Prince Jeon - JK

34. Jeon Queen

Escuchaba atentamente como el abogado de la Reina se quedaba sin argumentos, había demasiadas pruebas que afirmaban que aquella mujer había traicionado al Reino. La Reina, madre de Jungkook y mi suegra fue condenada a veintidós años de prisión. Jungkook observó con cierto dolor como se la llevaban de aquel tribunal. Abracé a Jungkook cuando el resto de espectadores comenzaron a irse.

—Vamos, tenemos cosas que hacer—dije recordando que había un pequeño viaje pendiente.

Me subí al coche junto a Jungkook y Taehyung, debíamos ir a visitar la antigua capital del Reino del Sur. Habíamos estado pensando varias veces si debíamos cambiar la capital, pero eso significaría cambiarnos de castillo y ambos queríamos quedarnos en aquel castillo donde tantas cosas ocurrieron.

—¿Entonces a qué vamos?—preguntó Taehyung curioso.

—De visita—dije moviendo los pies—Hay que conocer a los ciudadanos de allí, además Jungkook tiene que hablar con el ministro de aquel país.

Y ahí estaba yo, paseando por la acera de aquella ciudad. Era más rural que la nuestra pero aún así se notaba que era ciudad. Los edificios estaban separados, eran de distintos ladrillos y la altura variaba bastante. Había varías con urbanizaciones bajo el edificio, además lo que más me gustaba de aquel lugar era que había varias plazas y parques.

—Buenos días—dije entrando en la heladería de una plaza pequeña.

Me saludaron sonrientes un par de chicos no muy mayores, tendrían la edad de Jungkook o un poco más.

—Este, por favor—dije señalando el helado de avellana.

—Lo que quiera la linda chica—dijo guiñándome el ojo.

—¿Me estás coqueteando?—pregunté agarrando la tarrina de helado.

—Puede—dijo sonriente.

Era lindo, su pelo con algo ondulación era precioso y su sonrisa contagiosa.

—Estoy casada—dije riendo.

Abrieron los ojos como platos al escucharme decir aquello. Pagué el helado y reí debido a sus caras aún confusas.

—¿Cuántos años tienes?

—Dieciocho—dije sentándome en uno de los asientos.

—¿Y ya estás casada?—preguntó sentándose frente a mí.

Asentí con una pequeña sonrisa al recordar a Jungkook. Ese chico podía ser lo lindo que quisiera pero... Jungkook le ganaba.

—Una historia muy larga, vengo de paso. Soy de la capital.

—Cierto, que ya no somos capital del país—dijo inclinándose en la silla—me pareció increíble lo que sucedió en la guerra.

Asentí comiéndome el helado.

—El otro bando era...buah, inteligente y pacifista—dijo con una pequeña sonrisa—no mataron a nadie de los nuestros, aunque nosotros sí lo hicimos. Y al final ganaron ellos, es increíble.

—Sí, soy una genia—dije lamiendo mis labios.

—¿Eres?—preguntó confuso.

—Fui la estratega de aquel ataque, en realidad estoy aquí para conocer el ambiente postguerra.

—¿La estratega? ¿No decían que era de la realeza?—preguntó el otro chico.

Cuando iba a responder sonó un pequeño anuncio en la plaza. Por unos altavoces se escuchó a un señor decir que el nuevo Rey estaba en la ciudad e iría de visita a aquella plaza. Me había descubierto y no sabía cómo. Suspiré negando.