muerto como Calígula, quien se pudre en oro.

Camino por los pasillos, un poco triste por no aceptar aquel amor, se podía escuchar el tenue sonido de la cascada del jardín.

Calígula lo miraba desde aquella ventana, entre la oscuridad, observaba a Lucio seriamente, no se veía triste del modo en que alguien se pone cuando muere su familiar. Miro como el menor cortaba unas flores de los arbustos, para pasar a tomar un par de rosas rojas, colocándolas en su túnica, mirada triste, apagada; así se veía Jaemin.

KunHang dejo a la serpiente en la cama, para bajar a la sala principal, camino hacia el pasillo. Asustando un poco a Jaemin, quien voltio a verlo.

-mi señoría...- murmuro, algunas rosas cayeron al piso.

- ¿Cómo esta Jeno?, ¿ah? - pregunto, alzando una ceja, para patear las rosas.

- ¡n-no, no! - grito el menor al ver como el contrario las hacía.