— ¿Quieres romperme otra vez, no es así? — pregunté entre lágrimas interminables y el pecho lleno de dolor — ¡No! Las cosas no son así, mi amor déjame explicarte — contestó ella al instante ante mi pregunta.
— Entonces, sino es así ¡QUE MIERDA HACES AQUÍ DE NUEVO LALISA! ¡Eh! ¡Contéstame! Viniste a verla a ella ¿No es así? — dije y ella no respondió esta vez. Al contrario bajó la mirada y agachó su cabeza.
— ¡Con una jodida mierda, responde! — grité de nuevo y ella se sobresalto — P-por favor Jennie, v-vamos a casa y hablemos sobre es-... — una mano mía estampó contra su mejilla inesperadamente, impidiendo que terminará su oración. La miré fríamente y ella aún se encontraba helada en su lugar, con la cara girada hacia un lado.
— No, nada de "vamos a casa" hablaremos aquí y ahora ¿Comprendes? — silencio — ¿Por qué Lisa? ¿Por qué pones de todo tu esfuerzo para destrozarme más? No te basta con lo que me hiciste ya ¿No? ...
— Jennie yo...
— No Lisa, no me digas que lo sientes, no me digas que fue un maldito error, no me digas que lo lamentas y que estás arrepentida, ya no mientas, créeme, conmigo no funciona más, ya no.
No dijo más nada, solo sé limito a cerrar la boca, y eso causo aún más dolor en mi corazón.
— Explícame por favor cómo paso todo esto. En qué momento todo eso que nos juramos alguna vez se fue por la mierda, cuando cambiaste tanto. ¿Sabes? Todos los días desde tu primera infidelidad me he preguntado del porqué me haz fallado de esta manera, al principio quise convencerme de que solo eran delirios míos el que hayas cambiado totalmente, te sentía tan fría, tan distante, tan ajena a mí, que comencé a sospechar sobre esto. Me mentí, me engañé y dejé que las alertas pasarán, porque confiaba ciegamente en ti, en tus palabras, porque sabes cómo manipularme, como con solo palabras dulces y bonitas que salen de tu boca me endulcen el corazón y me lleguen al alma, sabes cómo hacer que mi corazón te crea y se entregue a ti por completo y sin dudas. Yo estaba segura de que me amabas, que me querías tanto como yo te quiero a ti... — una vez más mis ojos comienzan a picar, amenazando con lágrimas salir de estos, mi pecho se oprime ante los recuerdos bonitos con ella y yo como protagonistas de nuestra "maravillosa historia de amor" ahí donde, me demuestra con hechos que me ama, que soy la única chica a la que puede amar en su vida, momentos que son especiales y únicos para mí, porque ahí no está la mujer distante y fría conmigo, sino al contrario, está la chica que me jura un amor tan puro y tierno, la que me mira con una dulzura que parece interminable que llega a hipnotizar mi corazón y hacerlo sentir el más amado de todo este puto mundo, me hace sentir con esa mirada cargada de miles de sentimientos la mujer más amada y dichosa del universo entero... En mis recuerdos ella es otra, ella me demuestra que me ama de verdad ... Pero, esos recuerdos solo son disfrazados por mi imaginación, por ella, son una mentira, ¡Todos son una puta mentira! Y yo me los creí.
Señoras y señores... Jennie Kim acaba de caer de la forma más patética que existe a causa del amor.
— Dime, ¿Qué te costaba ser directa conmigo? Ser clara y decirme la verdad, decirme que ya no me querías, que me habías dejado de amar... Que tanto te costaba hacerlo, si, me rompería el alma, pero me levantaría más fácil de esto, te agradecería que fueras tan sincera conmigo y tuvieras los suficientes para decirme realmente las cosas, te juro que si la verdad hubiera salido de tu propia boca desde un principio esto tendría un final muy diferente, yo te habría entendido bien, ¿Sabés por qué?... — suspiré con gran pesar y mantuve mi cabeza cabizbaja — porque te amo — solté.
