Capítulo 11

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La madre de Amy camino hacia la ventana y miro a través de ella.

- ¿Sigue ahí?

- Sí - respondió y miro que su hija continuaba tendida en la cama con las manos sobre el rostro esperando a que algún tipo de milagro la salvara - hija, vas a tener que hacer algo ahora. Tu padre llegara en cualquier momento y, de verdad, no quieres que encuentre a aquel chico allí abajo. No puedes quedarte aquí hasta que él se vaya, si te ama se quedara hasta que pueda hablar contigo.

- No debería haber venido.

- Pero lo hizo. Y está allí esperándote.

De un movimiento Amy se puso de pie, camino fuera de la habitación y luego abajo.

Se quedó frente a la puerta esperando a que algún milagro la salvara pero no ocurriría. Joseph estaba esperando del otro lado de la puerta a que Amy se decidiera a decirle algo. Ella deseaba no tener que hacer lo que tenía  que hacer. Cuando todo aquello había comenzado nunca imagino que terminaría de esa manera.

Al abrir la puerta se encontró con Joseph sentado en el escalón de la entrada con las manos cubriéndose el rostro pero en cuanto se percató de su presencia se puso de pie, antes de que pudiera decir algo ella hablo: 

- No deberías ser tu quien tendría que estar golpeando a mi puerta - aclaro ella. - Ya lo sabes todo ahora, ¡vete, Joe! ¡Hazlo fácil para ambos y solo vete!

Cada palabra era dicha con tanto dolor. Las cosas no deberían ser así, ella debería estar abrazándolo por seguirla e intentar solucionar las cosas.

- No quiero que esto termine de esta manera - Le contesto él mirándola fijamente.

- ¿Por qué no puedes odiarme como lo haría cualquiera? - Grito.

- Porque sé que eres más que eso, porque a pesar de que sabía que ocultabas algo...

- No sigas, por favor - lo interrumpió, - Adiós Joe -. Sin esperar respuesta dio un paso hacia atrás y cerró la puerta. Y por un momento se preguntó si estaba haciendo las cosas bien, si era realmente eso lo que debía hacer. Corrió escaleras arriba y se encerró en su habitación, por suerte su madre ya no estaba allí pero había dejado las revistas de vestidos sobre la cama, Amy las hizo a un lado  y se lanzó sobre la cama. Estaba destruida, si era lo correcto ¿Por qué dolía?

Y dolió por varios días, cada uno parecía más largo que el otro. Por otra parte Amy se sentía decepcionada, hubiera querido que Joseph insistiera y no la dejara ir. Si en verdad lo amaba no se habría ido a menos que supiera que ya nada podía hacer y así era. Pero Amy de alguna manera quería pensar que podían tener un mejor final. 

Ahora Amy pasaba cada momento del día con Jason, día tras día. Llego a encariñarse de una manera increíble con él y él con ella.  Las semanas eran agotadoras, tenían cosas importantes que comprar para la boda, elecciones que hacer y personas que invitar. Eso era lo que mantenía ocupados a Amy y Jason, si no estaban juntos haciendo sus deberes estaban por separado haciendo las compras para el gran día que a cada momento les pisaba más los talones.

- Un pequeño descanso nos hará bien - sugirió Jason al tiempo que se sentaba en una banca en el parque y Amy a su lado mirándolo con una sonrisa.

- Es la mejor idea que se te ha ocurrido - bromeo ella.

- ¿Qué quieres decir? Hice una excelente elección de los manteles - le siguió la corriente.

- Eso es lo que tú crees - dijo ella con una carcajada debido a la mueca de disgusto fingido que dejo ver Jason. Amy echó un vistazo a su alrededor había bastante gente a esa hora de la tarde, el lugar se veía bastante animado y entre tantas personas Amy pudo visualizar a una persona que la miraba con recelo desde el otro lado de la fuente que había en el centro de la plaza. Intento disimular que había notado que Megan la estaba mirando pero no pudo evitar volver a mirarla para confirmar que fuera ella. Estaba rodeada de su habitual grupo de amigos quienes hablaban entre sí pero ella no se veía agradable parecía que quería asesinarla con la mirada pero Amy le dio poca importancia, ella no había hecho más que decirle la verdad.

The Other Side Of The Door [Joe Jonas]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora