Maximiliano

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El día está precioso. El cielo está despejado y son apenas las diez de la mañana. En la plaza del barrio Fluky anda de aquí para allá con su pelota, jugando solo muy emocionado. Se alista y patea con fuerza la pelota hacía el arco y falla por un pelo. La pelota se vá lejos y fluky se apena. Corre atrás de la pelota pero está vá más rápido. Cuando empieza a reducir la marcha apenado un niño aparece de detrás de un árbol y detiene la pelota con el pié.

"Hola, soy maxi. ¿Esta es tu pelota cierto?" Dice el niño cuando Fluky lo alcanza. "Si es mía. ¿Quieres jugar? Dice Fluky. Maxi asiente y vuelven los dos, Fluky con la pelota en la mano a la cancha.

Una vez que llegaron a la cancha ambos se ponen a jugar. Ambos son buenos y el juego se les volvió muy divertido. Fluky le pasa la pelota a maxi para marcarlo y Maxi no la detiene. Se queda parado mirando hacia un lado de la cancha. Fluky no entiende que pasa y sigue la mirada de Maxi. Resulta que estaba mirando a Margarita, la hija de Cuddles.

Fluky vá a agarrar la pelota y vuelve con Maxi que seguía como hipnotizado viendo a una niña. Enojado le dice, "¿Vas a seguir jugando o a quedarte ahí como un poste?". Maxi lo mira sonrojado y le dice, "es que es muy bonita". Fluky que no se anda con pelos en la lengua le dice, "pues vé y dile algo". Maxi mira a la niña otra vez y asiente. "Voy a hablarle" dice y toma la pelota de las manos de Fluky. Fluky lo sigue mientras Maxi se acerca a la niña.

La niña estaba tomando un té helado y vé acercarse a los dos muchachos. Estaba sentada en un banco de la plaza y cuando se dá cuenta de que vienen hacía ella deja el té el costado en el banco. Cuando llegan a ella Maxi es el primero en hablar y dice, "hola, ¿quieres jugar a la pelota? La niña enojada le dice, "yo no juego a esos juegos de brutos" Fluky le dice a Maxi, "¿acaso nos llamó brutos?" Maxi con lágrimas en los ojos asintió. La niña miró su té helado y los miró a ellos. Entonces dijo, "¿me van a dejar tomar mi refresco en paz?"

Fluky se acercó al oído de Maxi y le dijo, "mira como tienes que tratar a una niña". Dicho esto se puso frente a la niña, que seguía sentada y le dijo, "hueles bien. Haz comido pizza? La niña lo miró como para matarlo y le dijo, "no sé cuál sea su problema pero ni he comido pizza y por lo visto tampoco tomaré mi té helado con ustedes rondandome como moscas."

Maxi empujó a Fluky y le dijo, "no te metas. Yo hablo." Fluky retomó el equilibrio y le dijo, "¿Cuál es tu problema la concha de tu madre?" Maxi rojo de ira le dijo, "no te metas con mi madre". Iba a lanzarse encima de Fluky para darle unos puñetazos cuando la niña los interrumpió diciendo, "¿pueden seguir está pelea inútil en otra parte y dejarme beber mi té helado?"

Fluky y Maxi agacharon la cabeza y se dieron media vuelta. Fluky le dijo a Maxi, ahora él también con lágrimas en los ojos, "siempre funcionaba lo de la pizza". Mientras volvían a la cancha se cruzaron con la mamá de la niña, que había estado viendo la escena desde lejos. Cuando pasaron junto a ella la mamá les dijo, "disculpen su mal humor. Imagino que no fué muy amable. Siempre es así cuando no ha terminado su té helado." Maxi le dijo a Fluky, "dulce consuelo", y siguieron la marcha hacia la cancha.

Empezaron por jugar a pasarse la pelota pero ambos estaban abatidos, con la cabeza gacha. Cada tanto miraban a la niña de reojo solo para ver qué ella tomaba su té helado mirando hacia el otro lado. Finalmente Fluky agarró la pelota y le dijo a Maxi, "terminemos de jugar. Se me fueron las ganas". Maxi lo miró apesadumbrado y le dijo, "todo es culpa mía". Fluky empezó a reír, le tocó el hombro y le dijo, "tuya y la de ese té helado"

Fin

El Dragon De CiudadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora