Sé que han pasado muchos años desde aquella vez. El recordarlo no se me es tan grato pero mi mente no puede olvidarlo simplemente así, a pesar del tiempo transcurrido creo que necesito mucho más del que ya ha pasado para poder borrarlo por completo.
Pero, una parte de mí tal vez no lo quiere así, porque a pesar del dolor del momento, olvidar todo aquello implica también olvidar todos los recuerdos más hermosos y llenos de vida que pase junto a ti, y siendo sincera, no quiero hacerlo tampoco. Desde ese día, una gran parte de mí se fue contigo y no volvió jamás.
FLASHBACK
- ¡Lisa, ya! Déjame - soltó en un intento por safarse del agarré que la rubia tenía contra ella, pero está ni se inmutó por acatar la orden, mientras reía sin parar viendo como inútilmente su contraria quería soltarse.
A Jennie no le gustan las cosquillas. Sin embargo, Lisa ama picarle las costillas a su chica mientras está se enfurece con ella, porque para ella, cuando Jennie se enoja, se ve muy adorable.
- Estoy muy molesta contigo ¡No te rías Lalisa! Odio las cosquillas - dijo Jennie quejándose - mi amor, ¿Sabes que aún cuando te enojas te ves más hermosa de lo que ya eres? - dijo Lisa brindándole una sonrisa sincera, observando como Jennie olvidaba su enojo y ahora se escondía en el hueco de su cuello, golpeándole el pecho juguetonamente. Se había sonrojado.
- ¿Por qué eres así? Se supone que debo estar molesta contigo por hacerme sufrir, pero aquí me tienes roja de vergüenza por eso tan bonito que acabas de decirme. Es injusto, así no puedo enojarme bien. - dijo Jennie aún con su rostro en el cuello de su novia. Lisa soltó una risa y la atrajo más hacia ella para abrazarla cómodamente. Un abrazo cargado de un bonito y dulce sentimiento que sentía en ese instante, porque desde que conoció a Jennie, es todo lo que siente, tiene ganas de darle siempre amor a esa chica de pelo azabache y baja estatura, porque para ella es como un cristal pequeño y frágil el cual tiene miedo de romper, desde que la conoció, no hay otra cosa que quiera hacer más que quedarse a su lado el tiempo que la vida le permita, sabe que aunque Jennie pretenda ser fuerte y segura de si misma ante el mundo exterior, es una persona sensible y de un corazón tan blando que guarda todo eso que siente sola, una parte de ella es muy débil, una parte de ella está vacía, pero Lisa desde el momento en que llegó a la vida de Kim, se ha encargado de llenar todo ese vacío, y aunque ella no lo sepa, para Jennie, Lisa es su mundo entero y el perderla algún día... La derrumbaria.
Jennie soltó un suspiro involuntariamente. Amaba estar así con su novia, podía oír sus respiraciones lentas y pausadas, como sus corazones latían en perfecta sincronía en medio de aquel silencio que le pareció un tanto acogedor, ese que si por ella fuera, podría quedarse así el resto de su vida y no se quejaría en lo absoluto.
Cuando se conocieron la vida de Jennie era un completo desastre y caos. Para ella la vida no tenía sentido alguno, rodeada de una familia donde los golpes y gritos eran la solución a cualquier problema, en dónde "el mejor refugio" consistía en el alcohol y las drogas, ella fue testigo de como su padre golpeaba a su madre brutalmente cuando llegaba ebrio hasta dejarla inconsciente, ella y sus hermanos más pequeños tenían que correr en madrugadas frías a buscar ayuda a algún vecino para auxiliar a su madre y evitar así que muriera en las manos de su progenitor a causa de las bebidas embriagantes. Jennie también fue víctima de eso, también fue golpeada salvajemente a manos de su padre, siempre era golpeada por nada, recibía una paliza tan solo por existir o respirar... Vivió muchos años de su vida en el infierno, así lo llamaba ella, hasta que por fin, aquel mal hombre pagó por todo lo que les hizo y terminó muriendo a manos de una sobredosis. Ella en vez de llorar desconsoladamente por la muerte de su padre, sintió como un gran peso de encima se iba, por una vez en tanto tiempo, se sintió tranquila, ya no habría más golpizas, ni escucharía los gritos de su madre siendo severamente golpeada, ni tampoco tenía que huir a buscar a alguien quien la auxiliara a ella y su familia, no habría marcas en su cuerpo ni moretones a causa de sus golpizas como "premio" cada noche, todo eso se había acabado para siempre.