Insomnia

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Krist caminaba por inercia por los pasillos de la iglesia, aun no podía creer que él estuviera acudiendo al funeral de Samantha, eso debía ser una broma cruel y despiadada, los mataría por preocuparlo de esa manera.

Mas una ola de pensamientos de tristeza le inundaron al acercarse a la capilla correspondiente, sintió que el aire se le iba de golpe de los pulmones y lucho para recuperar el aliento colocando ambas manos en las perillas de las puertas.

Creyó que se derrumbaría en cualquier momento, aun tenia presente el día en que fue al entierro de su madre, se había desmayado a los cinco minutos, y cuando recobro la conciencia toda había terminado, quizá le pasaría lo mismo con ella.

Entro a la habitación y experimento una sensación desagradable al ver que las chicas de Sissy, sus P, el CEO y su esposa, entre otros miembros del Staff con los que ella se hizo amigos lo miraban con lastima.

Su vista se fijó en su cuerpo, estaba luciendo un vestido blanco y se encontraba en un lecho de flores, porque yo les dije que así tenía que ser, ese era el digno enterró en La Comunidad a aquellas mujeres que eran importan antes, y ella lo era, para mí y para ellos.

Se encamino hacia ella, se sentó a un lado y le tomo la mano, era tan fría como el mármol y sintió que las lágrimas comenzaban a derramarse por sus mejillas, contemplo la serenidad con la que dormiría eternamente su compañera.

Si hubiera sabido que la última vez en la que escucharía tu voz seria por una estúpida pelea jamás hubiera dicho esas cosas hirientes, si no fuera por mi….
Para ella el bienestar de OTP% y su s seguridad era una cuestión que tenía más importancia que su propio bienestar y ella no iba a permitirle a Luisiel matar a Singto, quien era alguien que podría destrozarle la vida a Krist.

- Si no hubiera sido por mí, aun estarías viva, Sam – susurro adolorido apretándole la mano, aunque sabía que eso no le afectaría en lo absoluto a un cadáver.

Si tan solo no hubiera ido a Japón podía haber hecho que las cosas fueran diferentes, no hubiera cambiado la necesidad de su padre de castigarlo, quizá el balazo lo hubiera recibido él y hubiera salido gravemente herido, pero ninguno estaría muerto en esos momentos.

Su padre podría ser cruel y odiarlo, pero jamás en su vida se atrevería a eliminar a la siguiente cabeza de La Comunidad, por tanto, si él hubiera estado en Bangkok cuando Luisel decidió atacarlos, entonces, entonces….

- Perdóname, Sam – pidió en un susurro aspirando en bocados el aire que no parecía llegar a sus pulmones - Todo es mi culpa…. Tu no debías morir, no debías dejarme, tenías que seguir a mi lado – sus manos comenzaron a temblar – Prometiste que estarías siempre a mi lado…

Singto contemplaba la escena con el corazón destrozado, él sabía que para su Kit aquello debía ser terriblemente doloroso, ya que no solo perdió a una excelente amiga, sino que a la mujer que amaba.

Ninguno de los chicos intento moverse, no sabían que era lo indicado para decirle, los demás espectadores se habían ido para darles privacidad, y quizá no era mala idea que ellos también se fueran.

Gun se armó de valor para acercarse a Krist, se preparó mentalmente para un rechazo en cuanto le paso un brazo alrededor el hombro, pero el menor se dejó abrazar y sus sollozos se hicieron más notorios.

Off fue el siguiente en acercarse a esos, se colocó a la izquierda de Krist y también le abrazo, los tres estaban sumidos en un ciclo doloroso en el que ni Singto y Tay intentaron entrar, simplemente se quedaron en donde estaban observándolos.

Singto salió de la capilla, no soportaba el ambiente, en parte porque tenía esa maldita espinita clavada que le decía que él era el responsable de la desgracia de la chica y que, si no fuera por él, ella estaría viva y en esos momentos todos estarían celebrando el regreso del menor en un buen restaurante mientras se divertían.

Más allá de mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora