BOXEADOR

Buenas noches

-Ya estoy cansada- me tiro en el sofá y me tapo la cara con ambos brazos.

-Está bien- ambas resoplan.

-Sabéis algo de mi madre?- Bob niega con la cabeza. Me quedo más tranquila sabiendo que no ha vuelto a entrometerse en nuestras vidas. 

Tras recoger nuestras cosas del hotel dejamos todo en la habitación de invitados de Bob y Martha. Salimos con los chicos rumbo al apartamento el cual ahora comparten los cuatro. 

Decidimos jugar al Monopoli.

-Son ciento ochenta- canturrea Sean dando un pequeño bailecito en su silla, Liam resopla entregándole el dinero dando paso al turno de Abby. 

-Voy!- grito, abro la puerta encontrándome al mismísimo Allan Campbell, enarca una ceja.- No me fío- me encojo de hombros con los billetes y las cartas de mis propiedades en mis manos, sonríe de lado entrando. Una vez cierro la puerta ambos nos dirigimos a la mesa donde todos le saludan alegres. Me siento sobre el regazo de Sean para cederle mi silla al recién llegado. Tiro los dados.

-No es muy ético que te sientes encima de otro jugador- pasa sus manos por mi cintura para levantarme y situarme sobre su regazo. Nos miran pervertidos, ruedo los ojos mientras muevo mi ficha cayendo en una de las propiedades de Liam, resoplo soltando el dinero. 

Muevo los billetes como abanico cuando Sean cae en una de mis propiedades pagándome doscientos ochenta. 

-Quieres tirar?- pregunto  a Allan cuando vuelve a ser mi turno, dejo los dados sobre su palma extendida. Su pecho se pega a mi espalda y tira de forma suave los dados sobre la mesa. El aire se detiene en mi pecho ante el contacto, carraspeo y muevo ficha bajo la atenta mirada de Abby quien me mira sonriente.  

- Debemos volver a casa- nos despedimos de todos tras una buena tarde de juegos, risas y lo más importante, comida. Los tres salimos del edificio.

-Buenas noches- Sean me sonríe y camina hacia mi coche dejándonos a Allan y a mi solos. 

Allan toma mi mano y me acerca a el para chocar sus labios con los míos para besarme de forma dulce pero de un momento a otro se torna en un beso fogoso. Sonrío y suspiro cuando nos separamos.

-Buenas noches- susurro para darle un pequeño beso. Me giro y camino hacia el coche mordiendo mi labio sonriente. Le enseño el dedo de en medio a Sean el cual se burla de mi cara. - A que te vas andando a casa?- amenazo, levanta los brazos en señal de paz, ruedo los ojos adentrándome en el coche. Sonrío a Allan el cual se encuentra aún en la puerta del edificio. 

Buenas noches.

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Hola! 

Sé que han pasado milenios y sé que es un capítulo corto pero espero poder continuar con esta segunda parte.

Espero les guste el capítulo aunque sea cortito. 

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xoxo 

Eva