-Que tonto eres… ¿sigues creyendo en esas cosas?-dijo rodando los ojos.
-Sigo creyendo en todo lo que tenga que ver contigo…-contesté.
-Me gustaría decirte lo mismo pero…- iba a decir algo más pero la interrumpí.
-Yo se que crees en mí, sé que siempre tuve el beneficio de la duda y que crees que yo no sería capaz de hacerte daño y más queriendote como te quiero…- dije acercándome a ella.
-¿Y si te dijera que no?- me preguntó.
-No te creería porque no sabes mentir, porque eres tan auténtica que no puedes porque todo tú desprende autenticidad- dije cogiéndola de su mentón.
-¿Por qué me sigues diciendo todo esto después de cómo te trato?- me preguntó extrañada.
-Porque te quiero y el amor perdona todo, como tú me perdonaste el daño que te hice- le contesté.
-No cabe duda que sigues siendo el mismo terco del que me enamoré- me dijo sonriendo.
-Sí, y este terco tiene una idea.
-¿Cuál?- preguntó curiosa.
-Pequeña vamos a empezar de nuevo, vamos a hacer borrón y cuenta nueva, encantado soy Eric…-dije acercándole mi mano.
Ainhoa dudo por un momento pero no tardó en darme la mano.
-Encantada yo soy Ainhoa- dijo sonriendo.
-¿Amigos?
-Amigos- dijo apretándome la mano.
Y la atraje hacía mi, necesitaba perderme en sus brazos, embriagarme de su olor, de su inocencia. El abrazo duró unos segundos.
-¿Sabes como celebran los amigos las reconciliaciones?- dije sonriendo.
-Cuando pones esa sonrisa me da miedo, ¿que h....- no le di tiempo para que preguntara ya estaba encima de mis hombros camino al mar.
-Eric ni se te ocurra, te mataré cuando me sueltes- dijo irritada pero a la vez divertida.
No le hice caso y seguí caminando hasta tirarla al mar y sumergirme con ella.
Cuando me quise dar cuenta Ainhoa ya había salido del agua, estaba toda empapada, su rímel se había corrido y toda su ropa interior se transparentaba y aún así se veía hermosa. Y vi como venía directa hacía mí.
Comencé a correr y no se como me caí y acabe en la arena tirado y cuando Ainhoa estaba a mi lado comenzó ha hacerme cosquillas, todavía recuerda mi punto débil.
Al hacer un movimiento su cara y la mía quedaron a pocos centímetros, no podía dejar de mirar sus labios tenía tantas ganas de besarla pero sabía que si lo hacía el trato de hace un rato desaparecía. Y prefería tenerla así a mi lado que lejos y no poder decirle un simple hola. Ainhoa me sacó de mis pensamientos.
- Se esta haciendo tarde, tenemos que irnos nos estarán buscando- dijo sonriendo.
- ¡Vamos!- dije ayudándola a levantar.
NARRA AINHOA.
¿Amigos? ¿Por qué acepte? Esas dos preguntas no hacían nada más que dar vueltas por mi cabeza. Él y yo no podíamos serlo, bueno yo no podía hacerlo. Pero prefería eso a no tenerlo a mi lado o verlo y hacer que no lo conozco, que no tenemos un pasado... que no tuvimos una historia.
Era tan difícil hacer que no tenemos unos recuerdos en común, que todo ha cambiado. Sabía que aceptando esto no podría olvidarme de él y de cada uno de esos recuerdos que ardían en mi mente.
Y que me exponía a enamorarme más de él de lo que ya estaba, parece imposible pero sentía que cada día me enamoraba más de esa sonrisa torcida y de esos ojos en los que podía perderme.
Una dulce voz me sacó de mis pensamientos. Íbamos de camino al hotel dando un paseo por la playa, viendo el atardecer.
-Pequeña, ¿qué ocurre? - dijo Eric.
-Nada estaba pensando- le contesté haciendo una mueca.
-¿En qué?- preguntó sonriendo.
- En todo lo que ha pasado hoy, ha sido un buen día- dije dedicándole una sonrisa.
- ¡Si! No ha estado nada mal...-dijo juntando nuestros dedos.
Pero alguien interrumpió ese bello momento, lo maldije por dentro.
- Mira a quien tenemos aquí a la parejita feliz...-dijo una voz chillona.
- ¿Laura? - dijimos Eric y yo a la vez.
CONTINUARÁ...
HOLA CIELOS, ESPEROS QUE OS HAYA GUSTADO. POR FIN UN ACERCAMIENTO ENTRE AINHOA Y ERIC.
COMENTAR Y VOTAR.
OS QUIERO.
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La casualidad más bonita de mi vida. [EN REFORMAS]
רומנטיקהAinhoa y Eric tienen un pasado en común, después de 9 años se vuelven a ver. Y el destino hará de ellos una historia que los va a volver locos, loco el uno por el otro.