Prince Jeon - JK

27. Make Up

Íbamos a comenzar el ataque el día siguiente. Al parecer nos habían informado de que estaban pensando en atacarnos en un par de días por lo que debíamos actuar antes. Acababa de terminar la última reunión para asegurarnos de que estaba todo bajo control. En el momento en el que Jungkook se sentó en la silla mientras todos salían me hizo una seña para que me quedara en la sala. Incomodidad era poco, solo se escuchaban los susurros de fuera mientras que en esa habitación reinaba el silencio.

—Acércate—dijo girando la silla para mirarme.

Me acerqué algo nerviosa y me quedé frente a él a un paso. Jungkook sonrió ligeramente.

—Tardé unos días pero me di cuenta—dijo agarrando mi muñeca y tirando de mí sobre él.

Me sujeté en la silla para no estamparme contra él. Sus ojos se cristalizaron al instante, una lágrima cayó por su mejilla seguida de numerosas más.

—Perdóname, perdóname—dijo llorando por completo—te eché de la peor forma...

Ahí es cuando me percaté de que se había dado cuenta de quién era; la verdad había hecho una actuación maravillosa. Suspiré y miré hacia la mesa vacía.

—Eres tan idiota—dije chasqueando la lengua—Estuve llorando días, las palabras de los demás no me afectan pero las tuyas duelen como un infierno.

—Perdóname—dijo de nuevo abrazándome por la cintura.

—¿Vas a dejar de hacer las cosas solo? Ya viste que sin mí las cosas te salen de mal en peor.

Asintió varias veces. Sonreí ligeramente, era imposible estar enfadada con él. Me agaché y besé sus labios, esos que tanto extrañaba. Un beso lento profundo que transmitía lo mucho que nos habíamos extrañado mutuamente. Me separé de él y posé mi frente sobre la suya.

—No vas en primera fila—dijo serio.

—Oh, sí que voy—dije levantándome con una sonrisa.

Jungkook agarró mi muñeca, se levantó y me abrazó con fuerza. Acaricié su espalda.

—No quiero perderte, no de nuevo...

—Te recuerdo que lo único que se me dan mal son los modales—dije con una pequeña sonrisa en el rostro—Sobreviví a un ataque de mercenarios, a un bombardeo al llegar aquí, ¿Y voy a morir atravesando un valle?

—No extrañaba tu sarcasmo.

Jungkook atrapó mi labio inferior y me acercó a él hasta apoyarse en la mesa conmigo entre sus piernas. Rodeé su cuello con fuerza, realmente había echado de menos su tacto, voz y sonrisa. El beso se volvió húmedo y sucio.

—Rey Jeon, os están...

Jungkook se separó del beso, el cual ya estaba transformándose en uno más necesitado, y miró a uno de los Reyes. Parecía asombrado al ver aquella escena, yo también lo estaría si fuera él. Aparté las manos de Jungkook de mi cintura, me puse bien la gorra militar y salí de allí por patas, mis mejillas ardían como nunca.

Visualicé el coche donde Jimin y Taehyung estaban, no dudé en correr y meterme con ellos confundiéndolos.

—Jungkook va a llegar deberías-

—Sabe quién soy y me temo que ahora uno de los reyes cree que está liado con una General del reino del Este...es chistoso a que sí.

—¿Qué?—gritó Taehyung.

Jungkook subió al coche ignorando los gritos de uno de los Reyes.

—¿Qué pasará con la princesa?