En la penumbra +21

Enferma

Capítulo 33

— Buenos días Fanett — escucho una voz chillona

— ¿Quién demonios eres?

Intento levantarme, pero mis brazos y piernas están atrapadas por esposas las cuales tienen una especie de esponja la cual hace que no lastimen tanto.

— Soy Gladis, tu enfermera, sabemos que debes estar algo confundida, pero por el momento debes de descansar.

— ¿Dónde está Cassian y donde me encuentro?

— La doctora Miyonet hablará contigo al respecto — esboza una sonrisa — Si necesito algo...

— ¿Dónde está mi traje? — me percato de que tengo puesta una bata de hospital

— Tuvimos que cortarlo para realizar la cirugía.

— ¿Qué ustedes hicieron qué cosa?

Grito y me levanto haciendo que las cadenas choquen y me detengan, un leve dolor comienza a formarse en mi abdomen mientras la enfermera pide ayuda.

— No puedes hacer movimientos bruscos, acaban de operarte — dice con terror

— Por favor, solo quiero verlo — digo con mi voz dependiendo de un hilo

Me siento sofocada, una presión se forma en mi pecho y mi abdomen haciendo que comience a llorar en cuestión de segundos.

Estoy destrozada, todo dentro de mi duele, olvido como se respira con normalidad, olvido como era estar sin Cassian.

Él no estaba y el traje tampoco, todo se había ido, solo estaba yo junto a un montón de enfermeras y una cama de hospital.

La puerta se vuelve a abrir dejándome ver a una señora de edad avanzada y cabello blanco. — Que bien que te encuentro despierta, soy la doctora Miyonet — esboza una sonrisa

Decido no decir nada, pero eso no impide que se acerque para examinarme, revisa mi respiración, mi corazón y las heridas, dejando todo plasmado en hojas de papel las cuales estaban sujetadas con un clip el cual cae sobre la manta que me cubre.

— Bueno, creo que es hora de tu traslado.

— Yo no me traslado a ningún lugar, yo me voy de aquí, es mejor que me suelten si no quieren morir — digo entre dientes observándola con enfado y frialdad

— Tranquila, sé que piensas que estás en peligro, pero no es así.

— ¿Qué no entiendes? — digo entre dientes — Dije que me sueltes.

Ella comienza a hablar y yo finjo prestar atención para que no note que estoy utilizando el clip para abrir las esposas.

— ¿Centro psiquiátrico? — digo confundida al escuchar aquella palabra

— No me corresponde darte esa información.

Dos hombres entran a la habitación justo a tiempo, tomó la jeringa que está en la mesa a la par de mi cama y sujeto a la doctora del cuello. Solo puedo utilizar una mano ya que la otra está atada por lo que se vuelve aún más complicada la tarea.

— Suéltame de inmediato o voy a matarla — sujeto la jeringa y la junto a su cuello sin traspasar su piel

— Vamos niña, es solo una jeringa, déjala ir.

— Se los advertí.

Traspaso su piel apuñalando varias veces su cuello haciendo que la sangre comience a ser evidente, no se cuanto tiempo tarda, pero es el tiempo suficiente para hacer que caiga al suelo, los sujetos intenten ayudarla y yo me libere por completo de manos y pies. Tomo el arma de uno de los sujetos ya que están ocupados viendo a la doctora morir y les disparo a la cabeza.

La alarma del hospital comienza a sonar por lo cual decido salir por la ventana, la ventana da a un gran jardín algo alejado de lo que supongo que es la salida, el césped frío se siente en mis pies los cuales están completamente expuestos dejándome ver las quemaduras que hay en ellos.

Corro hacia la salida sin necesidad de disparar a nadie ya que no hay ni una sola persona en mi perímetro.

— ¡Fanett! — escucho una voz detrás mía por lo que me detengo y me doy la vuelta — Te queremos ayudar, a ti y a Cassian.

— ¿Cassian? — digo tartamudeando

— Sí Fanett, Cassian.

— ¿Dónde está? — no dejo de apuntar a su cabeza

— Sí vienes con nosotros te llevaremos con él.

— ¿Qué clase de torpe novata crees que soy? — esbozo una sonrisa y disparo a su cabeza

Intento seguir corriendo, pero varios hombres armados me rodean, tal vez son unos quince o veinte, me doblan el tamaño y solo tengo una pistola con cinco balas.

— Cobardes — le disparo a los primeros cinco que tengo a la vista y observo que no me disparan, tienen órdenes de no hacerme daño

Dos se lanzan sobre mí con la intención de sujetarme, pero quiebro el brazo del primero y lo utilizo como escudo para atacar al otro que queda, tomó el mago del arma y le doy en la cabeza haciendo que caiga al suelo.

Todos se lanzan sobre mi, lanzó mis mejores golpes noqueado a la mayoría con facilidad hasta que mis heridas comienzan a sangrar, esa presión comienza a sentirse nuevamente, pero no me detiene sigo dejando inconsciente a cada uno de ellos, un choque que me deja inmóvil mientras mi cuerpo se mueve gracias a los choques eléctricos hace que caiga al suelo.

Odio ese paralizador y más cuando lo usan más de una vez.

Los sujetos que siguen de pie me sujetan y me suben a una camilla en donde nuevamente me sujetan con esposas, esta vez me colocan una especie de vendas que me sujetan por completo a la camilla impidiendo todo movimiento, era como si estuviera dentro de un sarcófago.

— ¿A dónde me llevan?

— Al centro psiquiátrico, maldita psicópata.

— Y no tienes ni idea — esbozo una sonrisa

Me suben a una camioneta la cual parece ambulancia en la parte de adentro, mis cinco escoltas están sentados en una esquina con evidente temor ya que ni una palabra sale de sus bocas.

— ¿Quién me envió al psiquiátrico?

— Su padre nos dio la orden y la doctora corroboró que era necesario — dice casi tartamudeando

Miles de teorías se forman en mi cabeza, mi padre está muerto o eso quiero suponer, nunca me asegure por completo de eso.

Si mi padre sigue vivo y él es el responsable de todo esto solo significa una cosa, iba a morir de la forma más dolorosa que se le ocurriera.

— ¿Y qué se supone qué tengo?

— Solo escuché una parte y es esquizofrenia, lo demás no logré... — se queda callado cuando el otro sujeto le da un golpe

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Hola amigos, ¿qué les va pareciendo todo?

Me surgió una duda, ¿cómo conocieron el libro?