Un cielo estrellado, la oscura noche y los grandes edificios que se ven a gran altura desde la enorme ventana de mi departamento, son quienes me acompañan en esta madrugada. Yo, sentada en mi gran sillón con una copa de vino en mano como ha sido desde hace poco, se me ha vuelto costumbre ya.
Finjó ver todo aquello, pues en realidad mi mente es la que ocupa mi propia atención, y como no voy a perderme en mis propios pensamientos, si todos los recuerdos junto a mi bello amor aparecen uno tras otro haciendo que me consuma y me pierda por completo.
Mi Jennie, ¿Sabes algo? Te extraño mucho, no hay día ni noche que no deje de hacerlo. Cuanto quisiera que estuvieras aquí conmigo aunque sea una sola vez, ¿Visítame en mis sueños, quieres? Necesito verte y me digas que todo estará bien, que me digas que me amas y que siempre lo harás. Quiero ver tu sonrisa otra vez, tus hermosos ojitos que se achinan cuando sonríes, quiero volver a tocar tus suaves mejillas y apretujarlas con mis manos haciendo que hagas caras graciosas, quiero sentir tus labios junto a los míos una vez más, mientras nos fundimos en un beso lleno de ternura y amor como solo nosotras sabiamos hacerlo. Quiero volver a sentir tu cuerpo unido al mío, mientras nos entregamos la una a la otra, piel con piel, compartiendo besos y caricias, sentir tu cuerpo estremecerse bajo el mío por el más mínimo contacto, probarte de pies a cabeza deleitándome con tu exquisito sabor, escucharte gemir mi nombre cuando una ola de placer recorre tus entrañas, consumiendo todo tu ser. Dormir abrazadas toda la noche y que, al despertar, sea tu hermoso rostro somnoliento lo primero que mis ojos vean. Simplemente extraño cada pequeña cosa de ti, te extraño a ti.
(Aún sentada en el sillón de la sala aparece una sonrisa triste en su rostro, mientras que lágrimas comienzan a caer hasta la camisura de sus labios).
Recuerdo nuestros momentos felices, y me duelen tanto, que ahora creo que los odio. Si hubiera sabido que se llevarían un pedazo de mi vida, hubiera disfrutado mucho más del momento como lo hice, te hubiera abrazado más de la cuenta, te hubiera dicho "Te amo" a cada segundo hasta quedarme sin voz, te hubiera llenado de besos todos los días hasta desgastarme, hubiera hecho tanto, pero, sé que el "hubiera" es algo que no existe y aunque disfruté cada segundo a tu lado, siento que no fue suficiente, que no te tuve lo suficiente.
Todos los días escucho nuestra canción preferida y mi mente vaga a nuestra primera cita como pareja, mi corazón late de manera acelerada como en aquel momento y revolotea feliz como cuando esa vez, y ni decir el día de nuestra hermosa boda, ¡Oh dios! Ese es un recuerdo que llevaré grabado para el resto de mi vida, mi recuerdo más preciado y valioso, pues, fue el comienzo de una gran historia, que parecía que no se acabaría JAMÁS.
Nuestras amigas vienen a verme más seguido, han estado al pendiente de mí desde que te fuiste, aunque les he dicho que no deberían preocuparse tanto por mí, aún así lo hacen y vienen a hacerme compañía cada que pueden. Rosé y Jisoo son buenas amigas, sin duda escogimos bien nuestras amistades que serían para siempre cariño, las amo bastante.
(Poco a poco sus ojos van cerrandose, hasta que se queda profundamente dormida en el sillón, y comienza a soñar).
- ¡Lisa! - se oye una voz lejana pronunciar su nombre. Lisa ya no se encuentra en la sala de su departamento, sino, que ahora mismo está en una playa, enseguida reconoce el lugar, era la playa donde su querida esposa había deseado ir y ella como sorpresa de cumpleaños la llevó. Al escuchar su nombre comienza a caminar sin rumbo fijo y empieza a buscar, esa voz, cómo no iba a reconocerla, provenía de su esposa. De su Jennie.
- ¡Jennie, amor! ¿Dónde estás? - preguntaba a la nada con insistencia y desespero, sin obtener respuesta alguna, solo se oía su nombre una y otra vez, pero no lograba ver a nadie. Comenzó a correr y gritar, se sentía perdida y confusa, no sabía cómo había llegado hasta allí, pero no estaba en condición de atar cabos, solo quería encontrar a alguien en específico.
