18- Larga espera.

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Al sonar mi despertador sólo quería seguir durmiendo y más sí recordaba el largo día que tenía por delante, así que juntando fuerzas de alguna parte me puse de pie y me dí una ducha que ayudó a despertarme.

Los días eran cada vez más fríos pero nada que un buen abrigo y una bufanda no pudieran solucionar.

En el colegio, Kayla y Melany me preguntaron qué tal me iba en mi trabajo y les contesté que no era nada de otro mundo, al fin y al cabo el trabajar nunca fue problema para mi.

-No se por qué trabajas, tienes 16 recién cumplidos. -decía Melany, sus padres la habían concentido toda su vida y jamás le habían exigido nada, para ella tener un trabajo estaba muy abajo en su lista de deseos.

-¿Y qué tiene que tenga 16? Debo pensar en la universidad y ya no quiero pedir a mis padres dinero y mucho menos con todos los gastos que trajo mi fiesta.

-Yo creo que es una buena idea, por más que mis padres ya hallan ahorrado desde mi nacimiento para el momento en que tenga que entrar en la universidad, pienso que no me vendría mal tener mi propio dinero, quién sabe tal vez sea bueno.

-Aún no me convence, en este momento tengo otras cosas en mente.

- Sí, veo un enorme "Marius" en tú frente -bromeó Kayla. Desde la fiesta de Halloween ellos pasaban mucho tiempo juntos.

-Tú cállate, Kayla, que apuesto que a ti te encantaría trabajar con Patrick, y no me refiero a uno como el de Violet.

Melany y yo reimos por que Kayla repentinamente se puso roja como un tomate y daba la sensación de que hasta su pelo rojo se encendia.

-Patrick me cae bien, sólo eso. Aúnque aquí entre nos su primo, ese tal Dash, me asusta un poco, tiene un aire tan frío que intimida a cualquiera.

-¡Sí! Es de lo más extraño -corroboró Melany- ya sé por que no te cayo bien en la fiesta, Violet, él es muy desagradable.

-La verdad es que... Voy a estudiar con el a partir de ahora. -dije despacio queriendo esconder mi rostro. No había tenido oportunidad de comentarcelos aún.

-¿Qué? -exclamaron al mismo tiempo.

-Pero, ¿qué hay de John? ¿Acaso se pelearon? ¿O perdiste la cabeza? -preguntó Melany molesta.

-No nos hemos peleamos ni nada, y tampoco perdí la cabeza -dije fijando mi mirada en Melany- Dash se acercó a mi y me preguntó sí podía ayudarlo un poco, hable con John y estudiaremos juntos día de por medio.

-¿Y no se molestó? -preguntó Kayla con un tono muy diferente al de Melany.

-Pues... No, bueno, no le gusto demasiado pero respeta mi decisión.

-Eso o no te fue sincero. -dijo ella vagamente.

-John no está molesto conmigo, como dije: la idea no le fascina pero entiende mi punto.

-¿Y cual es exactamente tú punto?

-Pues...

-¡Señoritas, menos charla y más ejercicio! -bramó el entrenador Smith.

-¡Lo sientimos, entrenador! -exclamó Melany.

Nos encontrábamos en el gimnasio haciendo ejercicios en grupos de tres  y nosotras hablábamos más que otra cosa.

Seguimos con nuestras series y yo al advertir que Robert no me miraba les dije:

-Saben que cuando alguien me pide ayuda haré todo lo que este a mi alcance para ayudarlo. No importa quién sea o que haya hecho, la cosa es que necesita de mi. Ayudaré a Dash a ponerse al corriente y que tomé un ritmo, luego se acabó.

"Angel" - La Verdad (I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora