Prince Jeon - JK

29. Missing you

Reagrupamos a los soldados. El Rey realmente había huido y había parado a sus soldados. Aquel de negro era uno de los mercenarios que contrató para matar al antiguo Rey, el otro murió haciendo otro trabajo según nos habían contado. Yo seguía llorando en el hombro de Jungkook mientras este hablaba con los generales de los reinos que nos ayudaron.

—He conseguido un apartamento para hoy, mañana ya este reino sabrá de lo ocurrido con el Rey y sabrán que ahora eres su Rey—dijo Taehyung acercándose corriendo—¿Y Jimin?

Abracé más fuerte a Jungkook, mis llantos se hicieron más fuertes también. Su sonrisa, sus consejos, sus comentarios para molestar a Jungkook o a Taehyung...ya lo echaba en falta.

—No me digas que...

Tarhyung sonaba igual de destrozado que Jungkook cuando se lo dijo. Taehyung me llevó a caballito hasta una casa y subió por las escaleras al primer piso. Entró a la casa, solo se escuchaban mis llantos ahogados.

—Jimin te quería—dijo Taehyung andando por el pasillo—al principio creía que era porque eras como su hermana pero resultó ser que se enamoró de ti. Hizo todo lo posible para verte feliz, ya fuera hablando con Jungkook o dándote consejos... él te quería como a nadie y decidió morir por su amada y a quién consideraba un hermano.

Me dejó en una cama de matrimonio.

—Duerme, lo necesitas. No te culpes de nada, ¿Me escuchaste? Nadie tiene la culpa de lo que ha ocurrido.

—Peeo...

—Pero nada, descansa. Lo necesitas.

Sí, lo necesitaba...

Desperté al escuchar los sollozos de alguien a mi lado. Al abrir los ojos vi la habitación completamente a oscuras, frente a mí una ancha espalda, Jungkook. Este estaba llorando, no sabía si estaba despierto o una pesadilla pero no dudé en abrazarlo.

—No debí dejarlo arriba...

En efecto, estaba despierto. Se dio la vuelta, ahora estaba boca arriba.

—Él quiso sacrificarse por nosotros, y no creo que quiera que lloremos por él durante horas.

Me senté sobre él sacándole una sonrisa.

—Tú estuviste haciéndolo.

—Shhh, calla—dije con una pequeña sonrisa.

Me tumbé sobre él notando sus latidos y respiración agitada, Jimin no merecía morir, era un angelito.

Serían las diez de la mañana cuando Taehyung nos despertó a los dos quitándonos la manta a la fuerza. Se encontró con los dos abrazados, en mi caso hundida en el pecho de Jungkook.

—Buenos días pareja—dijo Taehyung abriendo la persiana.

Abrí los ojos y traté de incorporarme siendo imposible debido a los brazos de Jungkook. Este tenía los ojos cerrados y los labios entrecerrados. Besé sus labios castamente provocando que él gruñera.

—Vamos, quiero ir al funeral—dije bajo.

Dos días desde el fin de la guerra y la muerte de Jimin...

Iban a hacer un funeral a todos los caídos en el ataque relativamente pacífico: doce personas en total. El funeral de Jimin sería aparte ya que era de la realeza. Me senté en el borde de la cama mirando mis pies.

—No creo estar listo para eso—dijo Jungkook incorporándose lentamente.

Taehyung salió tras dar un par de palmadas en el hombro a Jungkook. Me levanté por completo y fui en busca de la ropa del armario de Jimin. Sonreí entristecida y agarré su camiseta favorita y los pantalones cortos que siempre llevaba.