¿Porque no puede ser mio?

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Singto estaba completamente seguro de que esos dos  no eran nada, lo cual fue un verdadero alivio para su corazón, porque él no podía imaginar una vida en la que tuviera que ver al a su crush en compañía de una mujer, que siendo sinceros, no podía comparársele con él, por más que pudiera tener rasgos femeninos, ella era muy hermosa, hasta él lo admitía con desgana.

Pasaron un par de días para que sus celos se simplificaran un poco, porque, a pesar de saber que no eran nada, aun le molestaba ver como la chica podía colgársele del cuello y abrazarlo fácilmente, sin que el menor se lo impidiera.

Aunque si lo pensaba bien, ni siquiera él podía rechazar los gestos cariñosos de la chica, y fue precisamente por eso, que él se dio cuenta de que esos dos no podían ser algo más que amigos cercanos; un día Sam era fan de Off, y se le pegaba como chicle, al otro, juraba que la voz de Tay era la mejor y estaba detrás de él ese día, y al siguiente podía decir que eran el resto y así seguía el patrón, a lo que Krist simplemente veía con una gran sonrisa de diversión al ver como sus P se volvían tímidos en compañía de la chica.

Ese era un problema menos que lo atormentara, pero aún quedaba el que le preocupaba desde antes de conocer a esa chica misteriosa, y ese era el que él menor se volvía más distante y sus tiempos en solitario se volvían más prolongados, bueno….

Solitarios no sería correcto, ya no pasaba tiempo con nosotros, pero se la pasa con esa mocosa, y siempre que están solos, se ve que ocultan algo, algo siniestro que hace que la alegría de esos dos desaparezca….Tiene que ser algo realmente malo para que Kit no nos lo cuente, algo por lo que ella vino, pero él hace su mejor esfuerzo para parecer que nada pasa

Singto a veces pensaba que si no fuera por el trabajo, nunca podría ver a su Kit, que si no fuera porque estaban en el mismo grupo jamás podrían tener la oportunidad de convivir por fuera de la compañía, y no sería porque el líder no lo intentaría, sino porque el otro lo rechazaría.

En ocasiones deseaba que ese sentimiento simplemente desapareciera, quería ser lo suficientemente fuerte para arrancase ese amor del pecho y volver a tratar al Krist como a su pequeño hermanito, pero le resultaba imposible.

Cada gesto, palabra, forme de verlo hacia que el corazón de Singto palpitara descontroladamente, aunque no creía que el propósito del menor era hacerlo enamorarlo más de él, es lo que conseguía cuando de la nada lo abrazaba o bromeaba con él, o cuando decidía sentarse a su lado durante las entrevista o cuando dejaba que le tomara de la mano sin apartarla.

Con Krist se encontraba en un torbellino de emociones, placenteras y dolorosas, cada sentimiento estaba atado a sus respectivos recuerdos, era como si ya no pudiera vivir sin el menor, quizá su grado de amor llegaba a rozar una obsesión.

Pero a la vez no podía ser una obsesión, después de todo, no lo seguía a todas partes, no lo llamaba descontroladamente cuando no sabía dónde estaba, aunque quisiera hacerlo, no lo encerraba en un cuarto para que fuera suyo completamente….

Simplemente era tan condenadamente doloroso estar tan cerca de la persona que amas y a la vez estar tan lejos.

En cierta parte, tenía envidia de Samantha, a ella no le importaban las opiniones de los demás, si ella quería abrazar a alguien lo hacía y punto, aunque nunca hubiera hablado con él, cuando vio a Lee después de escuchar sus canciones, corrió hacia él y le dio un fuerte abrazo diciéndole que era su fan y después llego Krist quitándosela de encima y regañándola por ser tan efusiva, a lo que Lee solo se rio.

Si el pudiera ser así de efusivo entonces las cosas serían un poquito más normales con el menor, bien, a quien engañaba, él era efusivo, casi al mismo grado que la chica, pero él se controlaba cuando se trata de Kit, no quería pasarse de la raya y hacerlo sentir incomodo en su presencia.
Singto se encontraba en el estudio esperando a los demás mientras daba vueltas en la silla, se encontraba tan  sumido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando entre aquel que lo tenia en ese estado hasta que escucho su conocida risa.

Más allá de mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora