﹚CALIGULA﹙: XiaoDery.

﹚Sueños de tormenta﹙

Cuando Medu y Leo llegaron al templo. Corrieron a ver a Calias. Quien desprendía gritos y lágrimas, estando aún dormido.

Leo se colocó encima de XiaoJun, para tomarlo en brazos y rodearlo con ellos y hacer presión en su cuerpo para que dejase de gritar. Medu buscaba con la mirada a la dichosa piedra que caligula había tirado, la encontró para tomarla en manos y llevarla hacía Calias. Colocandosela en la frente.

-despierta, despierta.- susurro Medu, cerca de sus oídos, mientras frotaba la piedra en la frente del mejor. -despierta.-

Pero no había respuesta. La lluvia era cada vez más fuerte y el cielo era oscuro, parecía como si fuese nuevamente de noche.

Calias seguía llorando. Sin emitir sola palabra, sólo gritar y llorar.

Y Medu no podía despertarlo.

-¡CALIAS DESPIERTA YA!- gritó fuertemente, haciendo presión en su frente con la piedra.

Pero no pasó nada.

Varios relámpagos comenzaban alumbrarse en el cielo.

Leo, quien lo seguía sosteniendo en brazos. Comenzó a darle leves palmadas en sus mejillas. Pero tampoco lograban despertarlo. Hasta que Leo miro a Medu.

Este sólo se apartó.

Y Leo dejo de sostener a Calias. Para comenzar a convertirse en lo que es. Un león.

Medu se apartó aún más. Sabiendo que pasaría.

Leo dio un fuerte rugido, tanto que las columnas del templo temblaron, incluso el mar emitió hondas, Medu comenzó a marearse un poco, teniendo un poco la vista borrosa, hasta que cayó al piso inconciente.

Calias abrió los ojos,  estando bañado en lágrimas y en sudor, pero no duró mucho tiempo despierto. Por que cayó rendido a la cama nuevamente, pero ahora estando calmado.

Leo agitó su melena, bajando de la cama, había calmado un poco a Calias, incluso la lluvia bajaba poco a poco de intensidad.

Rugió, buscando a Medu, dándose cuenta que el menor estaba en el piso. Leo corrio, dándole un par de golpecitos con su garra. Pero el menor no respondió. Así que comenzó a lamer sus mejillas lentamente.

Medu poco a poco abrió los ojos. Mirando a Leo.

-hola de nuevo.- lo saludo, riendo, de inmediato le dio un pequeño dolor en el oído, quejándose.

Leo dejo de ser un león. Para ayudar al menor a levantarse.

-¿estas bien?- le preguntó, sentandolo en el borde de la cama.

-descuida. ¿cómo está Calias?-

-pero no estas bien. ¿quieres que te de una infusión?-

Medu negó. -recuerda para que estamos aquí. Para cuidar de el. Así que cuidemos a el. No a mi.-

-pero si tan bien puedo cuidar de ti, lo haré. -

-¿si te digo como se siento ya me dieras como esta Calias?-

- es un buen trato.- asintió, Leo.

-cuando rugiste...comencé a marearme y mis oídos dolían bastante.-

-perdóname por hacerte daño, no quise hacerlo pero no sabía como despertar a Calias de una manera rápida.- susurro el mayor.

- no te preocupes, ya estare mejor. ¿ya me dieras como esta Calias?-

-desperto y volvió a dormirse. Pero dejo de llorar y gritar...-

- eso me alegra mucho...despertemozlo ahora, antes de que tenga otra pesadilla. - y Medu,  volvió a colocar a la piedra en la frente del menor.