Prince Jeon - JK

28. Success?

Un par de golpes en la puerta me obligaron a apegarme más en el pecho de Jungkook. Me encontraba entre sus brazos seguramente con su camiseta ya que me entró frío en la noche. Mi cabeza reposaba en uno de sus brazos mientras que el otro restante estaba sobre mi cintura. Un olor parecido al de chocolate inundó mis fosas nasales, el aroma natural de Jungkook era adictivo.

—Ahg, joder—escuché maldecir a Jungkook en bajo.

Apartó su brazo de mi cintura y movió su cuerpo hasta estar boca-arriba.

—¡En media hora comienza!

Esa voz tan aguda era sin duda la de Jimin. Jungkook chasqueó la lengua.

—Estoy muy cómoda—dije abrazando su pecho.

Me puse bocabajo y subí ligeramente sobre Jungkook, él sonrió al ver como apoyaba la cabeza en su buen trabajado pecho.

—Veo que me robaste la camiseta—dijo con una voz ronca.

Se incorporó e hice lo mismo. Me subí a horcajadas sobre él abrazándolo. Los ojos negros del chico frente a mí miraban mis labios con ansia, por ello no tardó en besarme y envolver mis labios en un movimiento lento.

—Te quiero—dijo con una mirada sincera.

Sonreí avergonzada ante sus palabras, realmente amaba a ese estúpido.

—Yo también te quiero, pero ayer te pasaste un poco. No me duele pero es molesto—dije levantándome de la cama.

Me recogí el pelo con un coletero y abrí la puerta para que supieran que estábamos despiertos. Jungkook se levantó de la cama dejándome ver aquella vista más detallada de sus abdominales y fuertes brazos. Sólo unos boxer se podían ver pegados a su piel.

—Deja de mirar y cámbiate.

—Puede ser la última vez que te vea así—dije con una sonrisa triste.

Jungkook también sonrió con tristeza y se acercó a abrazarme. Hundió su cabeza en mi cuello el cual tenía alguna que otra marca de color morada y roja bastante fuerte. Pasó sus manos por mi cintura y acabó en mi trasero apretando este.

—No me pasará nada, ya verás—dijo besando mi frente.

Sonreí satisfecha y besé sus labios de nuevo.

—¡O abrís la puerta para salir o la cerráis para besaros por favor!—gritó Taehyung cerrando los ojos.

Reí y cerré la puerta de nuevo. Me acerqué al armario sacando el uniforme militar del Reino. Sonreí al verlo y fui a ponérmelo al baño. Me miré al espejo nada más entrar y deshacerme de la camiseta, me sorprendí de las ojeras y marcas en mi cuello. Se abrió la puerta y se cerró, Jungkook había entrado asustándome.

—Tenemos prisa, así que ahorremos agua.

Salimos vestidos con grandes sonrisas en el rostro. Entré al salón encontrándome a Jimin y Taehyung vestidos como yo, Jungkook llevaba una ropa distinta pero de igual forma militar.

—Nos vamos.

Nos metimos al coche para que nos llevara al lugar donde el resto esperaba.

Jungkook subió a un pequeño escenario para decir unas cuantas palabras. Ánimo al ejército e insinuó que mos quería a sus primos y a mí. Nos hicimos una foto todos, los soldados incluidos. Yo me subí a la espalda de Jungkook para la foto a pesar de seguir fingiendo ser la General y no la princesa.

Ahí nos encontrábamos, pasando por el valle con armas y caballos asegurándonos de que estuviera despejado. Jungkook y yo liderábamos a unos cuatrocientos soldados hacia la capital por aquel valle mientras Jimin iba el último para recibir la información de las otros dos grupos. Estábamos a mitad de camino, ya estaba anocheciendo y nos preparábamos para hacer una parada para descansar unas horas.