The Other Side Of The Door [Joe Jonas]

Capítulo 2

 Esta vez Amy miro el registro del clima en televisión y solo dijeron que sería un día caluroso, incluso a la noche se sentiría una temperatura cálida. 

Amy se sentía con ganas de estrenar un vestido que había comprado el día anterior. Uno con tiritas blanco con un estampado de flores rojas, bastante primaveral y le quedaba genial. Presentía que a Joe iba a encantarle.

Faltaban algunos minutos para la hora del encuentro debía darse prisa para encontrarse con Joe a tiempo, no iba a hacerse esperar la primera vez, quizás la segunda sí. ¿Segunda? Ni siquiera había salido con él una vez y ya quería una segunda salida.

Se miró en el espejo una vez más y luego fue escaleras abajo directamente a la puerta de salida, nadie le pregunto a donde iba y no es que siempre le preguntaran, pero a veces pensaba que no le vendría mal un poco de preocupación de parte de sus padres incluso se había sentido bien cuando su hermano le había preguntado que le sucedía.

- Veo que te animaste a ponerte vestido otra vez - sonrió Joseph al verla. 

- Claro un poco de frio no va a asustarme - respondió Amy sonriente.

- Te ves hermosa - le susurró al oído. Al sentir su respiración chocar con su piel Amy sintió un escalofrió que bajo por su espalda. En verdad estaba hermosa o más, Joe la había admirado mientras se acercaba a él, se sorprendió al volver a verla con vestido aunque de todos modos se había quedado con ganas de echarle una miradita a sus piernas, y ahora que podía mirarlas le habían parecido perfectas aunque era notorio que Amy no hacia deportes pero él la ayudaría con eso.

- ¿Te gusta? - se dio la vuelta para que la mirara mejor, - lo compre ayer.

- Te queda increíble, Amy - replico y ella sentía como si sus mejillas ardieran de rubor y bajo la mirada. Nunca le había pasado algo así, es decir, recibía muchos cumplidos y nunca se había ruborizado ni había sentido la urgencia de esconderse. Oh, dios, él le había sentir cosas que nunca había sentido.

- Por nada.

Amy levanto la mirada y vio que Joseph sonreía pícaro. No entendía.

- ¿Qué?

- No dijiste gracias, pero de todas maneras te digo por nada.

- Oh, - hizo una pausa - gracias, Joe. Tengo que practicar.

- Te acostumbraras. Es bueno ser agradecido.

- Ah gracias, papá. Tratare de recordarlo - le dijo con tono de burla y él resoplo soltando una sonrisa al aire.

- No creí tomarías en cuenta mi edad para bromear - fingió enojo.

- No me refería a eso pero ya que lo mencionas...- Comenzó Amy y se detuvo al ver que él arqueaba las cejas. Se apresuró a mirarlo de arriba abajo, era todo un galán, llevaba unos jeans oscuros y una camiseta escote V, debajo del brazo llevaba una chaqueta negra tal vez creía que haría frio por la noche. Amy se odiaba por no haber llevado abrigo, otra vez. Era más hermoso de lo que recordaba. Pero odiaba que la estuviera mirando a través de aquellos lentes oscuros que no la dejaban ver sus hermosos ojos.

-Tu también te ves muy bien - le confeso mientras caminaban. No tenía ni idea de a dónde iban pero no se molestó en preguntar él seguramente sabría a donde iban. Caminaron unas dos manzanas antes de detenerse frente a una heladería. Amy había tenido que hacer esfuerzos para no tenerse en ninguna tienda a comprarse ropa. Ya estaba admitido que era una compradora compulsiva y ahora se estaba absteniendo.

Joe le invito un helado y ella acepto encantada, luego siguieron caminando y conversando sobre ellos. Amy sentía que tenía tantas cosas que contarle que debía saber sobre ella y al mismo tiempo quería saber todo sobre él.