﹚CALIGULA﹙: XiaoDery.

﹙Aléjate ﹚

En cuanto Calígula llego al palacio, llego como el mismo día de ayer, serio y amenazante. Bajo de incitatus y sin más se fue a su cuarto, donde se encargó de cerrar la puerta. Se acostó en la cama, y no hizo nada más que dar fuertes golpes contra esta y a la pared, maldiciendo todo lo que estaba pasando, llegando a tener ideas bastante idiotas, de las cuales se arrepentía cada tres segundos.

Su respiración era agitada y sus puños sangraban un poco, miro hacia la ventana como la luna iluminaba pobremente la noche.

-devuélveme al Calias de antes. - susurro, para escucharse como tocaban la puerta, pero no respondió, ni la abrió.

-mi señor, soy Lucio...- se escuchó a través de la madera.

Calígula tenso su mandíbula. No respondería, y mucho menos se dejaría ver.

-señoría...lo necesito. - volvieron a insistir.

Y kunhang ya estaba hasta el tope, se acerco a la puerta y la abrió, para tomar fuertemente del cuello a Jaemin y retacharlo con la pared.

-debes dejar de asfixiar a la gente con tu estúpida presencia. - dijo entre dientes Calígula, para soltarlo y tirarlo al piso. Volviendo a su cuarto.

Jaemin, un poco asustado. Y con ganas de llorar se levanto del piso, para preguntarse el porque su querido emperador estaba como la mierda. Pronto bajo las escaleras y corrió hacia los pasillos, para ir a su cuarto.

Chocando con alguien al correr, ese alguien era Jeno, quien lo tomo de la mano.

-no fue buena idea venir a verlo, viéndole la cara que traía cuando llego. - se burló este. -solo te hace llorar, deja de hacerte ilusiones que un día él te amara. -

-quien debería dejar de hacerse ilusiones eres tú. - respondió Jaemin, dándole una bofetada, -y es la ultima vez que veo que estas detrás mío, nunca me tendrás. -

-pero tu puedes tenerme. - susurro jeno, para tomarlo de las mejillas y darle un beso, el cual acepto el menor. - ¿Qué es lo que paso? -

-el estaba llorando, y estaba furioso. -

Jeno lo tomo de la mano. -te dije que tiene un amante, me estoy cansando de repetírtelo. -

El menor bufo, -y yo me estoy cansando de oír la misma mentira. -

-nadie llora de la nada, y menos Calígula, ni siquiera corazón tiene. -

Jaemin rio, -me hubiese gustado consolarlo...-

- ¿con tu cuerpo? -

-no seas tonto, preguntarle que pasa. -

-es mejor que te alejes de él, lo has visto llorando, tal vez caiga una tormenta. - se burló, haciendo reír al menor.

-basta, yo...yo he realidad lo amo y me preocupa un poco. -

Y la sonrisa de Jeno se desvaneció.

-no lo amas...solo quieres su fortuna. -

-su fortuna hace que lo ame. - le sonrió Jaemin, para besarlo.

Mientras que Calígula escuchaba todo desde su ventana. Donde trataba de poner y ordenar todo lo que estaba pasando con Calias.

Si bien, la daga se había roto, no sabía cómo controlaría a la bestia demoniaca del interior de Calias ahora que no tiene nada.

Y todo lo estaba importando poco, incluso su monumento que ya estaba a punto de ser terminado. No le importaba nada, solo quería recuperar a su amado.