La casualidad más bonita de mi vida. [EN REFORMAS]

Capítulo XVII: 'Y sabía que esto tendría consecuencias pero no me importo...'

-No digas tonterías. A mí no me interesa lo que hagas tú...-dije seca.

-¿Así?–dijo acercándose cada vez más a mi.

-Sí, tú ya no significas nada en mi vida– dije apartando la mirada porque sino caería en la tentación de mirar esos ojos que me volvían loca.

-Dímelo, mirándome a los ojos...-dijo retándome.

-No puedo...-dije en un susurro.

-No puedes porque es mentira, yo significo lo que tú en mi vida-dijo sonriendo.

-¿Y qué se supone que significo yo en tu vida?-pregunté curiosa.

-Todo…- Dijo apartándome el pelo de la cara.

-No digas eso -dije mirando para atrás, dándome cuenta de que Max y Diego se habían esfumado-Todo esto lo teníais planeado ¿verdad?-dije enfadada.

-No sé, solo se que te quiero y que voy hacer lo que sea para que me creas...-dijo mirándome a los ojos.

-¿Ahora me quieres? Cuando alguien quiere a una persona no le hace sufrir todo lo que tú me has hecho a mí- le reproché.

-Llevas razón, pero dime una cosa ¿no volverías a repetir nuestra historia?- preguntó nostálgico.

-¿Historia? Yo creo que una historia es algo que merece ser recordado y esto no se lo merece, mira que final...-dije decepcionada.

-Me da igual, solo respondeme…

-¿Y si no quiero? -dije retándolo.

-Pues no te dejare ir…¿Qué prefieres?-dijo agarrándome la muñeca, haciendo que su tacto quemará en mí.

-Claro que repetiría la historia más bonita de mi vida –dije seria.

-EAinhoa estamos a tiempo de querernos como nunca, perdóname...-suplicó.

-Yo te puedo perdonar pero no puedo volver contigo– y en ese momento apareció una de mis saladas lágrimas .

-¿Por qué no puedes? Dime algo...-dijo en un susurro.

-Porque no puedo, porque hay algo dentro de mí que me dice que estar contigo es lo que más deseo en la vida pero hay otra parte que no me deja…-dije rompiéndome.

Eric no contestó, se limito a mirarme y a abrazarme y lloré en su pecho como nunca había llorado, en sus brazos me sentía más segura que en cualquier parte del mundo. Y me beso la frente, algo que hizo que me enamorara más de él de lo que ya estaba. Me separé de él y lo mire fijamente.

-¿Ya me puedo ir?- le pregunté.

-Lo que quieras yo no te obligo a estar aquí, haz lo que sientas...-dijo soltando nuestras manos.

Di media vuelta y avance unos pasos para adelante pero retrocedí para hacer lo que sentía.

-Esto es lo que siento...-dije poniendo mis manos en su cuello.

Me abalance sobre él y lo bese, lo bese como nunca lo había besado, necesitaba besarle por cada momento que habíamos pasado separados, bendita sensación, cuanto la echaba de menos, cuanto echaba de menos sus labios, sus manos en mi cintura y mis manos en su pelo. Y sabía que esto a la larga tendría consecuencias pero no me importo, solo hice lo que el tonto de mi corazón indico en ese momento, en nuestro momento.

Cuando nos sepamos Eric sonrió y yo sin embargo salí corriendo avance unos metros dejándolo atrás, me giré y lo volví a mirar y no pude evitarlo pero le sonreí. Estaba a poco metros de él  y ya lo estaba echando de menos.

Narra Eric.

¡Me besó! Me decía a mi mismo, no podía ser verdad, me pellizcaba para ver si era verdad y si lo era porque dolía.

Ainhoa me seguía queriendo, yo lo sabía aunque no me hubiera besado, sus ojos son mis cómplices y con mirarla se lo que esta pasando por esa cabezita y en el momento que esta desbordando felicidad y en el momento que necesita un hombro para llorar.

Ahora la quería más que nunca creo que a partir de ahora las cosas van a cambiar. Y se que algún día no muy largo Ainhoa y yo volveremos a ser los que éramos.

Continuará...

 

¡Hola cielos espero que os guste! Es de mis capítulos favoritos de esta novela, quiero deciros que queda poco para terminarla pero todavía queda mucho de esta historia.

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