— Te amo tanto que prefiero mil veces poner tu felicidad sobre la mía, porque, simplemente el hecho de verte feliz hace que yo misma lo sea, porque a pesar de todo te deseo lo mejor en el mundo con quién sea a pesar de no ser yo quien sea la causa... Te amo tanto que duele, duele mucho Lisa, duele mucho amarte tanto...
Mis piernas se debilitaron hasta que perdí el equilibrio completamente de estas y caí al piso de rodillas, pasé mis manos sobre mi cabello en frustración y lloré a rabiar ahí mismo, me importaba muy poco que me viera destrozada y sufriendo por ella, a pesar de que no se merezca ni una lágrima mía, sin embargo aquí estoy, una vez más viéndome vulnerable y miserable al mismo tiempo frente de ella, le estoy dando el privilegio de verme rota y que se burle de mí frente mis narices si quiere. A este punto no me importa nada.
Oí su llanto intensificarse, sentí como caminó y se abalanzó sobre mí y yo volví a romperme... Su calidez llenó mi cuerpo, como si fuera a protegerme de todo, más sin embargo, ella misma era la causante de que esté así ahora. Enterró su rostro en el hueco de mi cuello, sentí húmedo ya qué sus lágrimas mojaban mi piel, lloraba con tanta fuerza que sentí iba a romperse de verdad, y yo le seguía el paso, y como no iba a hacerlo, ella a sido la primera y única persona a la cuál yo he amado de verdad en casi toda mi vida, antes de esto fuimos mejores amigas, compartimos varias etapas, hasta que descubrimos que teníamos sentimientos la una por la otra y fue inevitable no enamorarnos. Como adolescentes lo intentamos, claro que teníamos peleas, discusiones, pero eran genuinas y a veces sin chiste, a medida que pasaron los años crecimos y vivimos juntas. Todo fue de maravillas hasta que conoció a esa chica, semanas antes de nuestro décimo aniversario como pareja, una mujer de pelo rubio, cuerpo esbelto y bonita sonrisa, Chaeyoung. Ahí los cambios, de ahí vino todo, hasta que la descubrí por primera vez a través de unos mensajes, la enfrente, pero cometí el error de perdonarle el primer acto de infidelidad, sin saber que sería solo el comienzo...
Y hoy por fin, me atrevo a decir adiós completamente. Me iré.
— Suéltame Lisa. Quiero irme, no quiero estar más aquí, no quiero sentir tu presencia conmigo ...
— No Jennie, por favor, no me dejes, yo te amo, te lo juro que te amo... Te amo, te amo muchísimo... Mi amor te lo suplico, no me abandones, tú no por favor ... — sus palabras me rompían cada vez más, el oírla así me rompía, pero no iba a caer de nuevo, había tomado una decisión. Como pude me levanté e hice que me soltará.
— No Lisa, no me amas. Y por favor, deja de repetirlo, me lastimas más... Mi amor, hasta aquí termina todo, voy a dejarte ir, ya no quiero seguir sufriendo por ti, aunque se que es imposible, pero, prometo que voy a olvidarte, voy a superar todo esto algún día, y pronto me dejaras de doler, ya verás, espero por fin puedas ser feliz, yo, algún día podré serlo, algún día podré volver a sonreir, volveré a llorar, pero serán lágrimas de felicidad al saber que mi corazón está sanado completamente, porque, algún día quiero volver a amar otra vez, quiero volver a sentir todo lo bonito que sentí por ti algún día. A partir de hoy, está Jennie deja de amarte, me voy de tu vida, no sin antes agradecerte por todo lo vivido, desde lo bueno hasta lo peor, gracias por ser mi primer amor, gracias por existir en mi vida, gracias por enseñarme lo que es el amar a una persona con locura y sinceridad, eso es lo que yo sentía por ti, pero sobre todo... Gracias por romperme, porque volveré a construirme y seré mucho más fuerte. Gracias.
Di media vuelta y salí de inmediato del lugar, aún a lo lejos podía oírla llamarme entre llanto de agonía y lleno de dolor.
A partir de aquí, Lalisa Manoban ya no existió nunca más en mi vida.
Algún día Jennie volverá a sonreir, algún día.