🍃 We're the Wonder Duo! // [katsudeku one-shots] || PAUSADA

🍃 un lindo error

#RetoLiterautas N°4

✏ Escribe una historia que contenga las palabras: Rueda, caricia y tijeras.

☡ AU Infantes.

►Extra: No hay límites ni de número de palabras ni de otro tipo.

Créditos a www.literautas.com
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Dos niños jugaban pacíficamente en el parque de tierra que se hallaba cerca de sus casas, o, bueno, sólo uno de ellos estaba más tranquilo que el otro. Se habían escapado del hogar de Deku, el menor del dúo, y existía una razón lógica para explicar el suceso.

Izuku Midoriya, más conocido como ‹‹Deku›› por su amigo, vecino de calle y compañero de clase; Katsuki Bakugo aka ‹‹Kacchan››, apodado cariñosamente por el contrario, se trataban del dúo inseparable del barrio. Se conocían de cuando eran bebés, no, incluso mucho antes, desde que sus progenitoras los llevaban en sus vientres.

Kacchan era portador de un carácter bastante complejo. Solía meterse en constantes problemas debido a su revoltosa personalidad, al revés de Deku. Para su corta edad, ambos eran muy astutos y audaces. Eso sí, nunca se rendían. Podían caerse miles de veces y seguirían de pie.

Precisamente, se reunieron en la casa del de melena esmeralda para realizar un par de tareas que sus maestras les entregaron en clases. Siempre intentaban hacerlas juntos; iban en el mismo curso (grado, clase), después de todo. Los dos eran portadores de una gran inteligencia, aunque, por supuesto, como cualquier persona, no podían entenderlo todo. En aquella ocasión, no lograban entender claramente uno de los ejercicios, por lo tanto, se quedaron trabados en él. Al no poder avanzar, empezaron a aburrirse, y tampoco es que pudieran pedir ayuda, dado la madre del de cabellera revoltosa se apresuró en ir a comprar a un negocio cercano que existía en la cuadra.

Mientras aguardaban, el pequeño de ojos rubíes rebuscaba entre su estuche cualquier útil escolar para entretenerse, sacando finalmente una tijera color anaranjado.

‹‹Chick, chick››, sonaba la herramienta.

El sonido de las hojas metálicas rozar provocó un escalofrío en Izuku.

―Kacchan, ¿qué haces? ―inquirió el menor, volteándose de su asiento para ver al de cabello punzante.

―Nada. ―Ocultó el objeto detrás de su espalda.

―Es que oí un ruido molesto...

―Ah, no lo sé. Quizás fue un auto. ―Seguía removiéndose intranquilo, y el de orbes verdes lo notó, pero no dijo nada al respecto.

Segundos más tarde, Katsuki volvía a abrir y cerrar la tijera, produciendo el desagradable sonido para el menor.

―Kacchan.

―Qué.

―Basta, por favor. ―El de mechones desordenados le miraba con seriedad.

―Está bien ―contestó, resignado―. Sólo estaba jugando con las tijeras. ¿No ves que estoy practicando para cuando sea peluquero? ―Peligrosamente, paseó el útil escolar cerca de la pomposa melena de Midoriya.

―¿Quieres ser peluquero? ―El más bajo se giró a contemplarle emocionado. Kacchan jamás le había dicho algo como eso.

―Sí, mira. ―Se aproximó a la melena de su amigo para fingir que cortaba su cabello, no obstante, cuando lo hizo, se percató de que el ‹‹chick›› de la tijera sonó más lento de lo usual. Algo cayó al piso. Izuku sintió una extrañeza en su cabeza. El mayor extendió sus párpados enormemente al contemplar lo que había hecho. Un mechón de tamaño medio yacía en el suelo.