Dulces sueños

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Krist y Jane se encontraban a solas en la habitación del trono, a pesar de las peticiones de Singto y de Kelly de no quedarse a solas con ella, él ahora Rey había hecho caso omiso y ordeno de manera neutral que se retiraran todos a excepción de su nueva hermana.

Verdaderamente era un poco incómodo para ambos, ya que tenían presente las ocasiones en las que se besaron, y aunque en esos momentos no tenían idea de que estaban unidos por lazos de sangre eso no quitaba que se sintieran un tanto culpables por la situación en la que se hallaban metidos.

Existían tantas cosas de las que los dos podían hablar, sin embargo, no podían expresarse adecuadamente, ¿cómo podían acercarse e intentar forjar una relación de hermandad cuando no tenían ni la menor idea de que sería de ellos a partir de ese momento?

Las incógnitas de lo que el futuro podría traer para cada uno de ellos los tenia sumergidos en profundos pensamientos, ya que ambos comprendían la responsabilidad que surgiría ahora de que Luisel había muerto, puesto que lo más lógico era que Krist tomara la corona y gobernara en lugar de su padre.

Para Krist ahora que Luisel estaba muerto le causaba confusión pensar en el como un padre, comprendía y aceptaba que sin aquel sujeto no hubiera existido, no obstante, no podía evocar ningún recuerdo en que haya sentido cariño o afecto de parte del difunto Rey...

- Lamento haberte borrado la memoria - interrumpió el silencio Jane caminando hacia la gran ventana que daba hacia el jardín central - No era mi intención hacerte daño - coloco su mano sobre el frio cristal - Tenía que hacerlo, eres demasiado testarudo - una débil sonrisa se marcó en sus labios antes de mirarlo a la cara - El amor que sientes hacia ese hombre es muy grande....

Krist la miro a los ojos y en sus labios se formó una enorme sonrisa de felicidad al escuchar de alguien ajeno a él lo mucho que amaba a Singto, porque a pesar de no tener en claro bien quien es, su corazón palpitaba de manera agitada con solo estar a su lado.

- Todos hemos cometido errores por culpa de mi... - se detuvo y suspiro - De Luisel, incluso yo, en mi niñez agravie a varias personas porque así me lo requería, a pesar de no estar de acuerdo.

No era nada agradable para él tener que recordar su infancia, si es que así podía llamarle a todo el proceso que tuvo que pasar para que pudiera hablar distintos idiomas, adquiriera los mejores modales, tanto a la hora de caminar, comer, hablar y sentarse, es simples palabras, para que cada paso que diera en la vida fuera controlado.

Tal vez Jane no había conocido una verdadera familia, sin embargo, de seguro hubo momentos en los que tuvo cierta libertad o no se hubiera comportado tan entusiasmada la vez que salieron al jardín, por tanto, aunque fuera un tanto irónico, le tenía envidia por haber crecido lejos de la tiranía de Luisel.

- Puede que tengas razón - dijo ella volviendo la vista hacia el paisaje - Nadie puede regresar el pasado, aun, para saber si las circunstancias fueran diferentes quien tuvo mejor suerte - sentencio con una expresión severa - No mentiré al decir que no aprecio la manera en cómo te criaron, mas anhelo los lazos de hermano que tienes - se dejó caer sobre sus rodillas para sentarse - El mundo no es tan gris como uno lo quiere ver, a veces es demasiado negro para ver lo blanco....

- O en ocasiones es demasiado blanco que lo negro no puede sobrepasarlo - se arrodillo junto a ella y la abrazo fuertemente - Es de suponer que personas como nosotros tienen una función diferente...

Jane comenzó a llorar, se recargo en el pecho de su hermano, porque eso era Krist para ella y estaba contenta de que tan siquiera un miembro de la familia que tanto había esperado podía darle consuelo y sobre todo un lugar al cual permanecer.

Más allá de mis sueños Donde viven las historias. Descúbrelo ahora