19. Borracho en el baño

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Dedicado a: @CamilaQuiones344


"Se necesita un talento especial para ser un borracho. Se necesita resistencia, es más importante que la verdad." - Anónimo.


CAPÍTULO 19


Echar de menos a alguien es uno de los sentimientos más dolorosos que el ser humano puede experimentar

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Echar de menos a alguien es uno de los sentimientos más dolorosos que el ser humano puede experimentar. Extrañar va más allá de recordar esos momentos vividos con aquella persona, el recuerdo que acecha de noche y de día, extrañar es más que sufrir.

Echar de menos es volver a encontrarse frente al vacío que dejó esa partida.

Y sí. Era muy difícil de llenarlo nuevamente.

— ¿Qué tienes?

— Nada que te importe, Falcon.

Era de noche, los hermanos Camilleri se encontraban en la azotea de su casa. Dorian no pasaba mucho tiempo allí pues tenía un departamento a su posesión que le había costado conseguir con mucho trabajo de su parte, aquel espacio le había costado noches de desvelo y arduo trabajo que aun seguían costándole. Falcon, por el contrario, vivía en casa con su madre y la ayudaba en lo que podía; él no trabajaba, su hermano Dorian no se lo había permitido, hasta se podría decir que el trabajo, para el menor de los Camilleri, estaba prohibido.

Pasaron tantas cosas dentro de esas paredes color hueso, desde llantos hasta risas y lamentos, esas paredes que guardaban grandes secretos escondidos, esas paredes que veían el pasar de la vida de los Camilleri como una telenovela sin un final.

¿Qué podrían esperar? Ya nada podría sorprenderlas.

— Deja eso hermano —aunque Falcon no veía mucho a su hermano por la casa, tenía conocimiento de la obsesión de su hermano por tomar y fumar al mismo tiempo, y es que ese día era especial.

No especial con sinónimo de felicidad.

Era un día especialmente de dolor.

— Dorian —lo llamó al no tener respuesta.

El mayor, con la misma posición intranquila, lo observó desafiante dando otra calada a su cigarrillo. ¿A él qué le importaba que fumase? Que le dieran por el culo, él no iba a dejar de hacer algo que calmaba su ansiedad en esos momentos.

— Vamos hermano, nos esperan en-

— Déjame solo.

— Pero Dorian.

— ¡Que me dejes solo, joder!

¿Quién podía entenderlo? Ese día para todos era desastroso y doloroso. Se cumplían cuatro años de la muerte de Gabrielle. Veinticinco de Julio, una fecha que nunca podría ser olvidada por esos cinco amigos. Dorian, por su parte, ese miércoles por la noche se sentía diferente, algo extraño y confuso, ¿por qué? Se preguntaba al tener una tormenta de emociones dentro de ese corazón que creía destruido.

Quiero ser tuyo (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora